Javi Lozano disputará este fin de semana las 24 horas de Barcelona

Este sábado 20 de diciembre a las 12 del mediodía en el Estadi Can Drago de la ciudad condal, hasta cien ultrafondistas tomarán la salida, casi la mitad atletas extranjeros que junto a los nacionales buscaran en el tartán barcelonés las mínimas necesarias para poder estar presentes en el mundial de ultrafondo del próximo mes de abril en Turín, Italia.

Lozano, con una mejor marca en la distancia de 211 kilómetros recorridos en un día, tratará de mejorar su mínima acreditable que esta temporada es de 203 kilómetros completados en 24 horas, marca lograda el pasado mes de mayo en la localidad francesa de Brive.

El atleta de Alcalá de Xivert que a finales de la semana pasada se enteró de que había logrado una medalla de bronce en el Campeonato de España de 100 kms de 2013 por la descalificación por dopaje del tercer clasificado, llega a la prueba catalana en un estado óptimo después de una preparación casi perfecta, en donde el cambio fundamental ha sido reducir los kilómetros lentos y buscar tiradas largas de gran calidad, hasta cuatro maratónes ha disputado el xivertense en los últimos dos meses en lo que considera su mejor puesta a punto de los últimos años.

"Al final es una prueba tan sumamente dura que nunca sabes que va a pasar y como va a responder tu organismo. Tendremos pocas horas de sol y muchas de noche. La experiencia es muy importante y yo ya tengo muchas pruebas en las piernas y en la cabeza de estas características, espero que todo ello juegue a mi favor. Todo lo que no sea mejorar mis 211 kms lo consideraré una decepción. En Barcelona además van a estar parte de la élite europea y siempre es bueno competir con lo mejor del ultrafondo antes de los Europeos y de los Mundiales."

"Respecto al bronce que me llega más de un año después del Nacional de 100 kms, me parece una noticia triste, recuerdo aquel campeonato que se disputó el 20 de octubre de 2013 en Madrid como una de las pruebas más duras de 100 kms que he corrido en mi vida, hizo mucho calor, hubo mucho tráfico y los niveles de polución eran altísimos. También recuerdo al atleta que quedó tercero pasarme como un avión a once kilómetros de meta y ver como se escapaba la última posición en el cajón de los mejores. También recuerdo felicitarle por el bronce en el vestuario del campo de Vallecas. En fin él vivió el podió, el himno, las fotos y los aplausos y ahora la RFEA me manda por correo una medalla."