La ineficacia del actual modelo y las nuevas normativas europeas sobre residuos hacen necesario un cambio en el sistema de gestión de la basura
Compromís celebró una charla sobre gestión de residuos en la que participaron el Director General de Calidad y Educación Ambiental, Joan Piquer Huerga, y la educadora ambiental del municipio de Orba (Alicante), Neus Donet
![[Img #76365]](http://el7set.es/upload/images/01_2020/5920_img_0172charla-residuos-compromis.jpg)
Estamos a tiempo para cambiar el modelo de gestión de residuos urbanos en Torreblanca y obtener para ello ayudas de la Generalitat Valenciana antes de que las cada vez más exigentes normativas de la Unión Europea comiencen a aplicar sanciones a los municipios que no reciclan. Esta sería una de las principales conclusiones a las que se llegaron durante la charla que este viernes 10 de enero ofrecieron en la Biblioteca Municipal de Torreblanca el Director General de Calidad y Educación Ambiental, Joan Piquer Huerga, y la educadora ambiental del municipio de Orba (Alicante), Neus Donet. Un coloquio organizado por la agrupación local de Compromís per Torreblanca, en el que también participaron Miriam Pañella y Miquel Giner, del grupo municipal de Compromís.
La iniciativa surgía desde Compromís por la problemática que existe en Torreblanca en torno a la gestión de los residuos sólidos urbanos, que a juicio de la coalición valencianista surge de la ineficacia del actual sistema de gestión y de la falta de civismo de algunos usuarios. Por ese motivo, desde Compromís se pretende realizar este tipo de charlas para concienciar y educar a la ciudadanía para una mejor gestión y, sobre todo, una mayor cultura de reciclaje para reducir los residuos que se desechan.
Los ediles de Compromís señalaban en la presentación del acto que su grupo municipal se ha mostrado crítico desde el principio de la legislatura con el ejecutivo local al considerar que no se está haciendo nada al respecto desde el ayuntamiento, acusando al equipo de gobierno de haberse “acomodado”.
Con objeto de evitar el uso de argumentos como que “la gente no va a cambiar”, desde la agrupación local de Compromís pretenden “aportar ideas y opiniones de expertos”.
Joan Piquer Huerga, explicó durante su intervención que la Generalitat Valenciana está desarrollando el nuevo Plan Integral de Residuos de la Comunitat Valenciana aprobado en el año 2019, para avanzar en el reciclaje de los residuos que se están generando en los hogares valencianos, (2.000 millones de toneladas anuales), para evitar que la Unión Europea aplique las sanciones con las que apercibe a los países miembros que no se ajustan a los parámetros de reciclaje aprobados por Europa. Joan Piquer señalaba como experto que actualmente se ha tocado techo en el modelo de eliminación de residuos y reciclaje mediante contenedores, por lo que se impone la necesidad de seleccionar los residuos en origen para multiplicar el porcentaje de reciclaje.
Para ello, el Gobierno Valenciano se plantea una serie de retos, que pasan obligatoriamente por la educación ambiental, la reducción de la producción de residuos (plásticos, cartón, textiles), y aplicar nuevos sistemas para la gestión.
Ante el fallo de concepto del actual sistema, la Generalitat pretende desplegar una red de educadores ambientales en los municipios para ayudar a la ciudadanía a aplicar sistemas como el de recogida puerta a puerta, el uso del ecoparque, compostaje, con el objetivo de aplicar una solución global al problema de las basuras, al tiempo que se crearán nuevos puestos de trabajo (por ejemplo 400 nuevos educadores ambientales en los municipios, además del personal de recogida y gestión), para lo que también se podrá optar a ayudas por parte del gobierno valenciano.
Neus Donet, Educadora Ambiental del Ayuntamiento de Orba, aportó su experiencia en un caso de éxito en la aplicación del sistema de recogida puerta a puerta. Ante un municipio en una situación similar a la de Torreblanca, contenedores llenos, basura abandonada junto a los contenedores o voluminosos en plena calle, el consistorio de la localidad alicantina decidió apostar por esta nueva forma de gestión. Para ello se realizó un estudio de viabilidad para aplicar la recogida puerta por puerta, campañas de educación ambiental, cartas dirigidas a los habitantes de la localidad, para preparar a los usuarios de cara al nuevo sistema. Este consiste en unos cubos para separar por fracciones (plástico, cartón, orgánica, vidrio y resto), que llevan un chip para reconocer a cada usuario a la hora de recoger sus residuos. De ese modo se sabe quienes están realizando un correcto uso del sistema y quienes no, para que la educadora medioambiental se ponga en contacto con estos vecinos para asesorarlos en el uso del sistema.
La valoración que desde la localidad hacen es tremendamente positiva, ya que en tan solo un día se ha pasado de reciclar un 17% a un 70%, de manera inmediata. Para ello también se han retirado todos los contenedores de la vía pública, lo que ha repercutido en una mejora en la imagen, eliminación de suciedad y olores, así como más espacio para aparcamiento en calles problemáticas.
La recogida de cada tipo de residuos se realiza mediante un calendario, en el que se señala los días que se recogen cada fracción (orgánica, vidrio, cartón), para lo que se deja el cubo en la puerta de la casa, como se hacía antiguamente. Los operarios reconocen el chip mediante un sistema informático, depositan en el camión la basura y señalan las incidencias para la educadora ambiental (mal uso de los cubos, residuos fuera del día de recogida previsto), para que realice su asesoría a los ciudadanos.
Este sistema, aunque hace más cara la recogida de la basura, abarata el proceso de selección en planta para su reciclaje, además de incrementar el porcentaje de material reciclado, lo que hace que se lleve a vertedero una cantidad mucho menor. Ante la posibilidad de que en el futuro inmediato se establezca un pago por generación de residuos, en el que quienes más residuos no reciclables genere pague más, este sistema supone un importante avance.
![[Img #76365]](http://el7set.es/upload/images/01_2020/5920_img_0172charla-residuos-compromis.jpg)
Estamos a tiempo para cambiar el modelo de gestión de residuos urbanos en Torreblanca y obtener para ello ayudas de la Generalitat Valenciana antes de que las cada vez más exigentes normativas de la Unión Europea comiencen a aplicar sanciones a los municipios que no reciclan. Esta sería una de las principales conclusiones a las que se llegaron durante la charla que este viernes 10 de enero ofrecieron en la Biblioteca Municipal de Torreblanca el Director General de Calidad y Educación Ambiental, Joan Piquer Huerga, y la educadora ambiental del municipio de Orba (Alicante), Neus Donet. Un coloquio organizado por la agrupación local de Compromís per Torreblanca, en el que también participaron Miriam Pañella y Miquel Giner, del grupo municipal de Compromís.
La iniciativa surgía desde Compromís por la problemática que existe en Torreblanca en torno a la gestión de los residuos sólidos urbanos, que a juicio de la coalición valencianista surge de la ineficacia del actual sistema de gestión y de la falta de civismo de algunos usuarios. Por ese motivo, desde Compromís se pretende realizar este tipo de charlas para concienciar y educar a la ciudadanía para una mejor gestión y, sobre todo, una mayor cultura de reciclaje para reducir los residuos que se desechan.
Los ediles de Compromís señalaban en la presentación del acto que su grupo municipal se ha mostrado crítico desde el principio de la legislatura con el ejecutivo local al considerar que no se está haciendo nada al respecto desde el ayuntamiento, acusando al equipo de gobierno de haberse “acomodado”.
Con objeto de evitar el uso de argumentos como que “la gente no va a cambiar”, desde la agrupación local de Compromís pretenden “aportar ideas y opiniones de expertos”.
Joan Piquer Huerga, explicó durante su intervención que la Generalitat Valenciana está desarrollando el nuevo Plan Integral de Residuos de la Comunitat Valenciana aprobado en el año 2019, para avanzar en el reciclaje de los residuos que se están generando en los hogares valencianos, (2.000 millones de toneladas anuales), para evitar que la Unión Europea aplique las sanciones con las que apercibe a los países miembros que no se ajustan a los parámetros de reciclaje aprobados por Europa. Joan Piquer señalaba como experto que actualmente se ha tocado techo en el modelo de eliminación de residuos y reciclaje mediante contenedores, por lo que se impone la necesidad de seleccionar los residuos en origen para multiplicar el porcentaje de reciclaje.
Para ello, el Gobierno Valenciano se plantea una serie de retos, que pasan obligatoriamente por la educación ambiental, la reducción de la producción de residuos (plásticos, cartón, textiles), y aplicar nuevos sistemas para la gestión.
Ante el fallo de concepto del actual sistema, la Generalitat pretende desplegar una red de educadores ambientales en los municipios para ayudar a la ciudadanía a aplicar sistemas como el de recogida puerta a puerta, el uso del ecoparque, compostaje, con el objetivo de aplicar una solución global al problema de las basuras, al tiempo que se crearán nuevos puestos de trabajo (por ejemplo 400 nuevos educadores ambientales en los municipios, además del personal de recogida y gestión), para lo que también se podrá optar a ayudas por parte del gobierno valenciano.
Neus Donet, Educadora Ambiental del Ayuntamiento de Orba, aportó su experiencia en un caso de éxito en la aplicación del sistema de recogida puerta a puerta. Ante un municipio en una situación similar a la de Torreblanca, contenedores llenos, basura abandonada junto a los contenedores o voluminosos en plena calle, el consistorio de la localidad alicantina decidió apostar por esta nueva forma de gestión. Para ello se realizó un estudio de viabilidad para aplicar la recogida puerta por puerta, campañas de educación ambiental, cartas dirigidas a los habitantes de la localidad, para preparar a los usuarios de cara al nuevo sistema. Este consiste en unos cubos para separar por fracciones (plástico, cartón, orgánica, vidrio y resto), que llevan un chip para reconocer a cada usuario a la hora de recoger sus residuos. De ese modo se sabe quienes están realizando un correcto uso del sistema y quienes no, para que la educadora medioambiental se ponga en contacto con estos vecinos para asesorarlos en el uso del sistema.
La valoración que desde la localidad hacen es tremendamente positiva, ya que en tan solo un día se ha pasado de reciclar un 17% a un 70%, de manera inmediata. Para ello también se han retirado todos los contenedores de la vía pública, lo que ha repercutido en una mejora en la imagen, eliminación de suciedad y olores, así como más espacio para aparcamiento en calles problemáticas.
La recogida de cada tipo de residuos se realiza mediante un calendario, en el que se señala los días que se recogen cada fracción (orgánica, vidrio, cartón), para lo que se deja el cubo en la puerta de la casa, como se hacía antiguamente. Los operarios reconocen el chip mediante un sistema informático, depositan en el camión la basura y señalan las incidencias para la educadora ambiental (mal uso de los cubos, residuos fuera del día de recogida previsto), para que realice su asesoría a los ciudadanos.
Este sistema, aunque hace más cara la recogida de la basura, abarata el proceso de selección en planta para su reciclaje, además de incrementar el porcentaje de material reciclado, lo que hace que se lleve a vertedero una cantidad mucho menor. Ante la posibilidad de que en el futuro inmediato se establezca un pago por generación de residuos, en el que quienes más residuos no reciclables genere pague más, este sistema supone un importante avance.














