El cuento de MONTEDEMONTAÑA
En tiempos de Mariacastaña el trastatarabuelo de MONTEDEMONTAÑA se adueñó de un terreno en un lugar del mundo. Se hizo una casa. Se casó con una moza y tuvieron al tatarabuelo de MONTEDEMONTAÑA. Y fueron felices.
Este, el tatarabuelo, mantuvo la casa y se hizo un jardín. También se casó con una moza y tuvieron al bisabuelo de MONTEDEMONTAÑA. Y fueron felices.
Este, el bisabuelo, mejoró la casa y el jardín. También se casó con una moza y tuvieron al abuelo de MONTEDEMONTAÑA. Y fueron felices.
Este, el abuelo, vendió la casa y el jardín a un constructor, y a cambio recibió el entresuelo para vivir y tres pisos en la 9ª planta del edificio. También se casó con una moza y tuvieron al padre de MONTEDEMONTAÑA. También fueron felices.
Este, el padre, también se casó y tuvo a MONTEDEMONTAÑA. Y fueron felices.
MONTEDEMONTAÑA se casó y tuvo dos hijos. Y aquí es donde empezaron los trastornos, follones, sinrazón, arbitrariedades, ilegalidades, insultos, desmanes y atropellos, y no fueron felices.
MONTEDEMONTAÑA explicó a su familia, esposa, dos hijos y padre que, había hecho números, y si no pagaban el gasto de comunidad ahorrarían más dinero, pues no usarían el ascensor ni la luz comunitaria, y para entrar en casa se harían una pequeña escalera que diera al jardín. Y todos estuvieron de acuerdo en no pagar.
MONTEDEMONTAÑA lo comunicó a la junta de escalera y lo votaron. El resultado fue que no. Pero MONTEDEMONTAÑA dijo que él y su familia habían votado y en su casa decidían ellos, y que los demás vecinos no debían opinar sobre su casa y su familia. Y que había que respetar la democracia que es votar, y en su casa mandaban ellos y que era más importante llenar las urnas que cumplir la ley y … bla,bla,bla…
Y no pagaron los gastos comunes de escalera. Y se hicieron la escalera que daba al jardín.
Al cabo de un tiempo MONTEDEMONTAÑA recibió el embargo del entresuelo por no pagar los gastos comunitarios, y unos obreros del ayuntamiento desmontaron la escalera ilegal que daba al jardín, debiendo pagar MONTEDEMONTAÑA la factura de los gastos.
Los hijos y padre, cabreados, se fueron a vivir al noveno piso, y la mujer de MONTEDEMONTAÑA que era muy sumisa se quedó con él.
Y colorín colorado el cuento se ha acabado.
¡Ah! Se me olvidaba: La traducción de MONTEDEMONTAÑA al catalán es Puigdemont.
En tiempos de Mariacastaña el trastatarabuelo de MONTEDEMONTAÑA se adueñó de un terreno en un lugar del mundo. Se hizo una casa. Se casó con una moza y tuvieron al tatarabuelo de MONTEDEMONTAÑA. Y fueron felices.
Este, el tatarabuelo, mantuvo la casa y se hizo un jardín. También se casó con una moza y tuvieron al bisabuelo de MONTEDEMONTAÑA. Y fueron felices.
Este, el bisabuelo, mejoró la casa y el jardín. También se casó con una moza y tuvieron al abuelo de MONTEDEMONTAÑA. Y fueron felices.
Este, el abuelo, vendió la casa y el jardín a un constructor, y a cambio recibió el entresuelo para vivir y tres pisos en la 9ª planta del edificio. También se casó con una moza y tuvieron al padre de MONTEDEMONTAÑA. También fueron felices.
Este, el padre, también se casó y tuvo a MONTEDEMONTAÑA. Y fueron felices.
MONTEDEMONTAÑA se casó y tuvo dos hijos. Y aquí es donde empezaron los trastornos, follones, sinrazón, arbitrariedades, ilegalidades, insultos, desmanes y atropellos, y no fueron felices.
MONTEDEMONTAÑA explicó a su familia, esposa, dos hijos y padre que, había hecho números, y si no pagaban el gasto de comunidad ahorrarían más dinero, pues no usarían el ascensor ni la luz comunitaria, y para entrar en casa se harían una pequeña escalera que diera al jardín. Y todos estuvieron de acuerdo en no pagar.
MONTEDEMONTAÑA lo comunicó a la junta de escalera y lo votaron. El resultado fue que no. Pero MONTEDEMONTAÑA dijo que él y su familia habían votado y en su casa decidían ellos, y que los demás vecinos no debían opinar sobre su casa y su familia. Y que había que respetar la democracia que es votar, y en su casa mandaban ellos y que era más importante llenar las urnas que cumplir la ley y … bla,bla,bla…
Y no pagaron los gastos comunes de escalera. Y se hicieron la escalera que daba al jardín.
Al cabo de un tiempo MONTEDEMONTAÑA recibió el embargo del entresuelo por no pagar los gastos comunitarios, y unos obreros del ayuntamiento desmontaron la escalera ilegal que daba al jardín, debiendo pagar MONTEDEMONTAÑA la factura de los gastos.
Los hijos y padre, cabreados, se fueron a vivir al noveno piso, y la mujer de MONTEDEMONTAÑA que era muy sumisa se quedó con él.
Y colorín colorado el cuento se ha acabado.
¡Ah! Se me olvidaba: La traducción de MONTEDEMONTAÑA al catalán es Puigdemont.



















