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Tomas Torres
Domingo, 30 de Diciembre de 2018
Debate abierto

Compromís per Torreblanca muestra su satisfacción por el resultado de la charla coloquio sobre el golf

La buena asistencia y la participación de personas de diferentes ideologías son ejemplos del interés sobre el tema que hay en la localidad, aseguran desde la Ejecutiva Local

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Compromís per Torreblanca ofreció el viernes 28 de diciembre una charla coloquio que, bajo el título de “Com afecta un camp de golf al municipi?”, introdujo algunos elementos de debate respecto a la situación que se vive en Torreblanca respecto a la adjudicación del proyecto urbanístico Doña Blanca Golf. Los ponentes invitados fueron el Secretario Comarcal de Compromís, Jordi Moliner, el diputado autonómico de Compromís, Josep Nadal, y el portavoz de Compromis en Pego, Ángel Oltra, moderados por el arriba firmante.

 

Lo que se sabe y lo que no se sabe del golf

Tras la exposición del formato del acto y los motivos que llevaron a la Ejecutiva Local de Bloc Compromís per Torreblanca a organizar una reunión informativa sobre un proyecto municipal a pesar de contar con dos concejales en el equipo de gobierno, tomaba la palabra Miriam Pañella para ofrecer una somera explicación sobre la actual situación del proyecto del golf de Torreblanca. La principal inquietud del colectivo local de Compromís gira en torno a la falta de transparencia en la fase final de la tramitación, después de que ninguna empresa optara a la adjudicación, que se cerró el pasado 29 de octubre, y contra la que la Sareb presentó un recurso.

 

Precisamente la Sareb se convertiría después en la última opción de sacar adelante el proyecto, liderando una Agrupación de Interés Urbanístico. Sin embargo, para Compromís resulta preocupante que no se hayan dado las oportunas explicaciones sobre el demoledor informe que el Secretario municipal redactó en su momento, en el que manifestaba diversas carencias en cuanto a informes sectoriales y una importante cuestión, que se ha convertido en la piedra angular del debate, la caducidad del programa. A juicio del Secretario, principal garante de la seguridad jurídica del ayuntamiento, debería darse por cerrado el expediente e iniciar uno nuevo, cuestión que no es baladí, puesto que la sombra del PATIVEL planea sobre el proyecto. Esa sombra es la descalificación de la franja litoral, que en la actualidad cuenta con una disposición transitoria que da la oportunidad de desarrollar el proyecto por estar ya aprobado definitivamente. Pero esa oportunidad no es un cheque en blanco, la Generalitat Valenciana da un plazo de cinco años para iniciar las obras y otros cinco para terminarlas. De lo contrario, todos los terrenos incluidos en el PAI revertirían a suelo no urbanizable de especial protección, en el que los usos estarían severamente condicionados. Compromís teme que el ejecutivo local, que preside la socialista Josefa Tena, esté levando a cabo una negociación que pueda acarrear serios condicionantes, como la firma de un convenio con Acuamed para recibir agua de la desaladora de Cabanes-Oropesa, unos convenios que tanto Cabanes como Orpesa firmaron en su día y que ahora consideran que lastran gravemente las finanzas municipales por el alto coste del agua.

 

El caso de Sant Jordi, un campo de golf deficitario

Después de esta introducción, llegaba el turno de participación del Secretario Comarcal de Compromís, Jordi Moliner, quien ofreció una visión general de lo que representa contar con un campo de golf en el término municipal, aportando su experiencia en el campo de golf de Sant Jordi. Este, tal como explicó Moliner, es un proyecto que lleva en marcha cerca de 30 años y en el que el ayuntamiento invierte anualmente unos 450.000 euros de sus arcas para el mantenimiento de las instalaciones, la concesión del Pitch&Putt municipal y todos los servicios que precisa, por ser una instalación deficitaria. En plena temporada alta, no más de cuatro personas utilizan el campo de golf y el negocio principal, la venta de viviendas en las urbanizaciones adyacentes, se encuentra muy afectada por la situación de crisis en el sector inmobiliario.

 

Moliner señalaba que los posibles beneficios económicos que podría conllevar el campo de golf, por ejemplo por las compras en comercios locales de los residentes y visitantes de las urbanizaciones, no son tales, ya que la mayoría de las 200 personas que residen habitualmente en estas urbanizaciones realizan sus compras en grandes superficies de Vinaròs o Benicarló. Por otra parte, los empleos que genera directamente el campo de golf no superan las 12 personas, principalmente los jardineros que se hacen cargo del mantenimiento diario del césped y las zonas ajardinadas, que precisan de muchas atenciones, requiriendo dos millones de litros de agua diarios para el riego, así como toneladas de productos fitosanitarios y abonos.

 

Los empleos indirectos dependen de las empresas de mantenimiento que cuidan las urbanizaciones.

 

Con estos argumentos, Jordi Moliner llegaba a la conclusión de que la actividad económica que pudiera generar esta instalación está directamente ligada a la actividad inmobiliaria, de modo que al no existir en este momento un mercado activo, el campo como recurso turístico no tiene suficiente atractivo para generar riqueza por si mismo.

 

El caso de Pego, un proyecto en vía muerta

Para aportar una experiencia similar a la que en la actualidad vive Torreblanca, el diputado en Les Corts y anteriormente concejal en el Ayuntamiento de Pego, Josep Nadal, y el actual portavoz de la formación en aquella localidad, Ángel Oltra, compartieron sus conocimientos sobre el proyecto de golf que desde 2005 se propone desarrollar en la localidad, pero, como en el caso de Torreblanca, a la fecha no presenta avances significativos.

 

Pego, tal como señalaban los dos responsables políticos, cuenta con una triste historia de proyectos urbanísticos fallidos, que han provocado que estos desarrollos hayan quedado inacabados y convertidos en verdaderos pueblos fantasma. Ante la falta de garantías de que el enésimo proyecto urbanístico no quede en un fiasco como sus antecesores, los representantes municipales se ven en el dilema de tener que evitar un nuevo despropósito, pero con la espada de Damocles de las acciones legales que el promotor pudiera acometer si se le echa el cierre a un proyecto que, por otra parte, ya habría caducado por incumplimientos en los plazos y otras carencias.

 

De nuevo los paralelismos con Torreblanca resultaron sorprendentes, ya que Pego también vivió la fiebre de una posible instalación de Eurodisney en la zona de la Marjal de Pego-Oliva, una zona húmeda como el Parque Natural del Prat, además de que todos los vecinos sientes de manera colectiva que han perdido todos los trenes del progreso, al ver como las localidades próximas se entregaron a un desarrollo urbanístico sin control, mientras en su municipio todo seguía igual.

 

La conclusión de la interesante exposición de Josep Nadal y Ángel Oltra también fue un verdadero espejo con lo que se vive en estos días en Torreblanca con Doña Blanca Golf. Todos, incluso sus defensores, temen que el proyecto esté herido de muerte, sino totalmente cadáver, pero nadie quiere pasar a la historia del municipio como el que le dio la puntilla al golf que nos debía salvar.

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¿Cómo salir de esta situación sin hipotecar al pueblo?

El turno de preguntas contó con una importante participación del numeroso público que asistió a la charla coloquio. Entre los asistentes hubo representantes de partidos como PP o Ciudadanos, propietarios de terrenos y vecinos de Torreblanca. A juzgar por las preguntas, el principal temor son las consecuencias de que el proyecto fracase y la empresa adjudicataria, si finalmente la hubiera, reclamara compensaciones económicas por el lucro cesante. Muchas de las dudas planteadas giraron en torno a las posibilidades que pudieran existir para aparcar el proyecto sin perjuicios para el pueblo, así como las consecuencias de una caducidad del expediente.

 

El coloquio que se abrió al final inevitablemente se dirigió a las alternativas que Torreblanca debería buscar para no apostar todo a un megaproyecto salvador que después pudiera incorporarse a la larga lista de decepciones que viven en el consciente colectivo del pueblo.

 

Desde Compromís per Torreblanca valoraban muy positivamente la buena asistencia de público y las interesantes aportaciones de los ponentes, además de los comentarios que realizaron los asistentes, destacando la variedad y pluralidad política de los participantes, con el espíritu de retomar la senda de la participación y la rendición de cuentas con la que nació el proyecto.

 

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