Consejos para encontrar los mejores profesionales en atención a personas mayores
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Desde 1998 el número de personas mayores de 65 años en España no ha parado de crecer, hasta alcanzar en 2018 una cifra cercana a los 9 millones, mientras que la cantidad de españoles menores de 15 años disminuye progresivamente.
El envejecimiento de nuestra sociedad es un hecho, ya que a la disminución de la natalidad por cuestiones económicas, sociales y culturales, se le suma una mayor esperanza de vida entre la población adulta, lo que nos lleva a una situación en la que se plantea la obligación de atender las necesidades particulares de este segmento de población.
Las personas mayores, aunque no estén enfermas, precisan de una serie de atenciones relacionadas con su edad que necesitan ser realizadas por profesionales en este tipo de servicios. Gracias a que la medicina y la nutrición permiten gozar de un envejecimiento cada vez más activo, que permite disfrutar de una relativa independencia incluso a las personas de avanzada edad, los mayores de 65 años requieren de unos cuidados concretos para facilitar su día a día, los cuales pueden ir incrementándose a medida que se precie por parte del usuario.
El cuidado a personas mayores debe ofrecerse de una forma profesional, ya que no se trata únicamente de brindar compañía, sino que debe trascender también al ámbito del cuidado y la prevención, de manera que se atiendan los aspectos relacionados con la salud del usuario.
El perfil óptimo para contar con ayuda profesional en el cuidado de personas mayores se encuentra entre los expertos en geriatría, que además cuenten con una amplia experiencia en campos de la atención sanitaria como la enfermería o auxiliares de clínica, para que se puedan llevar los necesarios controles sanitarios y, por ejemplo, de aplicación de tratamientos o toma de medicamentos, que requieren de unos conocimientos que solo pueden tener profesionales capacitados.
Las tareas que pueden desarrollar los profesionales de este sector van desde la realización de las tareas domésticas (atendiendo las labores del hogar como la limpieza o lavar la ropa, así como la preparación de alimentos), el acompañamiento de las personas mayores, tanto en su casa como en un hospital, o llevándolos a las consultas médicas, de rehabilitación o simplemente a dar un paseo, para que la independencia del usuario se mantenga en todo momento.
Para casos en los que, por enfermedad o accidente, la movilidad del usuario se haya visto reducida, los profesionales en el cuidado de personas mayores se hacen imprescindibles a la hora de ayudar a moverse por la casa, levantarse de la cama o pasear, además de atender necesidades como el aseo personal.
Por tratarse de una cuestión muy delicada, ya que siempre queremos que nuestros mayores estén atendidos de una manera eficiente que les brinde los cuidados que nosotros no podemos ofrecerles por el trabajo o las obligaciones familiares, la contratación de profesionales cualificados se hace imprescindible, ya que en ellos depositamos la confianza en que nuestros seres queridos estén dignamente cuidados para que disfruten en todo momento de una buena calidad de vida.
Desde 1998 el número de personas mayores de 65 años en España no ha parado de crecer, hasta alcanzar en 2018 una cifra cercana a los 9 millones, mientras que la cantidad de españoles menores de 15 años disminuye progresivamente.
El envejecimiento de nuestra sociedad es un hecho, ya que a la disminución de la natalidad por cuestiones económicas, sociales y culturales, se le suma una mayor esperanza de vida entre la población adulta, lo que nos lleva a una situación en la que se plantea la obligación de atender las necesidades particulares de este segmento de población.
Las personas mayores, aunque no estén enfermas, precisan de una serie de atenciones relacionadas con su edad que necesitan ser realizadas por profesionales en este tipo de servicios. Gracias a que la medicina y la nutrición permiten gozar de un envejecimiento cada vez más activo, que permite disfrutar de una relativa independencia incluso a las personas de avanzada edad, los mayores de 65 años requieren de unos cuidados concretos para facilitar su día a día, los cuales pueden ir incrementándose a medida que se precie por parte del usuario.
El cuidado a personas mayores debe ofrecerse de una forma profesional, ya que no se trata únicamente de brindar compañía, sino que debe trascender también al ámbito del cuidado y la prevención, de manera que se atiendan los aspectos relacionados con la salud del usuario.
El perfil óptimo para contar con ayuda profesional en el cuidado de personas mayores se encuentra entre los expertos en geriatría, que además cuenten con una amplia experiencia en campos de la atención sanitaria como la enfermería o auxiliares de clínica, para que se puedan llevar los necesarios controles sanitarios y, por ejemplo, de aplicación de tratamientos o toma de medicamentos, que requieren de unos conocimientos que solo pueden tener profesionales capacitados.
Las tareas que pueden desarrollar los profesionales de este sector van desde la realización de las tareas domésticas (atendiendo las labores del hogar como la limpieza o lavar la ropa, así como la preparación de alimentos), el acompañamiento de las personas mayores, tanto en su casa como en un hospital, o llevándolos a las consultas médicas, de rehabilitación o simplemente a dar un paseo, para que la independencia del usuario se mantenga en todo momento.
Para casos en los que, por enfermedad o accidente, la movilidad del usuario se haya visto reducida, los profesionales en el cuidado de personas mayores se hacen imprescindibles a la hora de ayudar a moverse por la casa, levantarse de la cama o pasear, además de atender necesidades como el aseo personal.
Por tratarse de una cuestión muy delicada, ya que siempre queremos que nuestros mayores estén atendidos de una manera eficiente que les brinde los cuidados que nosotros no podemos ofrecerles por el trabajo o las obligaciones familiares, la contratación de profesionales cualificados se hace imprescindible, ya que en ellos depositamos la confianza en que nuestros seres queridos estén dignamente cuidados para que disfruten en todo momento de una buena calidad de vida.
