Festival Internacional de Música de Oropesa del Mar
Dryades sorprendió al público del ORFIM con su espectáculo "The Crystal Kingdom"
El segundo de los conciertos del Festival Internacional de Música de Oropesa del Mar, ORFIM, corrió a cargo del grupo musical Dryades, que sorprendieron con su actuación "The Crystal Kingdom".
El alcalde de la localidad, Rafael Albert, junto a concejales de la corporación musical, asistió como cada noche a este festival veraniego que se ha convertido en un clásico del mes de agosto en la localidad.
Como surgidas de un cuento de hadas, Delia Itoiz, Maite Agúndez y Zuberoa Aznárez proyectaron sus cálidas y embriagadoras voces, con un toque sofisticado, combinando sus propias composiciones con obras y sonidos ancestrales de otros siglos y tierras.
Para la actuación utilizaron sus propios instrumentos: arpas celtas, flautas, percusión, laud renacentista o el piano y cantando en diversas lenguas, incluyendo algunas ya perdidas.
La pintoresca calle San Jaime, en el mismo casco antiguo de la localidad, volvió a llenarse prácticamente en su totalidad de público fiel a uno de los certámenes musicales más consolidados. El ORFIM cumple este año trece ediciones con muy buena salud.
El segundo de los conciertos del Festival Internacional de Música de Oropesa del Mar, ORFIM, corrió a cargo del grupo musical Dryades, que sorprendieron con su actuación "The Crystal Kingdom".
El alcalde de la localidad, Rafael Albert, junto a concejales de la corporación musical, asistió como cada noche a este festival veraniego que se ha convertido en un clásico del mes de agosto en la localidad.
Como surgidas de un cuento de hadas, Delia Itoiz, Maite Agúndez y Zuberoa Aznárez proyectaron sus cálidas y embriagadoras voces, con un toque sofisticado, combinando sus propias composiciones con obras y sonidos ancestrales de otros siglos y tierras.
Para la actuación utilizaron sus propios instrumentos: arpas celtas, flautas, percusión, laud renacentista o el piano y cantando en diversas lenguas, incluyendo algunas ya perdidas.
La pintoresca calle San Jaime, en el mismo casco antiguo de la localidad, volvió a llenarse prácticamente en su totalidad de público fiel a uno de los certámenes musicales más consolidados. El ORFIM cumple este año trece ediciones con muy buena salud.

















