Las saunas en casa se convierten en una alternativa al cierre de gimnasios, spas y centros de estética por la COVID-19

La actual situación sanitaria, por la pandemia de Covid-19 que estamos atravesando en todo el planeta, ha introducido importantes cambios en nuestras vidas, alterando las costumbres –desde los saludos o muestras de afecto hacia las personas con las que nos relacionamos hasta la forma de cuidar nuestros cuerpo o de hacer deporte-, lo que supone una variación de las actividades que hacíamos antes de que el coronavirus entrara a formar parte de nuestro vocabulario y de nuestras vidas.

Miles de personas disfrutaban a diario de sesiones de sauna en toda España, comienzan a disfrutar ahora de saunas en casa, un hábito saludable que mejora la calidad de vida y aporta grandes beneficios para nuestra salud. Sin embargo, el cierre de instalaciones como gimnasios, spas y centros de estética ha supuesto un gran impedimento para continuar con nuestras rutinas de salud. En el año 2019, habían abiertos en España más de 4.700 gimnasios, con más de 5,5 millones de socios inscritos, que disfrutaban de todos los servicios que ofrecen estos espacios para la salud y el cuidado del cuerpo. A esto debemos sumar los spas, hoteles y centros termales que tienen entre sus servicios la posibilidad de tomar una sauna, así como los centros estéticos. En el incierto horizonte de la vida después de la Covid-19, no es posible saber cuantos de estos establecimientos podrán volver a abrir sus puertas por la situación económica y tampoco se conocen las posibles restricciones que las autoridades sanitarias puedan introducir para su uso.

Según datos ofrecidos por la tienda online especializada en equipos para piscinas y wellness BeMyPool, las ventas de saunas domésticas se han incrementado de manera significativa a raíz de las restricciones impuestas a causa de la Covid-19. Cada vez son más las personas que deciden instalare en sus hogares una sauna para continuar disfrutando de las ventajas para la salud que les ofrece.

Las virtudes documentadas de disfrutar de manera frecuente de una sesión de sauna repercuten directamente en una mejora de la esperanza de vida, ya que es un hábito de salud que reduce de manera sustancial el riesgo de padecer eventos cardiovasculares mortales y disminuye la mortalidad también por otras muchas causas habituales de fallecimiento. El aumento del ritmo cardiaco que experimenta una persona al disfrutar de una sauna equivale a realizar un ejercicio moderado, como montar en bicicleta, según establece el estudio realizado por la Universidad Martín Lutero de Halle-Wittenberg y el Centro Médico Berlín. Además, según el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología, la sauna podría prevenir el riesgo de padecer un ictus, una patología que se ha convertido en la primera causa de mortalidad para las mujeres y la segunda para los hombres en España. Además, la eliminación de toxinas a través de la piel sirve para hidratarla y retrasa el envejecimiento, además de que nos protege contra los resfriados, según los estudios de la Universidad de Viena.

Lo que ya era una costumbre ampliamente extendida en los países escandinavos se ha ido implementado de manera paulatina en España, donde cada vez son más los hogares que cuentan con esta instalación, que han registrado una gran bajada en su precio, lo que permite disponer de una sauna doméstica desde 1.500 euros, con una sencillo montaje, manejo y mantenimiento.

Según explica Albert Flotats, fundador y director general de la tienda BeMyPool, “las saunas en casa ya eran un artículo crecientemente popular, pero desde el inicio de la pandemia y las restricciones para asistir a gimnasios, spas y centros de estética hemos notado un aumento del interés por este tipo de productos. Solo se necesita disponer de unos pocos metros cuadrados y una reducida inversión para poder disfrutar del placer de tomar una sauna en casa siempre que quieras, así como los beneficios para la salud que ofrecen”.