La técnica de sublimación para impresión digital, mediante la que se plasman imágenes en cualquier tipo de soporte (camisetas, bolsas, fundas de móviles, tazas), abre un enorme abanico de posibilidades de negocio en el campo de la personalización de objetos.

Lo que puede comenzar como un hobby o con motivo de alguna celebración familiar puede convertirse, con una pequeña inversión, en un lucrativo negocio que aprovecha la fiebre por la personalización, que nos permite llevar prendas de vestir únicas diseñadas por nosotros mismos o decorar objetos de uso cotidiano con divertidos motivos.

Una impresora sublimación es la principal herramienta que precisamos para entrar en el fascinante mundo de la personalización de objetos, así que la búsqueda de la mejor impresora para nuestra capacidad económica y necesidades es uno de los más importantes pasos de todo el proceso, que nos permitirá comenzar de manera inmediata con la elaboración de nuestros diseños.

Los principales aspectos que debemos observar a la hora de tomar nuestra decisión son los costes de impresión (a menor coste más rentabilidad y mejor precio del producto final), el tamaño de las impresiones que queremos realizar, la resolución que queremos que tengan nuestros trabajos, la facilidad en la recarga de la tinta y, por supuesto, el precio de la impresora.

Con unos costes de impresión menores nuestros productos podrán ser más competitivos, ya que el margen de beneficio será más amplio y los podremos ofrecer a menor precio sin perder dinero, para ello precisamos de una impresora que tenga una gran capacidad de impresión por cada recarga de tinta y el número de impresiones por vida útil de la impresora, que es una característica que el fabricante tiene que especificar en sus productos.

Respecto al tamaño de la impresión, este representa el tamaño máximo de hoja que puede manejar la impresora, algo a tener en cuenta si queremos realizar impresiones para camisetas, por ejemplo, que pudieran precisar de tamaños más grandes para poder plasmar el diseño tal y como está concebido, mientras que si lo que queremos personalizar son objetos pequeños o imágenes de reducido tamaño necesitaremos una impresora de tamaño convencional.

La resolución tiene importancia en una impresora para sublimación porque de ella depende la calidad, sin importar el tamaño de la impresión a realizar. Cuantos más píxeles por pulgada PPP, mayor será la calidad de la impresión. El mínimo recomendado para una calidad optima de nuestros trabajos es de 700 x 700 PPP, no importa que tipo de objetos queramos personalizar. Una resolución menor dará como resultado trabajos de muy baja calidad.

Finalmente, la posibilidad de recargar la tinta es una cuestión relevante a tener en cuenta, ya que de lo contrario se convertiría en una máquina de un solo uso, lo que a la larga podría ser poco rentable para nuestro proyecto. La mayoría de impresoras que se pueden encontrar online tienen como limitante la imposibilidad de encontrar recargas para los cartuchos de tinta, lo que nos impedirá utilizar en el futuro nuestra impresora. Para ello es vital encontrar una impresora que se pueda recargar con facilidad y que tenga consumibles cuya compra no represente una enorme inversión.

La mejor impresora para sublimación

Dentro del mundo de las impresoras, sin lugar a duda las de la marca Epson son las reinas de todos los segmentos de mercado. No obstante, también son altamente recomendables otras marcas prestigiosas.

Con ello en mente, nuestro Top 3 lo formarían la Epson ET-2650; la Kodak PD-450WE; y la Epson Expression XP-900.