Del Sábado, 22 de Noviembre de 2025 al Domingo, 23 de Noviembre de 2025
Pleno ordinario
Compromís, PSOE y Torreblanca Decide se enzarzan en un debate sobre la urgencia de la protección del Campàs
![[Img #77151]](http://el7set.es/upload/images/01_2020/3067_img_0988.jpg)
El Ayuntamiento de Torreblanca despedía la gestión del mes de enero de este aún imberbe 2020 con el correspondiente pleno ordinario -que cada vez son menos plenos y más ordinarios- con un magro orden del día que no fue obstáculo para que Compromís y PSOE el equipo de gobierno PSOE-Torreblanca Decide se enzarzaran en un tenso debate sobre la protección del edificio del Campás.
La insistencia de Compromís en que el pleno del ayuntamiento adoptara un acuerdo vinculante sobre las medidas a adoptar para la protección de este inmueble encendió todas las alarmas en el ejecutivo local, por lo que tras las primeras escaramuzas verbales entre la portavoz de la coalición valencianista, Miriam Pañella, y la alcaldesa socialista, Josefa Tena, la concejala de Urbanismo, Rosa Ana Villanueva, desplegó un amplio muestrario documental para crear un sólido andamiaje para su vehemente oposición a aceptar la moción de Compromís.
Los ánimos ya venían caldeados desde la comisión informativa previa, donde Compromís intentó sin éxito que su moción entrase en el orden del día, así que las hostilidades comenzaron durante la exposición de la urgencia por parte de la portavoz, Miriam Pañella, que fue interrumpida por la alcaldesa, al considerar esta que se estaba extendiendo innecesariamente en su argumentación para demostrar la premura.
Pañella explicó que el edificio gótico se encuentra en riesgo, que se ha derrumbado una parte correspondiente a una ampliación más moderna, pero que el techo de madera se encuentra deteriorado, lo que hace necesaria una actuación diligente para reducir posibles consecuencias negativas. También denunció que el recinto se encontraba con las puertas abiertas y expuesto al vandalismo, situación que se corrigió rápidamente según reconoció Pañella. En añadidura a todos estos riesgos inminentes, Compromís aprovechó para solicitar que se incluyera el inmueble, que está considerado Bien de Relevancia Local, en el catálogo de la consellería de Cultura y que se estudiara si es susceptible de declararse BIC.
La alcaldesa Josefa Tena argumentó inicialmente que “a todos nos preocupa el patrimonio”, añadiendo a renglón seguido que se trata de un edificio privado y que se encuentra dentro del ámbito del PAI del golf. Tena emplazó a Compromís a esperar al próximo pleno del mes de febrero para adoptar un acuerdo, solicitando para ello los informes técnicos necesarios. Del mismo modo, informó de que se pusieron en contacto con el propietario actual para que tomara medidas para garantizar su correcta conservación, “no nos negamos a que se haga, lo que está en nuestra mano es decírselo al propietario”.
Rosa Ana Villanueva apuntaló la negativa diciendo que “de momento, lo dejaremos para más adelante”. La edil de Urbanismo explicó que el catálogo de bienes protegido data del año 2006, redactado como parte del expediente para la ejecución del PAI Doña Blanca Golf, con una ampliación para incluir un yacimiento arqueológico solicitada a instancias de la consellería de Cultura. Para Villanueva, la actuación inmediata, tal como ya había señalado Tena, fue llamar por teléfono a los propietarios, que acudieron en miércoles 30 para cerrar el edificio. Para la edil, en solo dos días de tiempo no podían hacer todo lo requerido por Compromís, por lo que defendió que no se incluyera en el orden del día y se trate “más adelante”, añadiendo que el derrumbe ha sido en una parte que no tiene relevancia patrimonial.
La titular de Urbanismo acusó a Compromís de haber utilizado el edificio del Campàs para orquestar una “campaña mediática” y que todo lo que solicitaba “ya está hecho”,a excepción de la declaración de BIC. Para la concejala de Torreblanca Decide, la moción de la coalición valencianista compromete al ayuntamiento “a muchas cosas” y manifestó su desconfianza respecto a ella, como un troyano al ver un caballo de madera.
De nada sirvieron las argumentaciones de la portavoz de Compromís, explicando que una simple búsqueda en la web de la consellería de Cultura permite ver que no está catalogado, algo que asegura que corroboró realizando una consulta con la administración autonómica. Lejos de ser un maquiavélico plan para subvertir el orden establecido de las cosas, Pañella aseguró que la intención de su grupo era en todo momento cumplir con lo establecido en la Ley de Patrimonio, la obligación de poner en conocimiento de las autoridades competentes la situación de riesgo del bien patrimonial.
Intercambiando acusaciones de engaños y medias verdades, Pañella y Villanueva mantuvieron el pulso dialéctico, y el debate se prolongaba y se prolongaba, haciendo de cada minuto que se dedicaba a la cuestión un filón de oro para Compromís y un terreno minado para el ejecutivo local. Alargar las argumentaciones mostraba a los primeros como ciudadanos concienciados y preocupados por el patrimonio, mientras que los segundos quedaban retratados innecesariamente como displicentes cuidadores de monumentos.
La falta de cintura política, de mano izquierda y de capacidad de consensuar de PSOE y Torreblanca Decide llevaron el debate al lugar donde quería Compromís, precisamente ahí, a debatir por largo rato una moción que no prosperaría, dando vueltas en círculos sobre los mismos temas temiendo que la moción llevara asociada una carga de profundidad que les pudiera estallar en la cara a los partidos que forman el equipo de gobierno actualmente, así como a los dos ediles del Partido Popular que sumaron la mayoría necesaria para bloquear la urgencia.
Con el chicle del debate estirado hasta el delirio, la paranoia campando al grito de “dende que te vi venir, dije por la burra vienes” y el orden del día en rompan filas, la portavoz del PP, María Ferrando, quiso explicar el sentido de su voto, lo que ya daba indicios de por donde irían los tiros a la hora de levantar la mano “porque habrá consecuencias”. Las consecuencias no son otras que las presiones que recibe desde su partido, que en la actualidad tramita un expediente de expulsión en contra suya y de Antonio Martínez, para que asuma como propias las directrices de la Junta Local del PP, que después de años de inactividad ahora bulle de espíritu asambleario.
Ferrando argumentó la necesidad de solicitar los informes necesarios a los técnicos municipales para poder aceptar la moción de Compromís, para seguidamente meterse en un charco que aprovechaba que el Pisuerga pasa por Valladolid para reprocharle a Pañella unas declaraciones de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, respecto a la idoneidad de invertir dinero público en reparar infraestructuras en el litoral que el año que viene puede volver a llevarse el mar. La política es un juego de formas y de tiempos. No era ni la una ni el otro.
PSOE, Torreblanca Decide y dos concejales del PP votaron en contra de la inclusión en el orden del día de la propuesta, mientras que Compromís, Ciudadanos y una concejala del PP votaron a favor.
El proyecto del campo de golf de Torrenostra se encuentra en un estado de equilibrio precario, por lo que el roce del ala de una mariposa parece un ariete para los posibilistas que aún lo ven viable. Tradicionalmente la consellería de Cultura ha sido una pesadilla para urbanizadores y ayuntamientos con sus exigencias de proteger esta casa vieja, aquel perol roto o esta piedra rara, así que para qué mentar a la soga en casa del ahorcado. De momento, el ámbito del golf es como el género de las fruterías, se mira pero no se toca, no sea caso que pase algo más que una moción.
El pleno, ya metidos en brega, tuvo su minuto de oro con la negativa de la alcaldesa de votar la urgencia a otra moción de Compromís y suma y sigue. Socialistas y valencianistas no se esfuerzan en ocultar sus diferencias después del fallido pacto entre ambas formaciones que, por el momento, mantiene al gobierno municipal en minoría en el papel, aunque de facto cuente con dos apoyos externos. Lo que ya resulta inadecuado de una autoridad municipal es la inquina de la alcaldesa, Josefa Tena, contra la representación de Compromís en la corporación y la diferencia de trato respecto al resto de la oposición. Tampoco ayuda que desde Compromís se sumen a la juerga de la incapacidad de dirigir los plenos de la alcaldesa, que en ocasiones los convierten en discusiones tabernarias. He aquí la democracia hablándonos, diciéndonos que les votamos porque nos representan.
![[Img #77151]](http://el7set.es/upload/images/01_2020/3067_img_0988.jpg)
El Ayuntamiento de Torreblanca despedía la gestión del mes de enero de este aún imberbe 2020 con el correspondiente pleno ordinario -que cada vez son menos plenos y más ordinarios- con un magro orden del día que no fue obstáculo para que Compromís y PSOE el equipo de gobierno PSOE-Torreblanca Decide se enzarzaran en un tenso debate sobre la protección del edificio del Campás.
La insistencia de Compromís en que el pleno del ayuntamiento adoptara un acuerdo vinculante sobre las medidas a adoptar para la protección de este inmueble encendió todas las alarmas en el ejecutivo local, por lo que tras las primeras escaramuzas verbales entre la portavoz de la coalición valencianista, Miriam Pañella, y la alcaldesa socialista, Josefa Tena, la concejala de Urbanismo, Rosa Ana Villanueva, desplegó un amplio muestrario documental para crear un sólido andamiaje para su vehemente oposición a aceptar la moción de Compromís.
Los ánimos ya venían caldeados desde la comisión informativa previa, donde Compromís intentó sin éxito que su moción entrase en el orden del día, así que las hostilidades comenzaron durante la exposición de la urgencia por parte de la portavoz, Miriam Pañella, que fue interrumpida por la alcaldesa, al considerar esta que se estaba extendiendo innecesariamente en su argumentación para demostrar la premura.
Pañella explicó que el edificio gótico se encuentra en riesgo, que se ha derrumbado una parte correspondiente a una ampliación más moderna, pero que el techo de madera se encuentra deteriorado, lo que hace necesaria una actuación diligente para reducir posibles consecuencias negativas. También denunció que el recinto se encontraba con las puertas abiertas y expuesto al vandalismo, situación que se corrigió rápidamente según reconoció Pañella. En añadidura a todos estos riesgos inminentes, Compromís aprovechó para solicitar que se incluyera el inmueble, que está considerado Bien de Relevancia Local, en el catálogo de la consellería de Cultura y que se estudiara si es susceptible de declararse BIC.
La alcaldesa Josefa Tena argumentó inicialmente que “a todos nos preocupa el patrimonio”, añadiendo a renglón seguido que se trata de un edificio privado y que se encuentra dentro del ámbito del PAI del golf. Tena emplazó a Compromís a esperar al próximo pleno del mes de febrero para adoptar un acuerdo, solicitando para ello los informes técnicos necesarios. Del mismo modo, informó de que se pusieron en contacto con el propietario actual para que tomara medidas para garantizar su correcta conservación, “no nos negamos a que se haga, lo que está en nuestra mano es decírselo al propietario”.
Rosa Ana Villanueva apuntaló la negativa diciendo que “de momento, lo dejaremos para más adelante”. La edil de Urbanismo explicó que el catálogo de bienes protegido data del año 2006, redactado como parte del expediente para la ejecución del PAI Doña Blanca Golf, con una ampliación para incluir un yacimiento arqueológico solicitada a instancias de la consellería de Cultura. Para Villanueva, la actuación inmediata, tal como ya había señalado Tena, fue llamar por teléfono a los propietarios, que acudieron en miércoles 30 para cerrar el edificio. Para la edil, en solo dos días de tiempo no podían hacer todo lo requerido por Compromís, por lo que defendió que no se incluyera en el orden del día y se trate “más adelante”, añadiendo que el derrumbe ha sido en una parte que no tiene relevancia patrimonial.
La titular de Urbanismo acusó a Compromís de haber utilizado el edificio del Campàs para orquestar una “campaña mediática” y que todo lo que solicitaba “ya está hecho”,a excepción de la declaración de BIC. Para la concejala de Torreblanca Decide, la moción de la coalición valencianista compromete al ayuntamiento “a muchas cosas” y manifestó su desconfianza respecto a ella, como un troyano al ver un caballo de madera.
De nada sirvieron las argumentaciones de la portavoz de Compromís, explicando que una simple búsqueda en la web de la consellería de Cultura permite ver que no está catalogado, algo que asegura que corroboró realizando una consulta con la administración autonómica. Lejos de ser un maquiavélico plan para subvertir el orden establecido de las cosas, Pañella aseguró que la intención de su grupo era en todo momento cumplir con lo establecido en la Ley de Patrimonio, la obligación de poner en conocimiento de las autoridades competentes la situación de riesgo del bien patrimonial.
Intercambiando acusaciones de engaños y medias verdades, Pañella y Villanueva mantuvieron el pulso dialéctico, y el debate se prolongaba y se prolongaba, haciendo de cada minuto que se dedicaba a la cuestión un filón de oro para Compromís y un terreno minado para el ejecutivo local. Alargar las argumentaciones mostraba a los primeros como ciudadanos concienciados y preocupados por el patrimonio, mientras que los segundos quedaban retratados innecesariamente como displicentes cuidadores de monumentos.
La falta de cintura política, de mano izquierda y de capacidad de consensuar de PSOE y Torreblanca Decide llevaron el debate al lugar donde quería Compromís, precisamente ahí, a debatir por largo rato una moción que no prosperaría, dando vueltas en círculos sobre los mismos temas temiendo que la moción llevara asociada una carga de profundidad que les pudiera estallar en la cara a los partidos que forman el equipo de gobierno actualmente, así como a los dos ediles del Partido Popular que sumaron la mayoría necesaria para bloquear la urgencia.
Con el chicle del debate estirado hasta el delirio, la paranoia campando al grito de “dende que te vi venir, dije por la burra vienes” y el orden del día en rompan filas, la portavoz del PP, María Ferrando, quiso explicar el sentido de su voto, lo que ya daba indicios de por donde irían los tiros a la hora de levantar la mano “porque habrá consecuencias”. Las consecuencias no son otras que las presiones que recibe desde su partido, que en la actualidad tramita un expediente de expulsión en contra suya y de Antonio Martínez, para que asuma como propias las directrices de la Junta Local del PP, que después de años de inactividad ahora bulle de espíritu asambleario.
Ferrando argumentó la necesidad de solicitar los informes necesarios a los técnicos municipales para poder aceptar la moción de Compromís, para seguidamente meterse en un charco que aprovechaba que el Pisuerga pasa por Valladolid para reprocharle a Pañella unas declaraciones de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, respecto a la idoneidad de invertir dinero público en reparar infraestructuras en el litoral que el año que viene puede volver a llevarse el mar. La política es un juego de formas y de tiempos. No era ni la una ni el otro.
PSOE, Torreblanca Decide y dos concejales del PP votaron en contra de la inclusión en el orden del día de la propuesta, mientras que Compromís, Ciudadanos y una concejala del PP votaron a favor.
El proyecto del campo de golf de Torrenostra se encuentra en un estado de equilibrio precario, por lo que el roce del ala de una mariposa parece un ariete para los posibilistas que aún lo ven viable. Tradicionalmente la consellería de Cultura ha sido una pesadilla para urbanizadores y ayuntamientos con sus exigencias de proteger esta casa vieja, aquel perol roto o esta piedra rara, así que para qué mentar a la soga en casa del ahorcado. De momento, el ámbito del golf es como el género de las fruterías, se mira pero no se toca, no sea caso que pase algo más que una moción.
El pleno, ya metidos en brega, tuvo su minuto de oro con la negativa de la alcaldesa de votar la urgencia a otra moción de Compromís y suma y sigue. Socialistas y valencianistas no se esfuerzan en ocultar sus diferencias después del fallido pacto entre ambas formaciones que, por el momento, mantiene al gobierno municipal en minoría en el papel, aunque de facto cuente con dos apoyos externos. Lo que ya resulta inadecuado de una autoridad municipal es la inquina de la alcaldesa, Josefa Tena, contra la representación de Compromís en la corporación y la diferencia de trato respecto al resto de la oposición. Tampoco ayuda que desde Compromís se sumen a la juerga de la incapacidad de dirigir los plenos de la alcaldesa, que en ocasiones los convierten en discusiones tabernarias. He aquí la democracia hablándonos, diciéndonos que les votamos porque nos representan.















