Opinión
De oficio, CAGAMANDURRIA
![[Img #76977]](http://el7set.es/upload/images/01_2020/9728_yo-para-la-prensa.jpg)
Mi abuelo materno decía que en esta sociedad existen hombres, hombrecetes, hombrecitos y “cagamandurrias”.
Cuando iba a la escuela aprendí que existen los participios activos.
El participio activo de cantar es “cantante”, de existir “existente”, y así muchos más.
“Ente” significa el que tiene identidad, es decir, “el que es”. Cuando queremos nombrar a la persona que ejerce la acción que expresa el verbo, se añade “ente” o “ante”.
Según esta etimología al que preside, se le llama “presidente”, independientemente del género del que realiza la acción.
De igual manera se dice “capilla ardiente”, y no “ardienta”, “estudiante” y no “estudianta”, “residente” y no “residenta”.
Ahora se usan de forma abusiva los géneros masculinos y femeninos, como gesto anti machismo. Pero se está llegando a tal punto, que vivimos en una ridiculez dialéctica que incluso es agobiante oír repetir las dos variantes de género de manera innecesaria y hasta ridícula.
Y la ridiculez alcanza tal punto que, la Irene Montero ministra de igualdad, en su juramento institucional solamente guarda en secreto las deliberaciones de las ministras. ¿Y los ministros que señora Montero? ¿Es que lo que digan los ministros ya no es un secreto?
Según su dialéctica usted no es dirigente de un ministerio, es “dirigenta”. ¿Le gusta a usted ser “independiente” en sus decisiones?, pues no, usted es “independienta” y yo que soy profesor de piano, ahora resulta que soy “pianisto”, mira por donde.
Señora Montero, estas “cagamandurriadas” no deberían ser patrimonio de una ministra de España.
Hoy he oído al presidente Sánchez dirigirse a los “vecinos y vecinas” de un pueblo de Girona. Señor presidente, y los “vecinitos y vecinitas que”.
Por motivos políticos o por ignorancia hacen mal uso de la lengua castellana. La ofuscación política los lleva a aplicar patrones de comportamiento e ideológicos que sin proponérselo les hace aparentar y poseer una ignorancia irreal, pero al fin y al cabo ignorancia.
Ojalá se dejen de tanta sandez. Un CARGO PÚLICO es de mucha responsabilidad. Y usted señora Montero, cuando se dirija a los periodistas y “periodistos”, vaya con la información al día, pues por sus cagamandurriadas y mal enfocado feminismo en vez de un cargo público, es, para España, “UNA CARGA PÚBLICA”.
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Mi abuelo materno decía que en esta sociedad existen hombres, hombrecetes, hombrecitos y “cagamandurrias”.
Cuando iba a la escuela aprendí que existen los participios activos.
El participio activo de cantar es “cantante”, de existir “existente”, y así muchos más.
“Ente” significa el que tiene identidad, es decir, “el que es”. Cuando queremos nombrar a la persona que ejerce la acción que expresa el verbo, se añade “ente” o “ante”.
Según esta etimología al que preside, se le llama “presidente”, independientemente del género del que realiza la acción.
De igual manera se dice “capilla ardiente”, y no “ardienta”, “estudiante” y no “estudianta”, “residente” y no “residenta”.
Ahora se usan de forma abusiva los géneros masculinos y femeninos, como gesto anti machismo. Pero se está llegando a tal punto, que vivimos en una ridiculez dialéctica que incluso es agobiante oír repetir las dos variantes de género de manera innecesaria y hasta ridícula.
Y la ridiculez alcanza tal punto que, la Irene Montero ministra de igualdad, en su juramento institucional solamente guarda en secreto las deliberaciones de las ministras. ¿Y los ministros que señora Montero? ¿Es que lo que digan los ministros ya no es un secreto?
Según su dialéctica usted no es dirigente de un ministerio, es “dirigenta”. ¿Le gusta a usted ser “independiente” en sus decisiones?, pues no, usted es “independienta” y yo que soy profesor de piano, ahora resulta que soy “pianisto”, mira por donde.
Señora Montero, estas “cagamandurriadas” no deberían ser patrimonio de una ministra de España.
Hoy he oído al presidente Sánchez dirigirse a los “vecinos y vecinas” de un pueblo de Girona. Señor presidente, y los “vecinitos y vecinitas que”.
Por motivos políticos o por ignorancia hacen mal uso de la lengua castellana. La ofuscación política los lleva a aplicar patrones de comportamiento e ideológicos que sin proponérselo les hace aparentar y poseer una ignorancia irreal, pero al fin y al cabo ignorancia.
Ojalá se dejen de tanta sandez. Un CARGO PÚLICO es de mucha responsabilidad. Y usted señora Montero, cuando se dirija a los periodistas y “periodistos”, vaya con la información al día, pues por sus cagamandurriadas y mal enfocado feminismo en vez de un cargo público, es, para España, “UNA CARGA PÚBLICA”.



















