Noche de Reyes
Los Reyes Magos visitaron Alcossebre y Alcalà cargados de regalos
![[Img #38587]](upload/img/periodico/img_38587.jpg)
Los Reyes Magos llegaron a Alcossebre por la tarde y utilizaron tres carruajes con sus respectivos cocheros de librea para recorrer las calles del núcleo costero camino a su cita con los niños y niñas que los esperaban en la Plaza Vista Alegre. Tras el recibimiento la comitiva se trasladó en medio de una gran expectación al templo parroquial de San Antonio, que se llenó por completo de pequeños con sus familias para recibir de manos de Sus Majestades de Oriente los regalos que les habían pedido.
En la iglesia de Alcossebre también se podía contemplar un belén viviente, a cargo de los niños y niñas del catecismo.
Después de completar su tarea, Melchor, Gaspar y Baltasar, acompañados por sus numerosos séquitos, se dirigieron a Alcalà de Xivert, donde llegaron caída la noche a bordo de sus carruajes, con los que se desplazaron por las calles de la localidad saludando a su paso al público congregado y que los siguió hasta la iglesia parroquial para darles la bienvenida. Allí los niños y niñas pudieron acercarse a Sus Majestades para recibir de sus manos los regalos solicitados en sus cartas, que recogían con una enorme ilusión en sus miradas.
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Los Reyes Magos llegaron a Alcossebre por la tarde y utilizaron tres carruajes con sus respectivos cocheros de librea para recorrer las calles del núcleo costero camino a su cita con los niños y niñas que los esperaban en la Plaza Vista Alegre. Tras el recibimiento la comitiva se trasladó en medio de una gran expectación al templo parroquial de San Antonio, que se llenó por completo de pequeños con sus familias para recibir de manos de Sus Majestades de Oriente los regalos que les habían pedido.
En la iglesia de Alcossebre también se podía contemplar un belén viviente, a cargo de los niños y niñas del catecismo.
Después de completar su tarea, Melchor, Gaspar y Baltasar, acompañados por sus numerosos séquitos, se dirigieron a Alcalà de Xivert, donde llegaron caída la noche a bordo de sus carruajes, con los que se desplazaron por las calles de la localidad saludando a su paso al público congregado y que los siguió hasta la iglesia parroquial para darles la bienvenida. Allí los niños y niñas pudieron acercarse a Sus Majestades para recibir de sus manos los regalos solicitados en sus cartas, que recogían con una enorme ilusión en sus miradas.



































