¿Cuándo debemos desparasitar a nuestro gato?

Es habitual que asociemos a los parásitos con los perros, por pensar que es una mascota que sale a la calle habitualmente, con el que paseamos, vamos al campo o nos acompaña en nuestros recorridos por el entorno urbano, relacionándose además con otros perros que pudieran contagiarle algunos de estos visitantes indeseados.

Pero lo cierto es que nuestro gato, aunque viva en el interior de nuestra casa, también está expuesto al riesgo de contraer parásitos, tanto externos como internos, por lo que deberemos poner también un especial cuidado para que eso no suceda y podamos mantener a nuestro felino doméstico sano. De ahí la importancia de saber cuándo desparasitar a un gato para tenerlo protegido en todo momento.

Al igual que los perros, los gatos pueden tener pulgas y garrapatas, dos parásitos externos que tenemos que controlar. A continuación daremos algunos consejos para los cuidados de un gato, especialmente enfocados al control de sus parásitos.

Las pulgas en los gatos (Ctenocephalides felis) son muy frecuentes, pero tan solo somos capaces de ver una minúscula parte de su población, las pulgas adultas, ya que el resto de huevos y larvas se esconden en nuestro entorno, en la cama del gato, en su arenero, en el sofá o la alfombra.

La infestación por garrapatas (Ixodes ricinus) es algo más difícil si nuestro gato no sale de casa, pero tan solo necesita salir un instante al jardín o corretear entre hierba alta para contraerlas, aferrándose a su pelaje. Al hacerlo muerden la piel del gato para chuparle la sangre, provocando que padezca abscesos e incluso anemia. Estos parásitos también pueden transmitirle al gato bacterias como Anaplasma, Rickettsia o Borrelia.

Los parásitos internos más comunes en los gatos son los gusanos redondos (Toxocara cati y Toxascaris leonina) que pueden transmitirse al ingerir directamente los huevos o al comer un roedor infectado y, en el caso de la Toxacaris leonina por la leche materna, los gusanos planos (Dipylidium caninum y Taenia taeniaformis)que se trasmiten a través de las pulgas en el caso del Dipylidium y al ingerir carne infectada en el caso de la Tenia, gusanos pulmonares (Aelurostrongylus abstrusus), que se contagian al comer babosas, caracoles, pájaros o roedores infectados, y gusanos del corazón (Dirofilaria immitis), que se trasmiten a través de los mosquitos.

La importancia de una eficaz programación de las desparasitaciones de nuestro gato radica principalmente en el ciclo de vida promedio de los parásitos más habituales, que se sitúa alrededor de un mes, tiempo en el que nuestras mascotas podrían volver a ser vulnerables a una nueva infestación.

No tan solo debemos localizar e identificar los parásitos que pueda presentar nuestro gato, también debemos actuar con resolución para erradicarlos de su organismo antes de que tengan consecuencias serias para la salud de nuestra mascota, para que no se extienda a otros gatos que podamos tener en casa y tampoco a las personas que conviven con el felino, especialmente a los más pequeños, de modo que todos puedan disfrutar de la convivencia con las mascotas y todos los beneficios que ofrece.

Por ese motivo se recomienda realizar una desparasitación mensual a nuestro gato, para poder protegerlo eficazmente de los parásitos externos e internos que con mayor facilidad se pueden encontrar en tu entorno más próximo.