L'Escola d'Estiu de Vilafranca pone fin a un mes de actividades

La actuación de los más pequeños ha puesto el punto final a una nueva edición de l'Escola d'Estiu de Vilafranca, que cerró sus puertas el pasado viernes día 3. Ha sido un mes en el que los más pequeños han trabajado una gran variedad de temas. Los padres pudieron asistir a una gran actuación de final de curso. La fiesta final de curso fue el fruto de un intenso trabajo de ensayo por parte de los monitores y con la implicación de los alumnos.

L'Escola d'Estiu ha fomentado la construcción del espacio personal. Los niños han podido ir al huerto, han construido un espantapájaros y han desarrollado un taller de legumbres. En el transcurso de la escuela han aprendido canciones, han jugado en la piscina y han visitado la estación meteorológica del municipio. La seguridad vial ha sido otra de las apuestas y los niños han aprendido a circular como peatones. En el programa de visitas y actividades los más pequeños han visitado una ambulancia, han practicado juegos paralímpicos y han preparado una gran olimpiada. Los participantes han podido confeccionar su propia equipación. L'Escola d'Estiu ha contado con casi un centenar de alumnos. Los escolares han conocido la interculturalidad y han desarrollado juegos de otras culturas. De hecho, han conocido la realidad del Sahara.

L'Escola d'Estiu ha desarrollado las manualidades entre los más pequeños. De este modo han practicado construyendo un títere y han participado en una granja escuela. Juegos de mesa, juegos populares de Vilafranca, el incentivo de los juegos en la calle... han sido otras de las propuestas. Los padres han manifestado su satisfacción por el desarrollo de l'Escola d'Estiu, que se despide hasta el próximo verano.