Libertad política
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Una vez oí decir a alguien que, la libertad política es una fábula imaginada por los Gobiernos para adormecer a los gobernados.
Yo creo que la verdadera libertad no existe. Creamos leyes y normas para poder ser libres sin darnos cuenta que, de alguna manera nos esclavizamos a esas reglas, a veces difíciles de cumplir.
La democracia debería ser el medio que nos llevara a la auténtica libertad, pero no es así. Nos organizamos en partidos políticos para alcanzar la libertad social, y sin darnos cuenta somos esclavos de nuestros propios partidos políticos. Al esclavizarnos a nuestros propios partidos anulamos nuestra libertad de opinión, pues nos vemos obligados a no censurar los errores del partido donde militamos alegando lealtad política. Y sin darnos cuenta, esa lealtad política no es más que sumisión, obediencia y sometimiento de las órdenes recibidas.
Y en muchos casos en detrimento de nuestra propia libertad.
¿Qué hacer ante esta profunda crisis en la que malos gestores han mutilado la banca, las finanzas, la cultura, la sanidad, etc. etc.? Con los años, este sistema de bipartidismo político nos ha degradado, de ser una autonomía rica a situarnos por debajo del BIP español. Esta situación creada por el PP y el PSOE que ha creado un agujero de miles de millones no para de crecer, y de buen seguro que también endeudará el futuro de nuestros hijos.
Tenemos un futuro económico difícil de arreglar. Y ante esta dificultad uno se ve incapaz de vislumbrar una solución a corto plazo.
Pero en Torreblanca no está todo perdido. Tenemos un gran proyecto, adormecido de momento, que es el Golf. Depende de las gentes de Torreblanca de que se ponga en marcha lo antes posible.
No siempre los políticos afiliados son esclavos de sus partidos. Más de una vez,librándose de su obediencia, alcaldes y oposición han luchado juntos contra decisiones del Gobierno Central o autonómico del color que sea para defender los intereses de nuestro pueblo. Pero donde esa obediencia o esclavitud es nula, es en aquellos partidos que no tienen amos que obedecer, ni en el Gobierno autonómico ni en Madrid. Me estoy refiriendo a los partidos independientes en que sus únicos amos son las gentes de su pueblo, a los únicos que se sienten moralmente obligados a satisfacer.
Cualquiera que siga la prensa se dará cuenta de la cantidad de partidos independientes que se están formando en toda la Comunidad Valenciana. Hartos de la corrupción y gastos desmesurados en obras faraónicas sin ninguna utilidad que nos han endeudado como jamás ha ocurrido.
Grupos de ciudadanos quieren ser libres de obediencia sumisa a la disciplina de grandes partidos, que para financiarse actúan en beneficio propio en detrimento de lo esencial como es: la educación, la sanidad, la seguridad ciudadana y todo aquello que afecta directamente al bienestar de las personas.
Ojala en Torreblanca, podamos ver algún día un ayuntamiento formado por personas en que sus únicos amos sean los casi 6.000 vecinos. Y ojala entre todos podamos lo antes posible poner en marcha el Golf a la velocidad requerida y deseada por la gente del pueblo, y no lentamente para beneficio de no sé qué intereses que no sean los estrictamente torreblanquinos.
Ya lo dijo Don Quijote: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos.”
Jesús Vinuesa Roca
Músico y fotógrafo
jesusvinuesaroca@yahoo.es
Una vez oí decir a alguien que, la libertad política es una fábula imaginada por los Gobiernos para adormecer a los gobernados.
Yo creo que la verdadera libertad no existe. Creamos leyes y normas para poder ser libres sin darnos cuenta que, de alguna manera nos esclavizamos a esas reglas, a veces difíciles de cumplir.
La democracia debería ser el medio que nos llevara a la auténtica libertad, pero no es así. Nos organizamos en partidos políticos para alcanzar la libertad social, y sin darnos cuenta somos esclavos de nuestros propios partidos políticos. Al esclavizarnos a nuestros propios partidos anulamos nuestra libertad de opinión, pues nos vemos obligados a no censurar los errores del partido donde militamos alegando lealtad política. Y sin darnos cuenta, esa lealtad política no es más que sumisión, obediencia y sometimiento de las órdenes recibidas.
Y en muchos casos en detrimento de nuestra propia libertad.
¿Qué hacer ante esta profunda crisis en la que malos gestores han mutilado la banca, las finanzas, la cultura, la sanidad, etc. etc.? Con los años, este sistema de bipartidismo político nos ha degradado, de ser una autonomía rica a situarnos por debajo del BIP español. Esta situación creada por el PP y el PSOE que ha creado un agujero de miles de millones no para de crecer, y de buen seguro que también endeudará el futuro de nuestros hijos.
Tenemos un futuro económico difícil de arreglar. Y ante esta dificultad uno se ve incapaz de vislumbrar una solución a corto plazo.
Pero en Torreblanca no está todo perdido. Tenemos un gran proyecto, adormecido de momento, que es el Golf. Depende de las gentes de Torreblanca de que se ponga en marcha lo antes posible.
No siempre los políticos afiliados son esclavos de sus partidos. Más de una vez,librándose de su obediencia, alcaldes y oposición han luchado juntos contra decisiones del Gobierno Central o autonómico del color que sea para defender los intereses de nuestro pueblo. Pero donde esa obediencia o esclavitud es nula, es en aquellos partidos que no tienen amos que obedecer, ni en el Gobierno autonómico ni en Madrid. Me estoy refiriendo a los partidos independientes en que sus únicos amos son las gentes de su pueblo, a los únicos que se sienten moralmente obligados a satisfacer.
Cualquiera que siga la prensa se dará cuenta de la cantidad de partidos independientes que se están formando en toda la Comunidad Valenciana. Hartos de la corrupción y gastos desmesurados en obras faraónicas sin ninguna utilidad que nos han endeudado como jamás ha ocurrido.
Grupos de ciudadanos quieren ser libres de obediencia sumisa a la disciplina de grandes partidos, que para financiarse actúan en beneficio propio en detrimento de lo esencial como es: la educación, la sanidad, la seguridad ciudadana y todo aquello que afecta directamente al bienestar de las personas.
Ojala en Torreblanca, podamos ver algún día un ayuntamiento formado por personas en que sus únicos amos sean los casi 6.000 vecinos. Y ojala entre todos podamos lo antes posible poner en marcha el Golf a la velocidad requerida y deseada por la gente del pueblo, y no lentamente para beneficio de no sé qué intereses que no sean los estrictamente torreblanquinos.
Ya lo dijo Don Quijote: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos.”
Jesús Vinuesa Roca
Músico y fotógrafo
jesusvinuesaroca@yahoo.es
