Fiestas patronales
Día de las paellas en las fiestas de Torreblanca
![[Img #12660]](upload/img/periodico/img_12660.jpg)
El miércoles 29 de agosto los vecinos de Torreblanca se volcaron en la celebración del Día de las paellas. Este acto del programa festivo se ha ido consolidando a lo largo de los años en el programa de fiestas, convirtiéndose en uno de los más divertidos y participativos.
La jornada comenzó con la tradicional torrá en el Ribet, protagonizando a continuación la entrada y prueba las reses de la ganadería de José Albert.
Las charangas Ben Kalents y Xaranga show comenzaron a calentar el ambiente y los cocineros hicieron lo propio con los paelleros, para preparar el plato valenciano por antonomasia, la paella.
Cada cual con su receta, con su truco o con el toque secreto, se dedicó con empeño a saciar el hambre de los comensales y deleitarlos con lo mejor de su cocina. Hubo paellas de autor, colectivas y prototipos de paella, pero todas sirvieron para reunir alrededor de las mesas habilitadas en la calle San Antonio a familias, collas, grupos de amigos, para compartir la jornada.
Como también se ha convertido en tradición remojarse, hasta el punto de que se ha institucionalizado lo que comenzó como una broma de sobremesa, se llevó a cabo la Fiesta de la Espuma y a continuación vaquillas enfundadas de la ganadería de José Albert.
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El miércoles 29 de agosto los vecinos de Torreblanca se volcaron en la celebración del Día de las paellas. Este acto del programa festivo se ha ido consolidando a lo largo de los años en el programa de fiestas, convirtiéndose en uno de los más divertidos y participativos.
La jornada comenzó con la tradicional torrá en el Ribet, protagonizando a continuación la entrada y prueba las reses de la ganadería de José Albert.
Las charangas Ben Kalents y Xaranga show comenzaron a calentar el ambiente y los cocineros hicieron lo propio con los paelleros, para preparar el plato valenciano por antonomasia, la paella.
Cada cual con su receta, con su truco o con el toque secreto, se dedicó con empeño a saciar el hambre de los comensales y deleitarlos con lo mejor de su cocina. Hubo paellas de autor, colectivas y prototipos de paella, pero todas sirvieron para reunir alrededor de las mesas habilitadas en la calle San Antonio a familias, collas, grupos de amigos, para compartir la jornada.
Como también se ha convertido en tradición remojarse, hasta el punto de que se ha institucionalizado lo que comenzó como una broma de sobremesa, se llevó a cabo la Fiesta de la Espuma y a continuación vaquillas enfundadas de la ganadería de José Albert.![[Img #12665]](upload/img/periodico/img_12665.jpg)
































































