Del Lunes, 22 de Septiembre de 2025 al Domingo, 12 de Octubre de 2025
Qué hay que hacer para reciclar un coche y qué elementos pueden ser recuperados
En la actualidad, para dar de baja un coche tiene que pasar sí o sí por un CAT, que es como se llaman ahora a los antiguamente conocidos como desguaces.
Hace años, los vehículos se podían dar de baja definitiva en Tráfico y guardar en cualquier parte. Es por eso que en las zonas rurales aún se pueden ver coches con decenas de años abandonados en parcelas, naves o incluso por el campo.
Por suerte, ahora los CAT se encargan de todo. Vamos a ver cómo es el proceso.
Vamos al CAT y hacemos el papeleo
Si tenemos un coche muy viejo que ya no tiene valor, para darlo de baja hay que ir a un CAT. Allí nos lo ponen todo muy fácil, pues entregando la documentación del vehículo nos facilitarán otro documento en el que consta que hemos hecho entrega del vehículo y que va a ser dado de baja.
Además, es posible que nos paguen por nuestro vehículo si todavía tiene algún valor, algo que ocurre sobre todo con determinados modelos y también con vehículos que todavía no tengan una antigüedad demasiado elevada.
Empieza el proceso de descontaminación
Lo siguiente que hacen tanto en los desguaces en Castellón como en los de toda España, es iniciar el proceso de descontaminación, retirando los residuos más peligrosos que son los líquidos y las baterías.
Estos residuos también se reutilizan en parte, puesto que el aceite se usa como base para hacer nuevos aceites, el plomo de la batería se usa para fabricar nuevas baterías y el combustible se puede reutilizar si está en buen estado, o se le pueden dar otros usos, como el de disolvente, si no lo está.
Quedan piezas que se siguen reciclando y aprovechando
Dar de baja un coche y retirarlo al desguace no es el final para muchos de sus componentes. Cuando un vehículo se lleva al desguace hay que darlo de baja definitivamente ante la Dirección General de Tráfico (DGT), pero eso no impide que su motor, caja de cambio, faros, asientos, suspensiones, etc. se puedan volver a usar.
De hecho, gracias a la existencia de los CAT es posible comprar piezas a bajo coste, puesto que se recuperan y se reciclan muchas de las partes del coche que todavía no han alcanzado el final de su vida útil y que pueden seguir siendo válidas para otras personas que necesiten poner a punto su vehículo ahorrando en la compra de repuestos.
No es raro que los talleres ofrezcan a sus clientes arreglar los coches con piezas de desguaces, cuyos precios son ridículos comparados con los precios de los componentes nuevos y donde en muchas ocasiones, el papel que desempeña la pieza no compensa el sobre coste que tiene adquirir un recambio nuevo.
Tampoco es extraño ver a aficionados a la mecánica recorrer los desguaces, con su caja de herramientas en la mano, para retirar aquellas piezas que necesitan para sus coches, ahorrando así algo de dinero.
Lo que no se puede aprovechar se trata de forma adecuada
Aunque gracias a los desguaces modernos se aprovecha casi la totalidad del vehículo, es cierto que los coches dejan algunos residuos que no tienen un segundo uso.
Este tipo de residuos jamás se tiran ya que deben tratarse de una forma adecuada, llevándolos a vertederos de residuos peligrosos en los que se actúa para que queden inertes y no contaminen ni el suelo, ni el aire, ni los acuíferos.
Por suerte, gracias al buen hacer de los desguaces cada vez son menos los residuos que no vuelven a la cadena de producción.
En la actualidad, para dar de baja un coche tiene que pasar sí o sí por un CAT, que es como se llaman ahora a los antiguamente conocidos como desguaces.
Hace años, los vehículos se podían dar de baja definitiva en Tráfico y guardar en cualquier parte. Es por eso que en las zonas rurales aún se pueden ver coches con decenas de años abandonados en parcelas, naves o incluso por el campo.
Por suerte, ahora los CAT se encargan de todo. Vamos a ver cómo es el proceso.
Vamos al CAT y hacemos el papeleo
Si tenemos un coche muy viejo que ya no tiene valor, para darlo de baja hay que ir a un CAT. Allí nos lo ponen todo muy fácil, pues entregando la documentación del vehículo nos facilitarán otro documento en el que consta que hemos hecho entrega del vehículo y que va a ser dado de baja.
Además, es posible que nos paguen por nuestro vehículo si todavía tiene algún valor, algo que ocurre sobre todo con determinados modelos y también con vehículos que todavía no tengan una antigüedad demasiado elevada.
Empieza el proceso de descontaminación
Lo siguiente que hacen tanto en los desguaces en Castellón como en los de toda España, es iniciar el proceso de descontaminación, retirando los residuos más peligrosos que son los líquidos y las baterías.
Estos residuos también se reutilizan en parte, puesto que el aceite se usa como base para hacer nuevos aceites, el plomo de la batería se usa para fabricar nuevas baterías y el combustible se puede reutilizar si está en buen estado, o se le pueden dar otros usos, como el de disolvente, si no lo está.
Quedan piezas que se siguen reciclando y aprovechando
Dar de baja un coche y retirarlo al desguace no es el final para muchos de sus componentes. Cuando un vehículo se lleva al desguace hay que darlo de baja definitivamente ante la Dirección General de Tráfico (DGT), pero eso no impide que su motor, caja de cambio, faros, asientos, suspensiones, etc. se puedan volver a usar.
De hecho, gracias a la existencia de los CAT es posible comprar piezas a bajo coste, puesto que se recuperan y se reciclan muchas de las partes del coche que todavía no han alcanzado el final de su vida útil y que pueden seguir siendo válidas para otras personas que necesiten poner a punto su vehículo ahorrando en la compra de repuestos.
No es raro que los talleres ofrezcan a sus clientes arreglar los coches con piezas de desguaces, cuyos precios son ridículos comparados con los precios de los componentes nuevos y donde en muchas ocasiones, el papel que desempeña la pieza no compensa el sobre coste que tiene adquirir un recambio nuevo.
Tampoco es extraño ver a aficionados a la mecánica recorrer los desguaces, con su caja de herramientas en la mano, para retirar aquellas piezas que necesitan para sus coches, ahorrando así algo de dinero.
Lo que no se puede aprovechar se trata de forma adecuada
Aunque gracias a los desguaces modernos se aprovecha casi la totalidad del vehículo, es cierto que los coches dejan algunos residuos que no tienen un segundo uso.
Este tipo de residuos jamás se tiran ya que deben tratarse de una forma adecuada, llevándolos a vertederos de residuos peligrosos en los que se actúa para que queden inertes y no contaminen ni el suelo, ni el aire, ni los acuíferos.
Por suerte, gracias al buen hacer de los desguaces cada vez son menos los residuos que no vuelven a la cadena de producción.