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Comunidad7
Sábado, 26 de Octubre de 2019
Teatro

El Colectivo Racún explora la conexión universal de aquello que nos une en “Común Denominador”

La compañía chilena presentó su obra en Teatro Bárbaro Foro Cultural Independiente en su ciclo “Los Invitados Internacionales de Los Bárbaros”

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El Colectivo Racún de Chile se presentaba en Teatro Bárbaro Foro Cultural Independiente con el montaje “Común Denominador”, un espectáculo estructurado a partir del circo y construido en su narración con técnicas de teatro físico, mimo y clown.

 

La obra, un trabajo colectivo de dramaturgia, dirección y actuación, está protagonizada por Néstor Fuenzalida, Nicolás Reyes y Alexis Mamani, quienes logran una comunicación universal mediante este montaje, que trasciende fronteras y conecta, con grandes dosis de humor de gran inteligencia, con el público que se transforma en parte importante del espectáculo.

 

Con una escenografía mínima, hábiles juegos de luces y un gran trabajo de expresión corporal, los tres actores sobre la escena nos tienden puentes para reconocernos a nosotros mismos en una narración que es universal y que va puliendo un espejo en el que reconocernos en las cosas que nos hacen iguales.

 

Esta compañía chilena comenzó en el año 2013 y, cuando quisieron cumplir el sueño de ir de gira a Europa, se dieron cuenta de que su primera obra tenía mucha escenografía y muchas cosas que podían no funcionar, por lo que decidieron buscar algo que fuera fácil de llevar a cualquier parte y que estuviera basada en un idioma universal. Ese es el camino que han seguido en su trabajo y en la evolución de sus obras, lograr que su mensaje sea fácilmente comprensible sin necesidad de palabras.

 

Su segunda obra en Europa se llamó “Interferencias” y giraba en torno a las cosas que nos separan. Al año siguiente decidieron que no querían concentrarse en algo tan negativo como las cosas que nos separan como seres humanos y prefirieron centrarse en aquello que nos une. De ahí nace “Común Denominador”.

 

Este montaje ejemplifica a la perfección el ideario del colectivo Racún, según explican ellos mismos, “a nivel de proceso, nosotros trabajamos como autodirección, auto dramaturgia, lo hacemos todo nosotros y básicamente nacemos del circo y vamos integrando teatro, no al revés”.

 

De ese modo, tomaron todos los conceptos que nos unen, la evolución, la vida, la muerte, la espiritualidad (representado a veces por la religión y otras en la filosofía) y con todo aquello que nos puede unir como humanidad plantearse el reto de poder llevarlo a escena “sin decir una palabra” construyendo un relato como una línea que van hilando ante nuestro ojos.

 

Para lograrlo se ayudaron de la propia evolución del ser humano, las experiencias personales desde el nacimiento a la muerte y también aplicaron los conceptos de la Pirámide de Maxlow, la teoría del psicólogo estadounidense que formula una jerarquía en las necesidades del ser humano y que plantea que a medida que se cubren esas necesidades básicas desarrollamos nuevas necesidades cada vez más elevadas para sentirnos bien.

 

De ese modo vemos las luchas por el poder, una constante desde la evolución como primates, para continuar con el uso de herramientas de manera individual y cómo, cuándo necesitamos más ayuda para llevar a cabo construcciones más elaboradas, buscamos la ayuda de los demás, que es el momento en el que se requiere la colaboración del público.

 

Para el Colectivo Racún, una de sus principales premisas de trabajo –nacida del trabajo realizado en el teatro de calle- es la estrecha relación que tienen con el público, “creemos que de esta forma ellos pasan a ser cómplices de lo que estamos haciendo nosotros”, explican.

 

La pretensión de “Común Denominador” no es la de descubrir grandes verdades ni establecer un discurso único, tal como señalan ellos mismos, “no queremos decir cuál es la forma de vida, no queremos dar respuestas, queremos que hagamos preguntas y que la gente se pregunte”, para lo que utilizan el humor como un mecanismo para afrontar realidades incómodas, parafraseando a Oscar Wilde cuando argumentan que “si vas a decir algo muy duro, dilo con humor, porque si no te van a matar”.

 

Esa amalgama de cosas, disciplinas y conceptos construye “Común Denominador”, una obra con la que el Colectivo Racún lleva trabajando en los escenarios desde hace un año y medio, un proceso que les ha servido para consolidar su mensaje, “la verdad es que va creciendo cada vez más, vamos metiéndole más detalle y a veces nosotros mismos vamos entendiéndola mejor, porque hay cosas que todavía estamos procesando y esperamos que siga evolucionando. La verdad es que cada función nos sorprende, cada función suceden cosas nuevas y es bonito”.

 

La función tuvo en su final un emocionado recuerdo en solidaridad con el pueblo chileno, que atraviesa una situación difícil en estos momentos, con los actores cantando “El derecho a vivir en paz” de Víctor Jara, una canción que los chilenos cantan después del toque de queda en su país y que la compañía chilena quiso recordar desde México.

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