Compromis plantea un modelo de turismo rural de costa y una industria limpia como alternativas al campo de golf

La creación de un sólido tejido industrial, la recuperación de la agricultura mediante el uso de la tecnología, la búsqueda de un modelo de turismo rural de costa, las dificultades del proyecto de golf para convertirse en realidad, la puesta en valor del litoral virgen y la propuesta de la candidatura de Compromis per Torreblanca de crear una zona industrial junto al nudo de comunicaciones de la rotonda de conexión entre la N-340, la carretera del aeropuerto, la AP-7 y la autovía son los aspectos más destacados de la charla coloquio “N’hi ha alternatives al golf?” que tuvo lugar este viernes 29 de marzo en la Biblioteca Municipal de Torreblanca.

Este foro de debate y propuestas políticas organizado por Compromís per Torreblanca contó con la participación destacada del conseller de Economía Sostenible, Rafael Climent, y el secretario autonómico de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, Lluís Ferrando. También intervinieron en el acto la candidata a la alcaldía por Compromís, Miriam Pañella, Vera Bou y Miquel Giner, miembros también de la candidatura.

Tras una introducción en la que la candidata a la alcaldía de Torreblanca ofreció un somero análisis sobre algunos de los aspectos más destacados de la situación socioeconómica de la localidad, con datos que la sitúan por debajo de pueblos más pequeños del interior de la provincia en cuanto a renta per cápita y con una tasa de paro solo inferior a la de localidades de mayores dimensiones como Orpesa o Vinaròs. El diagnóstico de Compromís muestra una sociedad que habla de los problemas sin actuar en implementar soluciones y de un ayuntamiento incapaz de proponer dichas soluciones, poniendo como ejemplo la gestión que durante los últimos años se ha hecho de un proyecto tan emblemático como el del campo de golf.

Para Miriam Pañella la solución pasa por un cambio en las mentalidades, en las personas y en los objetivos, para reinventar Torreblanca y dignificarla, con el fin de sacarla de la parálisis en la que ha quedado sumida durante los últimos años, trabajando en la generación de actividad comercial, empleo y desarrollo.

En su intervención, Rafael Climent habló de la economía del bien común y de su experiencia como alcalde de Muro. Para ello invitó a hacerse la pregunta de ¿Qué quiero ser de mayor? El establecimiento de unos objetivos claros para crear el modelo de pueblo que queremos crear es, a juicio del conseller de Economía Sostenible, uno de los elementos más importantes de la planificación, junto con el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y la apuesta por la diversificación de sectores productivos, para darle la vuelta a la tendencia nacional en la que el 70% del PIB se genera en el sector servicios, o lo que es lo mismo “dependemos de otros”.

En ese orden de cosas, Climent destacó que “en política lo que debería ser evidente es revolucionario”, por lo que llamó a invertir esa tendencia y aplicar “políticas de lo evidente”, haciendo aquello para lo que han sido elegidos los cargos públicos, servir de instrumentos para que la ciudadanía alcance sus objetivos de desarrollo.

Una nueva ubicación para el suelo industrial

El candidato en la lista de Compromís para las elecciones municipales, Miquel Giner, planteó la propuesta de crear una zona industrial al norte del término municipal, junto al nudo de comunicaciones de la AP-7, la N-340 y la carretera del aeropuerto, que solucionaría los problemas que históricamente habían detenido proyectos de suelo industrial anteriores, los accesos por carretera, y podrían suponer un revulsivo para la implantación de empresas en el municipio.

Sobre esa propuesta, el conseller incidió en que se debe apostar por la industria, que aporta estabilidad y desarrollo, remitiéndose a las políticas de reindustrialización que se han aplicado durante los últimos cuatro años desde la Generalitat Valenciana a través del IVACE. No obstante, Climent instó a ser en todo momento proactivos para poder tomar iniciativas que después sean apoyadas desde las administraciones públicas para la creación de ese tejido industrial, incidiendo en la creación de industrias limpias y con un especial enfoque en la tecnología.

Ferrando: “La Sareb no ha puesto un ladrillo encima de otro en toda España”

Por su parte, el secretario autonómico de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, Lluís Ferrando, describió la situación previa a la crisis como una “economía insostenible” y “un desastre absoluto”. Los grandes desarrollos urbanísticos, los macroproyectos, las gigantescas recalificaciones de suelo y la presión sobre el litoral de la Comunitat Valenciana han creado una situación que, a juicio de Ferrando, solo puede tener una salida a través de la reconversión del sistema. En ese sentido se refirió al proyecto de Doña Blanca Golf en Torreblanca y a la larga espera que ha llevado a la actual situación, “no ha encontrado un inversor porque no hay”, insistiendo en que desde la Generalitat, “se le da todo el apoyo necesario”.

Sin embargo, Ferrando llamó la atención sobre el hecho de que el posible inversor interesado en desarrollar ahora el PAI del golf, la Sareb, “no ha puesto un ladrillo encima de otro en toda España, solo se dedican a buscar un inversor y venderle los terrenos que tienen”.

Además, el secretario autonómico alertó sobre el demoledor informe del anterior secretario municipal de Torreblanca sobre el proyecto, donde planteaba que el expediente había caducado y que debía ser reiniciado, indicando también las dudas en torno al suministro de agua potable, entre otras cuestiones, “hay que escuchar al secretario municipal, hay que escucharlo y andar con pies de plomo”, señalando las dificultades que entraña, por ejemplo, la obtención de los recursos hídricos necesarios desde la desaladora de Cabanes-Oropesa, los costes que repercutirían y los plazos que se necesitarían para ejecutar las obras de infraestructura necesarias.

En contrapartida, Lluís Ferrando habló de las oportunidades que abre la aplicación del Pativel, “que se ve como un ataque, pero que sirve para poner en valor las zonas”, mediante la protección de los 500 primeros metros de litoral, aunque permite edificaciones en suelo no urbanizable, y en los 500 metros siguientes, en los que se amplían los usos y se libera de la necesidad de solicitar una Declaración de Interés Comunitario para desarrollar una actividad, “protege el paisaje y pone en valor las propiedades”.

Vera Bou, de la candidatura de Compromís, indicó que a la hora de desarrollar el proyecto del campo de golf en Torreblanca no se ha tenido en cuenta a ningún técnico municipal de turismo de los cuatro que trabajaban durante la tramitación del expediente en en el consistorio, denunciando la falta de transparencia con la que se ha llevado este proyecto en los últimos tiempos.

Para Lluís Ferrando, una de las espadas de Damocles que penden sobre el proyecto del golf de Torreblanca es la seguridad jurídica, que al no garantizarse ha provocado que ninguna empresa optara a la adjudicación en la última licitación de las bases realizada. Según Ferrando, la inseguridad jurídica, la interpretación de la caducidad del expediente, la desaparición del campo de golf de las bases que se sacaron a concurso el pasado año, entre otras cuestiones, representan un obstáculo para el proyecto.

Rafael Climent terció en ese momento para añadir que además de la seguridad jurídica debe existir una voluntad política, una forma de hacer política y gestión que se base en la democracia del día a día, “no solo cada cuatro años”, en una gestión en la que los políticos no se sientan legitimados por los votos a hacer su voluntad durante una legislatura, sino a someterse a la voluntad de los ciudadanos en todas y cada una de las decisiones importantes que se deban tomar en el ayuntamiento. Además, para el ex alcalde de Muro los políticos deben aprender a decir muchas veces que no, cuando lo que se les propone no obedece al bien común y solo persigue lo que denominó como “capitalismo de amiguitos”.

Vera Bou puntualizó entonces que la postura de Compromís per Torreblanca busca que el pueblo crezca “pero con seny”, desarrollando las zonas que están actualmente urbanizadas pero no edificadas, apostando por un modelo turístico claro y definido, creando plazas hoteleras, alojamientos, con un referente claro en el turismo rural de costa que se desarrolla en las islas de Formentera y Menorca, tomando ejemplo de cosas que funcionan en otros lugares similares.

Rafael Climent finalizó insistiendo en la necesidad de apostar por una industria limpia, creadora de empleo de calidad, incidiendo en la diversificación para crear una economía local sólida, que genere actividad comercial, sectores como la logística, fomento de la agricultura, del cooperativismo, no solo agrícola, sino también en diferentes sectores productivos, digitalización y, finalmente, búsqueda de un modelo de turismo sostenible, de calidad, que beneficie el interés general frente a la especulación.