No es el paraíso, pero se le parece

En cuántas ocasiones se sueña con un lugar paradisíaco donde reina la paz, un lugar para desconectar del fragor de la vida diaria y el estrés al que nos somete, y es raro que en esas ensoñaciones la representación de Edén no sea una isla. Y pensando en islas qué mejor que visitar el archipiélago de las Baleares, próximo, cercano no solo en distancia, donde algunas de ellas son famosas en el mundo entero. Porque quién no ha oído hablar de Ibiza o de Mallorca.

Pero entre todas hay una bellísima, mas humilde y menos conocida que sus hermanas, pero que si la visitan volverán. Es Menorca,  famosa por sus playas extensas, que tienen dunas arenosas de varios kilómetros de longitud y calas rocosas con aguas de color turquesa. La costa está cubierta de pinares. Mahón, la capital, se encuentra en un acantilado con vistas a un gran puerto y cuenta con mansiones georgianas y una iglesia que data del s. XIII, junto a otros monumentos que sorprenderán a muchos visitantes que piensan que la isla es solo mar y todo lo referente a él, sin construcciones de renombre y mucho menos dignas de visitarse por su historia o antigüedad. La isla cuenta con una historia densa y antigua, que le confieren un aire de aventurera como pocas tienen. Piratas, conquistas, contrabandistas, y un sin fin de aventureros que encontraron en Menorca un refugio y una residencia para sus correrías y sus vidas. Porque existe una Menorca diferente para cada tipo de visitante y para que cada uno encuentre aquello que busca. Una isla hippie, otra hípster, otra aventurera, otra marinera, otra pacífica y tranquila. Cada uno encontrará en la isla su tipo de vida, aquella que sueñan y sentirán que ese es el lugar donde quieren vivir.

Hay mucho que hacer en Menorca,  para no aburrirse con seguridad. Incluso si ustedes son de los clásicos a la hora de hacer turismo, pueden visitar sus monumentos, disfrutar de su gastronomía, y de forma más relajada e informal recorrer sus mercadillos artesanos que en verano sobre todo proliferan y se enriquecen más si cabe  con sus mercancías y variedades.

Y mientras preparan sus vacaciones o una visita a la isla y piensan en el alojamiento, y mientras no tengan un yate donde pernoctar, lo mejor es plantearse una opción que por su comodidad y versatilidad está en alza hace tiempo, como son los apartamentos. Les permitirá un ahorro considerable si son varias personas, podrán cocinar, no depender de horarios de comidas ni llegadas, y sobre todo vivir unos días como un vecino más de esta isla maravillosa. Si aún no lo ven claro, si tienen dudas, visiten Apartamentos Menorca y confíen en el profesional de los viajes para hacer del suyo un éxito.