Del Lunes, 22 de Septiembre de 2025 al Domingo, 12 de Octubre de 2025
Entrevista con la Secretaria Autonómica de Política Territorial, Urbanismo y Paisaje
Imma Orozco: “La crisis sanitaria y la consecuente crisis económica han evidenciado la necesidad de pensar las ciudades poniendo en el centro a las personas”
“El PATIVEL consideró que Doña Blanca Golf en Torreblanca no responde a ese modelo aunque se incluyó en los suelos transitorios porque su desclasificación podría dar lugar a responsabilidad patrimonial”
Immaculada Orozco Ripoll, (Altea 1976), es la Secretaria Autonómica de Política Territorial, Urbanismo y Paisaje desde el 27 de junio de 2019. Es Licenciada en Traducción e Interpretación por la Universidad Jaime I, habla valenciano, castellano, inglés y francés y tras diversos trabajos vinculados a la docencia y atención al público, de 2003 a 2011 ejerció como asesora del Grupo Municipal de Compromís en el Ayuntamiento de Altea. Fue regidora en el Ayuntamiento de Altea de 2011 a 2019, ostentando desde 2015 la tenencia de alcaldía, la portavocía de su grupo municipal, la concejalía de Urbanismo y de la empresa pública gestora de los servicios municipales, de la que también fue vicepresidenta del consejo de administración. Vinculada al movimiento asociativo universitario, ha sido colaboradora de diversos movimientos locales relacionados con la defensa del territorio, el feminismo y ha formado parte de diversas ONGs vinculadas a la cooperación.
Continuando con la serie de entrevistas que El7Set está realizando sobre el urbanismo en nuestros pueblos, la Secretaria Autonómica ha contestado nuestras preguntas para aportar una nueva visión del urbanismo en la Comunitat Valenciana, así como las directrices que desde el Govern del Botànic se marcan para el futuro del urbanismo en el siglo XXI.
- ¿Hay un urbanismo antes y después del Botànic?
Claramente sí. Veníamos de un modelo especulativo, cortoplacista y depredador del territorio. El Botànic ha supuesto un cambio de paradigma en tanto que ahora el urbanismo está al servicio de las personas y del interés general. Además, la introducción de la perspectiva de género y la consciencia de trabajar para conseguir un territorio resiliente y sostenible también nos diferencian del anterior modelo.
De ahí las modificaciones que se introdujeron en la LOTUP y por eso la importancia que toma en la pasada legislatura y en esta planificar el territorio a través de Planes de Acción Territorial, que es dotarnos de una visión más global y más integral del territorio, que no atienda a cuestiones puntuales, si que atiende a la diferencia y a la singularidad de cada área, pero siempre desde esa visión global integral.
- ¿Hacia qué modelo debemos avanzar y cuanto nos falta para alcanzar esas metas?
Hay que profundizar más en este cambio de paradigma que nos va a permitir afianzar un modelo de crecimiento, como decía, sostenible y resiliente desde el punto de vista territorial, ambiental, económico y social, pero lo cierto es que en solo cinco años se ha avanzado muchísimo. Es importante que no solo la administración tome conciencia de esa necesidad sino que también lo hagan la sociedad en general, la ciudadanía, los técnicos y técnicas, las empresas promotoras, etc. Esta legislatura es crucial para asentar ese modelo y desprendernos del todo de la “tentación” que todavía supone para algunos ese urbanismo que solo pensaba en el beneficio a corto plazo y no medía las externalidades negativas ni la coherencia territorial o la sostenibilidad ambiental.
Al final, el test que nos ha de hacer saber si estamos acertando o no es analizar las políticas que estamos haciendo en términos de resiliencia y sostenibilidad. Cuando hablamos de resiliencia y sostenibilidad lo hacemos no solo desde el punto de vista ambiental, sino también territorial, económico y social. Por tanto, la política territorial que desde el Govern del Botànic se siga, ha de contemplar esas cuatro vertientes de la sostenibilidad para garantizar que es útil para la ciudadanía. Al final lo que queremos es que el urbanismo esté al servicio del interés de la ciudadanía para conseguir un territorio lleno de oportunidades, pero que no sean pan para hoy y hambre para mañana.
- ¿El urbanismo y el turismo deben seguir estrechamente ligados como sucedía antes del desplome de la burbuja inmobiliaria?
La planificación territorial debe ser coherente con el modelo económico que queremos implantar. Aunque la crisis sanitaria ha evidenciado la excesiva dependencia del modelo turístico en la economía valenciana algunas debilidades del sector eran ya sobradamente conocidas, tanto las vinculadas a la burbuja inmobiliaria de grandes resorts o de un turismo residencial implantado en ciertas áreas, como en la desigual distribución de la riqueza que este modelo turístico estaba generando, pues la población de algunas de las ciudades más turísticas de nuestro territorio tiene, paradójicamente, las rentas más bajas. Sin embargo el turismo es también un importante motor económico que, siendo una implantación moderada y bien orientada en términos económicos, sociales y culturales puede suponer una complementariedad compatible e interesante en el desarrollo territorial. En este sentido, el PATIVEL es un claro ejemplo de cualificación de la oferta turística en los segmentos emergentes que valoran el entorno natural y los valores del territorio. La LOTUP, además, ya prevé que los nuevos desarrollos deben estar ligados a las previsiones reales de crecimiento de la población.
- ¿Queda suelo pendiente de proteger por sus características, riqueza de hábitats, fauna y flora en Castellón?
Estamos trabajando en el Plan de Acción Territorial (PAT) del área funcional de Castelló, que abarca un 60% del territorio de la provincia y sirve para ordenar una gran área de la provincia de acuerdo con los objetivos actuales de sostenibilidad. A ello se suma la existencia del PATIVEL, que ya ha evaluado y protege la franja litoral, y el futuro PAT de l’Alt Millars, cuyo inicio presentaremos en breve a las alcaldías del ámbito. Nuestra intención es continuar analizando la situación de todo el territorio valenciano para adaptarnos a las necesidades presentes y a los retos del futuro. El PAT Castelló va a ser un ejemplo de cómo a través de una adecuada zonificación del suelo no urbanizable, la infraestructura verde producirá de forma óptima servicios ambientales de producción, regulación y culturales para el conjunto de la sociedad.
Por otra parte, también hay que considerar el trabajo que en ese sentido realiza la Conselleria de Agricultura, Desenvolupament Rural, Emergència Climàtica i Transició Ecològica.
- ¿Hay que proteger más o proteger mejor lo que ya tenemos protegido?
Eso obviamente siempre es una cuestión que nos preocupa. Muchas veces desde las administraciones la tendencia es a proteger y después a no gestionar lo protegido. Entonces, y los PAT intentan modular eso de alguna manera, introducir la infraestructura verde como eje a partir del cual se desarrolla el territorio, integrándolo de manera que se pueda gestionar, que la agricultura tenga el peso que ha de tener, etcétera. Desde la consellería de Agricultura, Transición Ecológica se trabaja para que esos espacios protegidos también sean un espacio de oportunidad. Entendemos que la protección es un valor añadido en el territorio. Insisto en términos de sostenibilidad y resiliencia nos puede aportar muchísimo a la economía, para fomentar un turismo que sea respetuoso con el entorno etcétera.
Por tanto, se ha de proteger mejor, claro que si, la gestión de los espacios naturales es importante, y hacer una protección activa, porque al final se trata de eso, que los habitantes de la zona puedan disfrutar de ese espacio sin chocar con esa protección, que se pueda hacer un uso razonable de esos espacios.
Entonces, proteger más, también, vamos evaluando el territorio y a medida que vamos teniendo más herramientas a nuestro alcance y más tecnologías van revisándose las normativas, obviamente si que hay posibilidad de ampliar ciertas protecciones, focalizar la atención o proteger ciertas cuestiones que hasta ahora no se habían tenido en cuenta, por ejemplo, no hace mucho desde la Secretaría de Política Territorial se iniciaron una serie de cartografías de recursos ambientales, la primera la cartografía de sectores críticos de recarga de acuíferos, es una cuestión importantísima, estamos hablando de la sequía, de la sobreexplotación de los acuíferos, pero no teníamos esa información. Pues ahora ya tenemos, ya sabemos a lo largo de nuestro territorio donde están los espacios que son críticos para la recarga de acuíferos, para planificar de acuerdo con eso y proteger esos espacios, que son importantes, a medio y largo plazo muchísimo.
- Con ejemplos como el proyecto urbanístico en La Renegà en Orpesa ¿hay posibilidades de dar marcha atrás en la explotación del litoral?
El PATIVEL supuso un punto de inflexión en el tratamiento que recibía nuestro litoral, que ha pasado de estar a merced de una presión urbanística desmedida y sin precedentes a contar con herramientas para su preservación. No obstante, dada la situación de las arcas públicas de la Generalitat, no pudimos regular hasta donde nos hubiera gustado por el riesgo a incurrir en posibles responsabilidades patrimoniales. Por ello, no se revisó el suelo ya calificado como urbano en el cual entendemos que las actividades que se desarrollen para dinamizar el disfrute del litoral deben cumplir con todas las garantías ambientales y territoriales para poder ser valoradas positivamente en el marco de los objetivos fijados en el PAT.
- ¿Se debe endurecer el Pativel?
Si es necesario, sí. Tras los temporales sufridos el pasado mes de enero, se puso de manifiesto la elevada vulnerabilidad de los desarrollos litorales, por lo que el president Ximo Puig planteó la necesidad de endurecer los planes de prevención del riesgo de inundación (PATRICOVA) o el PATIVEL, pero teniendo en cuenta que el PATIVEL se aprobó hace poco más de dos años no es tanto el endurecimiento de las normas sino su escrupulosa aplicación lo que debemos atender. Por otra parte, en su aplicación desde que se aprobó sí se ha podido detectar alguna posibilidad de mejora, sobretodo en la necesaria interpretación unitaria de la norma y en la normativa del catálogo de playas, como en cualquier norma, pero soy partidaria de dejar que tenga cierto recorrido y aplicarlo con rigor.
Entiendo que es la Generalitat y los ayuntamientos de manera consensuada, deben trabajar en esa franja (500 metros). Los últimos temporales han puesto en evidencia que probablemente estamos invirtiendo el dinero donde no lo deberíamos estar invirtiendo y quizá deberíamos estar repensando esa franja de los 500 metros.
- ¿Se ha sido demasiado permisivos con las transitorias para permitir proyectos de golf en Castellón?
Los transitorios no son consecuencia de una apuesta por el golf sino de las circunstancias jurídicas de los suelos afectados por ese régimen. Existen otros desarrollos con esta vocación que no están necesariamente en esta franja costera. Como explicaba, nuestro límite a la hora de preservar el litoral era proteger a la administración autonómica de posibles responsabilidades patrimoniales y, lamentablemente, lo continúa siendo. Lo que sí que podemos hacer en este momento es ser muy escrupulosos en el cumplimiento de las condiciones de los transitorios que, como sabéis, son esos suelos a los que se puso condiciones y fecha de caducidad por albergar valores ambientales relevantes.
Las transitorias son el fruto de esa imposibilidad de hacer frente a las indemnizaciones cuando la tramitación de los planes había llegado a punto en que se generaban derechos, según la información trasladada por las administraciones locales. Creo que fue una solución acertada ante esa situación y ahora lo que debemos hacer, insisto, es verificar el cumplimiento de los condicionantes que pueden permitir esos desarrollos. Si existe algún incumplimiento, decae la posibilidad de acogerse a esa transitoriedad y espero que los ayuntamientos sean un aliado en esa observancia de la legalidad.
Los ayuntamientos pueden acompañar o pueden no acompañar esos proyectos, esa la primera, ¿si es viable o no?, creo que hay demasiados flecos sueltos que habrá que ir aclarando. En las alegaciones hay cuestiones que los servicios técnicos municipales tendrán que contestar pero que, si son ciertas, obviamente tienen una implicación bastante grande en la viabilidad de ese proyecto. Nosotros desde la Consellería lo que si que podemos hacer es velar porque se cumplan los términos en los que el Pativel permite a esos desarrollos tirar adelante para cumplir la legalidad. Sobre su viabilidad, no sé si los promotores entienden el nivel de dificultad que plantea ese desarrollo y que han de ser muy cuidadosos y muy escrupulosos a la hora de cumplir todas las determinaciones que una norma como el Pativel pone en esos suelos transitorios.
- Doña Blanca Golf en Torreblanca, ¿es el modelo que quiere la Conselleria para nuestro territorio?
El govern del Botànic ha apostado por una planificación del territorio y urbanismo alejados del modelo especulativo que caracterizó la etapa anterior. Ello se plasma a través de los Planes de Acción Territorial. El PATIVEL fue el primero y consideró que Doña Blanca Golf en Torreblanca no responde a ese modelo aunque se incluyó en los suelos transitorios porque su desclasificación podría dar lugar a responsabilidad patrimonial. De no haber existido ese riesgo, se hubiera desclasificado por ser insostenible territorialmente. Por lo tanto, es evidente que Doña Blanca Golf no responde a un modelo territorial sostenible deseado por el Botànic.
Por eso insisto en explicar en que consiste la transitoriedad. Significa que si que hay elementos que son dignos de protección, que si que hay elementos ambientales que deberían ser protegidos, pero la situación jurídica de esos suelos hacía inviable para la Generalitat poder asumir esa posibilidad de tener que indemnizar por la desclasificación de esos suelos. Eso es, desafortunadamente, después de los años de desmantelamiento de la administración pública por el Partido Popular y de malgastar el dinero en proyectos que no nos han llevado a ninguna parte, lamentablemente ahora debemos regular con esa visión de futuro y sostenibilidad y con esa visión integral del territorio amarrados de pies y manos por las posibilidades económicas que tiene la Generalitat, porque al final, si tu estás convencido de que una norma es buena, puedes asumir un coste, pero lo puedes asumir cuando tienes esa capacidad, pero no es el caso. La situación en la que se encontraron las arcas públicas en el primer Govern del Botànic no permitía arriesgarse en ese sentido, y muchas veces se debe poner en la balanza ese interés general, es también la protección de nuestro entorno, pero también lo es poder responder económicamente a las necesidades más urgentes que nos planteábamos en 2015 cuando hubo el cambio de gobierno. La primera legislatura fue una legislatura de atender la emergencia, estamos hablando de emergencia social también, entonces, y de intentar reconstruir la administración sin poder derribarla antes, entonces se hizo un encaje de la manera que se pudo y la transitoriedad de esos suelos apunta con el dedo porque esos suelos son importantes para nuestro territorio y se condiciona para que se cumplan ciertas cuestiones que, de no hacerlo, harían inviable cualquier desarrollo ahí.
- ¿Se plantean dudas sobre la vigencia y viabilidad del proyecto de golf en Torreblanca?
Sí, claro que hay dudas sobre todas estas cuestiones y la evidencia son estas alegaciones que, con mayor o menor fundamento, se han realizado. Todas estas cuestiones que se han planteado en la fase de alegaciones habrán de ser informadas por los técnicos y resueltas por el ayuntamiento y, en su caso, consultar a la dirección general competente en política territorial aquellas cuestiones que debiera analizar. Aunque las competencias de gestión que desarrollen el plan son competencia municipal, en la Conselleria estaremos atentos al cumplimiento del contenido en el PATIVEL y del PATRICOVA, entendiendo que la Generalitat debe garantizar el adecuado seguimiento de la norma que ha impuesto.
- ¿Y si se cumple el plazo, que puede ocurrir?
La caducidad no ha de ser expresa, si no se cumplen los requisitos automáticamente decae, se entiende, pero son cuestiones que se tienen que hablar con los ayuntamientos afectados y que no sean sorpresas para nadie. Los ayuntamientos son conscientes de que existe ese plazo y al final es una decisión de los gobiernos locales acompañar o no esos desarrollos. Tienen el derecho de poder ponerlo en marcha, pero eso no quiere decir que asumamos que ese sea el modelo más adecuado a día de hoy.
- ¿Qué alternativas puede tener al modelo de golf un pueblo como Torreblanca?
Torreblanca parece haber basado su economía en el sector primario, básicamente la agricultura, como otros municipios de la provincia de Castelló, pero a pesar de ello no existe un clúster agro alimentario que aproveche y explote de una forma más organizada esa potencialidad. Siendo positivo mantener esa agricultura de buena calidad, también sería aconsejable una mayor diversificación de la economía, incorporando una cierta industrialización o actividades turísticas sostenibles que favorecieran un mayor crecimiento económico, sin perder la identidad y especialización propias. En ese sentido, y en el marco del PAT de Castelló, se ha detectado que Torreblanca tiene una muy buena situación y conexiones viarias para centralizar esa producción, acoger algunas industrias de transformación y distribuirla. Tampoco se puede pasar por alto la buena comunicación con el aeropuerto de Castelló, pudiéndose valorar las posibles sinergias con las actividades de recuperación y valorización de los aviones desguazados o la aptitud para recibir visitantes aprovechando los espacios urbanizados existentes que podrían asumir una mayor, pero moderada, terciarización. En definitiva, no solo por estas cosas sino por la calidad de los paisajes existentes y los espacios naturales y el litoral, Torreblanca todavía puede presentar muchas opciones de desarrollo y hacerlo de forma ordenada y a favor del territorio.
- ¿Qué es prioritario para el desarrollo del municipio, el golf o el PGOU?
Obviamente el PGOU. Como apuntaba al principio de sus preguntas, se trata de contraponer el cortoplacismo a la visión de futuro, la anécdota al relato, la inmediatez del beneficio para unos pocos al interés general de planificar una ordenación para conseguir una economía resiliente, que se adapte a los múltiples retos de futuro a los que nos enfrentamos como son el cambio climático o situaciones como la de la actual pandemia, que han puesto a prueba a nuestras ciudades. Eso es lo que va a permitir a Torreblanca ofrecer calidad de vida y oportunidades a sus habitantes.
Hemos pasado una época en la que no era el Plan General la herramienta que los alcaldes y alcaldesas intuían que podía repercutir de una manera rápida en las arcas municipales y se tendió mucho a las modificaciones puntuales, Afortunadamente ahora hay una mayor observancia de la integración territorial y de cuestiones ambientales que hacen mas complicadas esas modificaciones ad hoc, pero debemos añadir que es una batalla en la administración y es la lentitud con la que se tramitan los planes generales. La dificultad que supone para algunos ayuntamientos, cuanto más pequeños peor. Eso tampoco ha ayudado a que nosotros pudiéramos hacer pedagogía de la planificación, de la importancia que tiene el planeamiento, que al final lo que estás haciendo es definir el modelo de pueblo que quieres para los próximos veinte años.
Espero que en los PAT que estamos empezando, en los Planes de Acción Territorial como el de Castellón, que incluye 70 municipios y entre ellos Torreblanca, y es una manera de ayudar a esos pueblos que no se ha hecho antes lo de abrir el melón de los Planes Generales, al menos a zonificar el suelo rural, que es donde somos competentes.
- ¿Habrá un urbanismo post Covid? ¿Cambiará la forma de plantearnos la gestión del territorio?
Debe haberlo. Estamos ante una nueva realidad urbana que requiere de fórmulas imaginativas, participadas e innovadoras para resolver los problemas y aprovechar las oportunidades que este nuevo marco ofrece. La crisis sanitaria y la consecuente crisis económica han evidenciado la necesidad de pensar las ciudades poniendo en el centro a las personas, los cuidados, apostando por la proximidad, favoreciendo la relocalización de la industria. Todo eso lo vamos a plasmar a través de la Agenda Urbana Valenciana que estamos empezando a elaborar.
La importancia de dignificar la vivienda, la importancia de tener espacios públicos útiles y polivalentes, espacios y dotaciones públicas, que sirvan para afrontar emergencias de este y de cualquier otro tipo. A mayor escala a nivel territorial la necesidad de reubicar la industria, generar agricultura de proximidad, ser autosuficientes. Todo eso son cuestiones importantísimas que ya sabíamos, que ya se estaban estudiando que estaban teniendo cierto peso, pero que ha evidenciado obviamente la pandemia. Todo eso, todas esas cuestiones, serán las que trabajaremos también en la Agenda Urbana Valenciana que estamos comenzando ahora los trabajos previos para que sea un instrumento útil para nuestras ciudades para que sean asentamientos humanos resilientes y sostenibles. Siempre estamos hablando de lo mismo, pero creo que son dos palabras que tienen que aparecer en cualquier documento estratégico, en cualquier planificación, hemos de hacerlo desde esos parámetros de sostenibilidad ambiental, territorial, social y económica. Esas son cuestiones que abordaremos a través de la Agenda Urbana Valenciana, que estamos impulsando desde la Consellería de Política Territorial y la Consellería de Vivienda, coordinadamente, para ofrecer un cuaderno de bitácora a nuestras ciudades, nos desprendemos de la Agenda Urbana Europea, de la española y ahora las autonomías van haciendo la suya, creo que somos la cuarta o quinta que comienza este proceso. Creo que es muy importante y se ha hecho evidente la importancia después de la situación que hemos tenido que vivir.
Immaculada Orozco Ripoll, (Altea 1976), es la Secretaria Autonómica de Política Territorial, Urbanismo y Paisaje desde el 27 de junio de 2019. Es Licenciada en Traducción e Interpretación por la Universidad Jaime I, habla valenciano, castellano, inglés y francés y tras diversos trabajos vinculados a la docencia y atención al público, de 2003 a 2011 ejerció como asesora del Grupo Municipal de Compromís en el Ayuntamiento de Altea. Fue regidora en el Ayuntamiento de Altea de 2011 a 2019, ostentando desde 2015 la tenencia de alcaldía, la portavocía de su grupo municipal, la concejalía de Urbanismo y de la empresa pública gestora de los servicios municipales, de la que también fue vicepresidenta del consejo de administración. Vinculada al movimiento asociativo universitario, ha sido colaboradora de diversos movimientos locales relacionados con la defensa del territorio, el feminismo y ha formado parte de diversas ONGs vinculadas a la cooperación.
Continuando con la serie de entrevistas que El7Set está realizando sobre el urbanismo en nuestros pueblos, la Secretaria Autonómica ha contestado nuestras preguntas para aportar una nueva visión del urbanismo en la Comunitat Valenciana, así como las directrices que desde el Govern del Botànic se marcan para el futuro del urbanismo en el siglo XXI.
- ¿Hay un urbanismo antes y después del Botànic?
Claramente sí. Veníamos de un modelo especulativo, cortoplacista y depredador del territorio. El Botànic ha supuesto un cambio de paradigma en tanto que ahora el urbanismo está al servicio de las personas y del interés general. Además, la introducción de la perspectiva de género y la consciencia de trabajar para conseguir un territorio resiliente y sostenible también nos diferencian del anterior modelo.
De ahí las modificaciones que se introdujeron en la LOTUP y por eso la importancia que toma en la pasada legislatura y en esta planificar el territorio a través de Planes de Acción Territorial, que es dotarnos de una visión más global y más integral del territorio, que no atienda a cuestiones puntuales, si que atiende a la diferencia y a la singularidad de cada área, pero siempre desde esa visión global integral.
- ¿Hacia qué modelo debemos avanzar y cuanto nos falta para alcanzar esas metas?
Hay que profundizar más en este cambio de paradigma que nos va a permitir afianzar un modelo de crecimiento, como decía, sostenible y resiliente desde el punto de vista territorial, ambiental, económico y social, pero lo cierto es que en solo cinco años se ha avanzado muchísimo. Es importante que no solo la administración tome conciencia de esa necesidad sino que también lo hagan la sociedad en general, la ciudadanía, los técnicos y técnicas, las empresas promotoras, etc. Esta legislatura es crucial para asentar ese modelo y desprendernos del todo de la “tentación” que todavía supone para algunos ese urbanismo que solo pensaba en el beneficio a corto plazo y no medía las externalidades negativas ni la coherencia territorial o la sostenibilidad ambiental.
Al final, el test que nos ha de hacer saber si estamos acertando o no es analizar las políticas que estamos haciendo en términos de resiliencia y sostenibilidad. Cuando hablamos de resiliencia y sostenibilidad lo hacemos no solo desde el punto de vista ambiental, sino también territorial, económico y social. Por tanto, la política territorial que desde el Govern del Botànic se siga, ha de contemplar esas cuatro vertientes de la sostenibilidad para garantizar que es útil para la ciudadanía. Al final lo que queremos es que el urbanismo esté al servicio del interés de la ciudadanía para conseguir un territorio lleno de oportunidades, pero que no sean pan para hoy y hambre para mañana.
- ¿El urbanismo y el turismo deben seguir estrechamente ligados como sucedía antes del desplome de la burbuja inmobiliaria?
La planificación territorial debe ser coherente con el modelo económico que queremos implantar. Aunque la crisis sanitaria ha evidenciado la excesiva dependencia del modelo turístico en la economía valenciana algunas debilidades del sector eran ya sobradamente conocidas, tanto las vinculadas a la burbuja inmobiliaria de grandes resorts o de un turismo residencial implantado en ciertas áreas, como en la desigual distribución de la riqueza que este modelo turístico estaba generando, pues la población de algunas de las ciudades más turísticas de nuestro territorio tiene, paradójicamente, las rentas más bajas. Sin embargo el turismo es también un importante motor económico que, siendo una implantación moderada y bien orientada en términos económicos, sociales y culturales puede suponer una complementariedad compatible e interesante en el desarrollo territorial. En este sentido, el PATIVEL es un claro ejemplo de cualificación de la oferta turística en los segmentos emergentes que valoran el entorno natural y los valores del territorio. La LOTUP, además, ya prevé que los nuevos desarrollos deben estar ligados a las previsiones reales de crecimiento de la población.
- ¿Queda suelo pendiente de proteger por sus características, riqueza de hábitats, fauna y flora en Castellón?
Estamos trabajando en el Plan de Acción Territorial (PAT) del área funcional de Castelló, que abarca un 60% del territorio de la provincia y sirve para ordenar una gran área de la provincia de acuerdo con los objetivos actuales de sostenibilidad. A ello se suma la existencia del PATIVEL, que ya ha evaluado y protege la franja litoral, y el futuro PAT de l’Alt Millars, cuyo inicio presentaremos en breve a las alcaldías del ámbito. Nuestra intención es continuar analizando la situación de todo el territorio valenciano para adaptarnos a las necesidades presentes y a los retos del futuro. El PAT Castelló va a ser un ejemplo de cómo a través de una adecuada zonificación del suelo no urbanizable, la infraestructura verde producirá de forma óptima servicios ambientales de producción, regulación y culturales para el conjunto de la sociedad.
Por otra parte, también hay que considerar el trabajo que en ese sentido realiza la Conselleria de Agricultura, Desenvolupament Rural, Emergència Climàtica i Transició Ecològica.
- ¿Hay que proteger más o proteger mejor lo que ya tenemos protegido?
Eso obviamente siempre es una cuestión que nos preocupa. Muchas veces desde las administraciones la tendencia es a proteger y después a no gestionar lo protegido. Entonces, y los PAT intentan modular eso de alguna manera, introducir la infraestructura verde como eje a partir del cual se desarrolla el territorio, integrándolo de manera que se pueda gestionar, que la agricultura tenga el peso que ha de tener, etcétera. Desde la consellería de Agricultura, Transición Ecológica se trabaja para que esos espacios protegidos también sean un espacio de oportunidad. Entendemos que la protección es un valor añadido en el territorio. Insisto en términos de sostenibilidad y resiliencia nos puede aportar muchísimo a la economía, para fomentar un turismo que sea respetuoso con el entorno etcétera.
Por tanto, se ha de proteger mejor, claro que si, la gestión de los espacios naturales es importante, y hacer una protección activa, porque al final se trata de eso, que los habitantes de la zona puedan disfrutar de ese espacio sin chocar con esa protección, que se pueda hacer un uso razonable de esos espacios.
Entonces, proteger más, también, vamos evaluando el territorio y a medida que vamos teniendo más herramientas a nuestro alcance y más tecnologías van revisándose las normativas, obviamente si que hay posibilidad de ampliar ciertas protecciones, focalizar la atención o proteger ciertas cuestiones que hasta ahora no se habían tenido en cuenta, por ejemplo, no hace mucho desde la Secretaría de Política Territorial se iniciaron una serie de cartografías de recursos ambientales, la primera la cartografía de sectores críticos de recarga de acuíferos, es una cuestión importantísima, estamos hablando de la sequía, de la sobreexplotación de los acuíferos, pero no teníamos esa información. Pues ahora ya tenemos, ya sabemos a lo largo de nuestro territorio donde están los espacios que son críticos para la recarga de acuíferos, para planificar de acuerdo con eso y proteger esos espacios, que son importantes, a medio y largo plazo muchísimo.
- Con ejemplos como el proyecto urbanístico en La Renegà en Orpesa ¿hay posibilidades de dar marcha atrás en la explotación del litoral?
El PATIVEL supuso un punto de inflexión en el tratamiento que recibía nuestro litoral, que ha pasado de estar a merced de una presión urbanística desmedida y sin precedentes a contar con herramientas para su preservación. No obstante, dada la situación de las arcas públicas de la Generalitat, no pudimos regular hasta donde nos hubiera gustado por el riesgo a incurrir en posibles responsabilidades patrimoniales. Por ello, no se revisó el suelo ya calificado como urbano en el cual entendemos que las actividades que se desarrollen para dinamizar el disfrute del litoral deben cumplir con todas las garantías ambientales y territoriales para poder ser valoradas positivamente en el marco de los objetivos fijados en el PAT.
- ¿Se debe endurecer el Pativel?
Si es necesario, sí. Tras los temporales sufridos el pasado mes de enero, se puso de manifiesto la elevada vulnerabilidad de los desarrollos litorales, por lo que el president Ximo Puig planteó la necesidad de endurecer los planes de prevención del riesgo de inundación (PATRICOVA) o el PATIVEL, pero teniendo en cuenta que el PATIVEL se aprobó hace poco más de dos años no es tanto el endurecimiento de las normas sino su escrupulosa aplicación lo que debemos atender. Por otra parte, en su aplicación desde que se aprobó sí se ha podido detectar alguna posibilidad de mejora, sobretodo en la necesaria interpretación unitaria de la norma y en la normativa del catálogo de playas, como en cualquier norma, pero soy partidaria de dejar que tenga cierto recorrido y aplicarlo con rigor.
Entiendo que es la Generalitat y los ayuntamientos de manera consensuada, deben trabajar en esa franja (500 metros). Los últimos temporales han puesto en evidencia que probablemente estamos invirtiendo el dinero donde no lo deberíamos estar invirtiendo y quizá deberíamos estar repensando esa franja de los 500 metros.
- ¿Se ha sido demasiado permisivos con las transitorias para permitir proyectos de golf en Castellón?
Los transitorios no son consecuencia de una apuesta por el golf sino de las circunstancias jurídicas de los suelos afectados por ese régimen. Existen otros desarrollos con esta vocación que no están necesariamente en esta franja costera. Como explicaba, nuestro límite a la hora de preservar el litoral era proteger a la administración autonómica de posibles responsabilidades patrimoniales y, lamentablemente, lo continúa siendo. Lo que sí que podemos hacer en este momento es ser muy escrupulosos en el cumplimiento de las condiciones de los transitorios que, como sabéis, son esos suelos a los que se puso condiciones y fecha de caducidad por albergar valores ambientales relevantes.
Las transitorias son el fruto de esa imposibilidad de hacer frente a las indemnizaciones cuando la tramitación de los planes había llegado a punto en que se generaban derechos, según la información trasladada por las administraciones locales. Creo que fue una solución acertada ante esa situación y ahora lo que debemos hacer, insisto, es verificar el cumplimiento de los condicionantes que pueden permitir esos desarrollos. Si existe algún incumplimiento, decae la posibilidad de acogerse a esa transitoriedad y espero que los ayuntamientos sean un aliado en esa observancia de la legalidad.
Los ayuntamientos pueden acompañar o pueden no acompañar esos proyectos, esa la primera, ¿si es viable o no?, creo que hay demasiados flecos sueltos que habrá que ir aclarando. En las alegaciones hay cuestiones que los servicios técnicos municipales tendrán que contestar pero que, si son ciertas, obviamente tienen una implicación bastante grande en la viabilidad de ese proyecto. Nosotros desde la Consellería lo que si que podemos hacer es velar porque se cumplan los términos en los que el Pativel permite a esos desarrollos tirar adelante para cumplir la legalidad. Sobre su viabilidad, no sé si los promotores entienden el nivel de dificultad que plantea ese desarrollo y que han de ser muy cuidadosos y muy escrupulosos a la hora de cumplir todas las determinaciones que una norma como el Pativel pone en esos suelos transitorios.
- Doña Blanca Golf en Torreblanca, ¿es el modelo que quiere la Conselleria para nuestro territorio?
El govern del Botànic ha apostado por una planificación del territorio y urbanismo alejados del modelo especulativo que caracterizó la etapa anterior. Ello se plasma a través de los Planes de Acción Territorial. El PATIVEL fue el primero y consideró que Doña Blanca Golf en Torreblanca no responde a ese modelo aunque se incluyó en los suelos transitorios porque su desclasificación podría dar lugar a responsabilidad patrimonial. De no haber existido ese riesgo, se hubiera desclasificado por ser insostenible territorialmente. Por lo tanto, es evidente que Doña Blanca Golf no responde a un modelo territorial sostenible deseado por el Botànic.
Por eso insisto en explicar en que consiste la transitoriedad. Significa que si que hay elementos que son dignos de protección, que si que hay elementos ambientales que deberían ser protegidos, pero la situación jurídica de esos suelos hacía inviable para la Generalitat poder asumir esa posibilidad de tener que indemnizar por la desclasificación de esos suelos. Eso es, desafortunadamente, después de los años de desmantelamiento de la administración pública por el Partido Popular y de malgastar el dinero en proyectos que no nos han llevado a ninguna parte, lamentablemente ahora debemos regular con esa visión de futuro y sostenibilidad y con esa visión integral del territorio amarrados de pies y manos por las posibilidades económicas que tiene la Generalitat, porque al final, si tu estás convencido de que una norma es buena, puedes asumir un coste, pero lo puedes asumir cuando tienes esa capacidad, pero no es el caso. La situación en la que se encontraron las arcas públicas en el primer Govern del Botànic no permitía arriesgarse en ese sentido, y muchas veces se debe poner en la balanza ese interés general, es también la protección de nuestro entorno, pero también lo es poder responder económicamente a las necesidades más urgentes que nos planteábamos en 2015 cuando hubo el cambio de gobierno. La primera legislatura fue una legislatura de atender la emergencia, estamos hablando de emergencia social también, entonces, y de intentar reconstruir la administración sin poder derribarla antes, entonces se hizo un encaje de la manera que se pudo y la transitoriedad de esos suelos apunta con el dedo porque esos suelos son importantes para nuestro territorio y se condiciona para que se cumplan ciertas cuestiones que, de no hacerlo, harían inviable cualquier desarrollo ahí.
- ¿Se plantean dudas sobre la vigencia y viabilidad del proyecto de golf en Torreblanca?
Sí, claro que hay dudas sobre todas estas cuestiones y la evidencia son estas alegaciones que, con mayor o menor fundamento, se han realizado. Todas estas cuestiones que se han planteado en la fase de alegaciones habrán de ser informadas por los técnicos y resueltas por el ayuntamiento y, en su caso, consultar a la dirección general competente en política territorial aquellas cuestiones que debiera analizar. Aunque las competencias de gestión que desarrollen el plan son competencia municipal, en la Conselleria estaremos atentos al cumplimiento del contenido en el PATIVEL y del PATRICOVA, entendiendo que la Generalitat debe garantizar el adecuado seguimiento de la norma que ha impuesto.
- ¿Y si se cumple el plazo, que puede ocurrir?
La caducidad no ha de ser expresa, si no se cumplen los requisitos automáticamente decae, se entiende, pero son cuestiones que se tienen que hablar con los ayuntamientos afectados y que no sean sorpresas para nadie. Los ayuntamientos son conscientes de que existe ese plazo y al final es una decisión de los gobiernos locales acompañar o no esos desarrollos. Tienen el derecho de poder ponerlo en marcha, pero eso no quiere decir que asumamos que ese sea el modelo más adecuado a día de hoy.
- ¿Qué alternativas puede tener al modelo de golf un pueblo como Torreblanca?
Torreblanca parece haber basado su economía en el sector primario, básicamente la agricultura, como otros municipios de la provincia de Castelló, pero a pesar de ello no existe un clúster agro alimentario que aproveche y explote de una forma más organizada esa potencialidad. Siendo positivo mantener esa agricultura de buena calidad, también sería aconsejable una mayor diversificación de la economía, incorporando una cierta industrialización o actividades turísticas sostenibles que favorecieran un mayor crecimiento económico, sin perder la identidad y especialización propias. En ese sentido, y en el marco del PAT de Castelló, se ha detectado que Torreblanca tiene una muy buena situación y conexiones viarias para centralizar esa producción, acoger algunas industrias de transformación y distribuirla. Tampoco se puede pasar por alto la buena comunicación con el aeropuerto de Castelló, pudiéndose valorar las posibles sinergias con las actividades de recuperación y valorización de los aviones desguazados o la aptitud para recibir visitantes aprovechando los espacios urbanizados existentes que podrían asumir una mayor, pero moderada, terciarización. En definitiva, no solo por estas cosas sino por la calidad de los paisajes existentes y los espacios naturales y el litoral, Torreblanca todavía puede presentar muchas opciones de desarrollo y hacerlo de forma ordenada y a favor del territorio.
- ¿Qué es prioritario para el desarrollo del municipio, el golf o el PGOU?
Obviamente el PGOU. Como apuntaba al principio de sus preguntas, se trata de contraponer el cortoplacismo a la visión de futuro, la anécdota al relato, la inmediatez del beneficio para unos pocos al interés general de planificar una ordenación para conseguir una economía resiliente, que se adapte a los múltiples retos de futuro a los que nos enfrentamos como son el cambio climático o situaciones como la de la actual pandemia, que han puesto a prueba a nuestras ciudades. Eso es lo que va a permitir a Torreblanca ofrecer calidad de vida y oportunidades a sus habitantes.
Hemos pasado una época en la que no era el Plan General la herramienta que los alcaldes y alcaldesas intuían que podía repercutir de una manera rápida en las arcas municipales y se tendió mucho a las modificaciones puntuales, Afortunadamente ahora hay una mayor observancia de la integración territorial y de cuestiones ambientales que hacen mas complicadas esas modificaciones ad hoc, pero debemos añadir que es una batalla en la administración y es la lentitud con la que se tramitan los planes generales. La dificultad que supone para algunos ayuntamientos, cuanto más pequeños peor. Eso tampoco ha ayudado a que nosotros pudiéramos hacer pedagogía de la planificación, de la importancia que tiene el planeamiento, que al final lo que estás haciendo es definir el modelo de pueblo que quieres para los próximos veinte años.
Espero que en los PAT que estamos empezando, en los Planes de Acción Territorial como el de Castellón, que incluye 70 municipios y entre ellos Torreblanca, y es una manera de ayudar a esos pueblos que no se ha hecho antes lo de abrir el melón de los Planes Generales, al menos a zonificar el suelo rural, que es donde somos competentes.
- ¿Habrá un urbanismo post Covid? ¿Cambiará la forma de plantearnos la gestión del territorio?
Debe haberlo. Estamos ante una nueva realidad urbana que requiere de fórmulas imaginativas, participadas e innovadoras para resolver los problemas y aprovechar las oportunidades que este nuevo marco ofrece. La crisis sanitaria y la consecuente crisis económica han evidenciado la necesidad de pensar las ciudades poniendo en el centro a las personas, los cuidados, apostando por la proximidad, favoreciendo la relocalización de la industria. Todo eso lo vamos a plasmar a través de la Agenda Urbana Valenciana que estamos empezando a elaborar.
La importancia de dignificar la vivienda, la importancia de tener espacios públicos útiles y polivalentes, espacios y dotaciones públicas, que sirvan para afrontar emergencias de este y de cualquier otro tipo. A mayor escala a nivel territorial la necesidad de reubicar la industria, generar agricultura de proximidad, ser autosuficientes. Todo eso son cuestiones importantísimas que ya sabíamos, que ya se estaban estudiando que estaban teniendo cierto peso, pero que ha evidenciado obviamente la pandemia. Todo eso, todas esas cuestiones, serán las que trabajaremos también en la Agenda Urbana Valenciana que estamos comenzando ahora los trabajos previos para que sea un instrumento útil para nuestras ciudades para que sean asentamientos humanos resilientes y sostenibles. Siempre estamos hablando de lo mismo, pero creo que son dos palabras que tienen que aparecer en cualquier documento estratégico, en cualquier planificación, hemos de hacerlo desde esos parámetros de sostenibilidad ambiental, territorial, social y económica. Esas son cuestiones que abordaremos a través de la Agenda Urbana Valenciana, que estamos impulsando desde la Consellería de Política Territorial y la Consellería de Vivienda, coordinadamente, para ofrecer un cuaderno de bitácora a nuestras ciudades, nos desprendemos de la Agenda Urbana Europea, de la española y ahora las autonomías van haciendo la suya, creo que somos la cuarta o quinta que comienza este proceso. Creo que es muy importante y se ha hecho evidente la importancia después de la situación que hemos tenido que vivir.