GECEN pide que se respete el derecho al ocio del no cazador
Los cazadores representan el 3% de la población provincial y utilizan el 85% del territorio
GECEN considera inaceptable que un colectivo absolutamente minoritario menoscabe el derecho de aquellos que no son cazadores a poder disfrutar de su actividad en el medio natural con absoluta seguridad.
"Es inadmisible que miles de ciudadanos tengan que quedarse en casa, cambiar su itinerario e ir con miedo incluso en parques naturales en los que, como en Irta, se les aconseja que se disfracen (ropa roja, naranja, reflectante...) y no vayan por sendas".
La asociación se pregunta cuántos recursos económicos dejan de ingresarse por el bloqueo que supone la caza en el territorio y cuántos programas y proyectos, como los de turismo ornitológico o de naturaleza en general, se desestiman y ni se plantean por incompatibilidad con la caza.
"La caza es una actividad excluyente que impide cualquier otra. El uso social del territorio queda degradado, sino eliminado, con la caza, como en las batidas de jabalí".
GECEN demanda de la administración fortaleza política, que los cazadores se tengan en la consideración porcentual que les corresponde, a fin de proteger el derecho del no cazador a poder disfrutar de la naturaleza en condiciones de dignidad y seguridad.
Usar perros de razas peligrosas para cazar, última cesión de la Conselleria al lobby de la caza, en contra de lo señalado por el Consell Jurídic Consultiu supone añadir aún más riesgo a cualquier ciudadano que pretenda disfrutar de nuestro patrimonio natural.
GECEN considera inaceptable que un colectivo absolutamente minoritario menoscabe el derecho de aquellos que no son cazadores a poder disfrutar de su actividad en el medio natural con absoluta seguridad.
"Es inadmisible que miles de ciudadanos tengan que quedarse en casa, cambiar su itinerario e ir con miedo incluso en parques naturales en los que, como en Irta, se les aconseja que se disfracen (ropa roja, naranja, reflectante...) y no vayan por sendas".
La asociación se pregunta cuántos recursos económicos dejan de ingresarse por el bloqueo que supone la caza en el territorio y cuántos programas y proyectos, como los de turismo ornitológico o de naturaleza en general, se desestiman y ni se plantean por incompatibilidad con la caza.
"La caza es una actividad excluyente que impide cualquier otra. El uso social del territorio queda degradado, sino eliminado, con la caza, como en las batidas de jabalí".
GECEN demanda de la administración fortaleza política, que los cazadores se tengan en la consideración porcentual que les corresponde, a fin de proteger el derecho del no cazador a poder disfrutar de la naturaleza en condiciones de dignidad y seguridad.
Usar perros de razas peligrosas para cazar, última cesión de la Conselleria al lobby de la caza, en contra de lo señalado por el Consell Jurídic Consultiu supone añadir aún más riesgo a cualquier ciudadano que pretenda disfrutar de nuestro patrimonio natural.















