La historia de la Virgen de Guadalupe
![[Img #72010]](http://el7set.es/upload/images/04_2019/711_estampa-religiosa-virgen-de-guadalupe.jpg)
La Virgen de Guadalupe representa la imagen de la iglesia católica en México y cada 12 de diciembre sus miles de fieles peregrinan hasta su templo para rendirle homenaje y mostrarle su profunda devoción. A lo largo de todo el año la Basilica de Guadalupe es visitada por millones de católicos y turistas de todo el mundo para contemplar su imagen, la que la ha hecho mundialmente conocida y que quedó impresa en el ayate de Juan Diego como prueba de su aparición en el monte de Tepeyac. Innumerables imágenes de la virgen de Guadalupe adornan los hogares mexicanos como muestra de su cariño y devoción.
En el año 1531 el indígena Juan Diego Cuauhtlatoatzin, convertido al cristianismo por los frailes franciscanos, anunció que el 9 de diciembre de ese año el canto de los pájaros, en el que escuchó su propio nombre, lo guió hasta el lugar den monte Tepeyac en el que tuvo lugar la primera de las apariciones de la Virgen, en la que le pidió que construyera un templo en aquel lugar.
A pesar de las dudas iniciales del obispo Juan de Zumárraga, Juan Diego insistió y presentó al obispo hasta tres milagros: la curación de su tío enfermo, recogió rosas en pleno invierno en una región en la que no se conocía la existencia de esa especie floral y la impresión en el ayate en el que recogió las rosas de una detallada imagen de la virgen, que fue el argumento definitivo para vencer las reticencias del religioso. Ese tercer prodigio tenía lugar el 12 de noviembre de 1531, fecha que quedaría para siempre marcada en la historia del culto guadalupano en México.
La imagen impresa en el ayate, la que convenció definitivamente a las autoridades eclesiásticas de la época, representa el mayor misterio de cuantos rodean a la Virgen de Guadalupe y que ha sido objeto de numerosos estudios teológicos y científicos para comprobar su legitimidad.
El ayate en el que Juan Diego recolectó las flores y en el que posteriormente aparecería la imagen de la virgen está elaborado con tejido de agave, un material tosco y poco indicado para servir de lienzo a la hora de plasmar una pintura con el lujo de detalle que tiene la imagen de la virgen. Además, el tejido no se caracteriza por su durabilidad y resistencia, sin embargo ha sobrevivido intacto 500 años, muchos de los cuales no contó ni tan siquiera con la protección de un cristal en el marco en el que se lo ubicó.
También salió ilesa al derrame accidental de ácido por parte de unos operarios que limpiaban el marco y a la explosión de una bomba colocada dentro de un ramo de flores a sus pies por Luciano López el 14 de noviembre de 1921, que hizo volar por los aires el altar de mármol, las escaleras, destrozó los jarrones que decoraban la imagen, retorció candelabros y crucifijos hechos de metal, pero no logró ni tan siquiera romper el cristal del cuadro con el que se protegía la imagen.
La Virgen de Guadalupe es la Patrona de México, y el cura Hidalgo, padre de la patria mexicana en la independencia, la usó como estandarte del alzamiento contra el gobierno español. Sucesivos Papas de la iglesia católica le han otorgado a la Virgen de Guadalupe los títulos de Patrona de América, Madre de las Américas, Misionera Celeste del Nuevo Mundo, entre otros.
La guadalupana ha logrado reunir el sincretismo de los antiguos cultos prehispánicos y la religión católica, ya que la historia cuenta que Juan Diego no hablaba español, por lo que la Virgen se dirigió a él en su lengua, el náhuatl, haciéndose llamar Tequatlasupe “La que pisa la serpiente”, que se españolizaría como Guadalupe, y el cerro del Tepeyac era un centro ceremonial dedicado a Coatlicue o Tonantzin, madre del dios serpiente azteca.
La Virgen de Guadalupe representa la imagen de la iglesia católica en México y cada 12 de diciembre sus miles de fieles peregrinan hasta su templo para rendirle homenaje y mostrarle su profunda devoción. A lo largo de todo el año la Basilica de Guadalupe es visitada por millones de católicos y turistas de todo el mundo para contemplar su imagen, la que la ha hecho mundialmente conocida y que quedó impresa en el ayate de Juan Diego como prueba de su aparición en el monte de Tepeyac. Innumerables imágenes de la virgen de Guadalupe adornan los hogares mexicanos como muestra de su cariño y devoción.
En el año 1531 el indígena Juan Diego Cuauhtlatoatzin, convertido al cristianismo por los frailes franciscanos, anunció que el 9 de diciembre de ese año el canto de los pájaros, en el que escuchó su propio nombre, lo guió hasta el lugar den monte Tepeyac en el que tuvo lugar la primera de las apariciones de la Virgen, en la que le pidió que construyera un templo en aquel lugar.
A pesar de las dudas iniciales del obispo Juan de Zumárraga, Juan Diego insistió y presentó al obispo hasta tres milagros: la curación de su tío enfermo, recogió rosas en pleno invierno en una región en la que no se conocía la existencia de esa especie floral y la impresión en el ayate en el que recogió las rosas de una detallada imagen de la virgen, que fue el argumento definitivo para vencer las reticencias del religioso. Ese tercer prodigio tenía lugar el 12 de noviembre de 1531, fecha que quedaría para siempre marcada en la historia del culto guadalupano en México.
La imagen impresa en el ayate, la que convenció definitivamente a las autoridades eclesiásticas de la época, representa el mayor misterio de cuantos rodean a la Virgen de Guadalupe y que ha sido objeto de numerosos estudios teológicos y científicos para comprobar su legitimidad.
El ayate en el que Juan Diego recolectó las flores y en el que posteriormente aparecería la imagen de la virgen está elaborado con tejido de agave, un material tosco y poco indicado para servir de lienzo a la hora de plasmar una pintura con el lujo de detalle que tiene la imagen de la virgen. Además, el tejido no se caracteriza por su durabilidad y resistencia, sin embargo ha sobrevivido intacto 500 años, muchos de los cuales no contó ni tan siquiera con la protección de un cristal en el marco en el que se lo ubicó.
También salió ilesa al derrame accidental de ácido por parte de unos operarios que limpiaban el marco y a la explosión de una bomba colocada dentro de un ramo de flores a sus pies por Luciano López el 14 de noviembre de 1921, que hizo volar por los aires el altar de mármol, las escaleras, destrozó los jarrones que decoraban la imagen, retorció candelabros y crucifijos hechos de metal, pero no logró ni tan siquiera romper el cristal del cuadro con el que se protegía la imagen.
La Virgen de Guadalupe es la Patrona de México, y el cura Hidalgo, padre de la patria mexicana en la independencia, la usó como estandarte del alzamiento contra el gobierno español. Sucesivos Papas de la iglesia católica le han otorgado a la Virgen de Guadalupe los títulos de Patrona de América, Madre de las Américas, Misionera Celeste del Nuevo Mundo, entre otros.
La guadalupana ha logrado reunir el sincretismo de los antiguos cultos prehispánicos y la religión católica, ya que la historia cuenta que Juan Diego no hablaba español, por lo que la Virgen se dirigió a él en su lengua, el náhuatl, haciéndose llamar Tequatlasupe “La que pisa la serpiente”, que se españolizaría como Guadalupe, y el cerro del Tepeyac era un centro ceremonial dedicado a Coatlicue o Tonantzin, madre del dios serpiente azteca.
