Carmen Esteve Segarra celebra sus 100 años rodeada del cariño de sus vecinos y familiares
![[Img #82359]](http://el7set.es/upload/images/06_2021/1553_img_9723.jpg)
Carmen Esteve Segarra celebraba el pasado 5 de junio sus cien años de vida, en un festejo que tuvo lugar en Cabanes y en el que familiares y amigos quisieron acompañarla y mostrarle su cariño. Con motivo de esta celebración, Carmen recibió muchos ramos de flores y el Ayuntamiento de Cabanes, de la mano de su alcaldesa, Virginia Martí, le hizo entrega de una placa conmemorativa, con la que le quiso trasladar el afecto de sus paisanos en un día tan especial.
La fiesta en honor de la centenaria reunió a muchos de sus vecinos y familiares, con aperitivos para los asistentes e incluso una bonita decoración en la puerta de su casa, elaborada por Tutti Pazzi, para que no faltara detalle alguno en tan señalada ocasión. El gran número de personas que se acercaron a felicitar a Carmen puso de manifiesto que en Cabanes es una persona muy conocida y querida.
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Carmen Esteve Segarra nació el 1 de junio de 1921, en el seno de la familia de “Nardos” y “Rosinyol”, en la partida de L’Aljub, en la Ribera de Cabanes. Hija de Francisco Esteve Condill y Encarnación Segarra, recibió el sacramento del bautismo en Cabanes el día 3 de junio de 1921, siendo su madrina Soledad Segarra Segarra. Además de Carmen, el matrimonio tuvo cuatro hijos más, Encarnación, Francisquet, Vicente y Toni.
Cuanto contaba la edad de 15 años, Carmen y su familia vivieron la trágica experiencia de la Guerra Civil Española, lo que les llevó a huir de la Ribera para refugiarse en el pueblo de Cabanes, donde tenían una casa en la Plaza del Buen Suceso, de la que Carmen recuerda que sigue teniendo la misma fachada que entonces. La familia trabajaba las tierras, “que era lo poco que había”, según recuerda la centenaria, que “cargaba haces de hierba de un lado para otro”.
Inició su noviazgo con su primo José Segarra Segarra, conocido como “Rosinyol” y se fueron a vivir juntos, tal como evoca Carmen, “a una caseta que tenía Amparo la del Terrible en la partida de Els Perchets y mientras pudimos hacer obra en la masía de la partida del Polido, más conocido como el Barrio del Pincho”. Finalmente, el 20 de julio de 1946 a las 12:00 horas contrajo matrimonio con José en la parroquia de Cabanes, siendo testigos del enlace D. José Carceller Cuevas y D.Francisco Herrasti Bellés.
El matrimonio tuvo tres hijos, aunque el primogénito falleció recién bautizado, con tan solo diecisiete días de vida. Después vino el segundo, Jesús José María y el tercero fue Antonio.
Carmen se describe como una mujer trabajadora, luchadora y fuerte, que sabía lo que era hacer frente a la adversidad y vivir de su esfuerzo diario. De esa vida de sacrificios y trabajo también recuerda muchas anécdotas, como la del día en que iba cargada con un haz de hierba, con su hijo pequeño Antonio en brazos y Jesús José de la mano. Al llegar a casa “estaba tan cansada que solté la hierba y a mi hijo que llevaba en brazos. Menos mal que la altura no era mucha, así que no se hizo nada, pero tuve un gran susto”.
Su hijo Jesús José se casó con Domi en el año 1972 y en 1974 tuvo su primer hijo, Miguel Ángel, en 1975 nació el segundo, Francisco José, y en 1982 nació María Jesús.
En 1986 su hijo Antonio se casó con Lidia y en 1989 nació su hijo David y en 1997 su hija Abril.Sus tres nietos mayores le han dado dos biznietos y dos biznietas. De su nieto mayor, Miguel Ángel y su esposa Elena nacieron Natalia y Laura, mientras que de Fran y su esposa Elena nacieron Natxo y Nico. Carmen apunta que su nieta Mª Jesús y su marido Iván, que la cuidan desde hace siete años, le darán en breve un nuevo biznieto, que se llamará Miguel.
Haber disfrutado de una vida tan larga le ha permitido tener muchas vivencias, aunque ha tenido que superar fatalidades como la muerte de su primer hijo o la de su nieto preferido, Miguel Ángel, que falleció con tan solo 39 años de edad. Después enviudaría en el año 1990 y también lloraría la muerte de su hijo Antonio.
A lo largo de su vida siempre ha sido muy activa y cuando ya estaba jubilada y ya tan solo tenía que atender las labores del hogar “y recoger las hojitas de los cuatro olivos y a tener todas las piedrecitas bien puestas en la calle”, no dejó de ir en bicicleta a comprar a la tienda y todos los domingos a misa. Sin embargo, cuando Carmen tenía 85 años de edad, enfermó y le diagnosticaron piedras en el riñón. En ese momento su familia temió por su seguridad y decidió que ya no volviera a ir en bicicleta, por miedo a que cayera por la carretera.
Su hijo Toni y su nuera Lidia la cuidaban desde que enfermó al fallecer su nieto Migue y alternaban una quincena cada uno con su nieta Mª Jesús y su marido Iván. Cuando Antonio murió tras una enfermedad su nuera Lidia debía cuidar a sus padres, por lo que Carmen se quedó de manera permanente con su nieta y el marido de esta. “Ellos me ha cuidado muy bien, a pesar de que mi nieta y yo siempre hemos chocado muchísimo. Me ha cogido mucho cariño, igual que yo a ella. Su marido Iván, que no tendría que hacer todo lo que hace por mí porque, al fin y al cabo, no es familia de sangre, me lleva de un lado a otro. Gracias a la ayuda que le da a mi nieta y lo que me cuida a mí, he recorrido muchos lugares de España que no había visto nunca. He visitado Valencia, Zaragoza, Madrid, Matarraña, Segorbe, Navajas, el Salto de la Novia, Penyagolosa”.
Carmen quiere agradecer, en su 100 cumpleaños, el cariño y los cuidados que recibe a diario “a mi nieta Mª Jesús, su marido Iván y a mi nuera Lidia, por cuidarme estos años, y también dar las gracias al resto de la familia que han estado a mi lado, por echarles una mano a ellos cuando estuvo ingresada en el hospital a los 97 años por una rotura de cadera y en algunos otros momentos.![[Img #82361]](http://el7set.es/upload/images/06_2021/7164_img_9749.jpg)
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Carmen Esteve Segarra celebraba el pasado 5 de junio sus cien años de vida, en un festejo que tuvo lugar en Cabanes y en el que familiares y amigos quisieron acompañarla y mostrarle su cariño. Con motivo de esta celebración, Carmen recibió muchos ramos de flores y el Ayuntamiento de Cabanes, de la mano de su alcaldesa, Virginia Martí, le hizo entrega de una placa conmemorativa, con la que le quiso trasladar el afecto de sus paisanos en un día tan especial.
La fiesta en honor de la centenaria reunió a muchos de sus vecinos y familiares, con aperitivos para los asistentes e incluso una bonita decoración en la puerta de su casa, elaborada por Tutti Pazzi, para que no faltara detalle alguno en tan señalada ocasión. El gran número de personas que se acercaron a felicitar a Carmen puso de manifiesto que en Cabanes es una persona muy conocida y querida.
Carmen Esteve Segarra nació el 1 de junio de 1921, en el seno de la familia de “Nardos” y “Rosinyol”, en la partida de L’Aljub, en la Ribera de Cabanes. Hija de Francisco Esteve Condill y Encarnación Segarra, recibió el sacramento del bautismo en Cabanes el día 3 de junio de 1921, siendo su madrina Soledad Segarra Segarra. Además de Carmen, el matrimonio tuvo cuatro hijos más, Encarnación, Francisquet, Vicente y Toni.
Cuanto contaba la edad de 15 años, Carmen y su familia vivieron la trágica experiencia de la Guerra Civil Española, lo que les llevó a huir de la Ribera para refugiarse en el pueblo de Cabanes, donde tenían una casa en la Plaza del Buen Suceso, de la que Carmen recuerda que sigue teniendo la misma fachada que entonces. La familia trabajaba las tierras, “que era lo poco que había”, según recuerda la centenaria, que “cargaba haces de hierba de un lado para otro”.
Inició su noviazgo con su primo José Segarra Segarra, conocido como “Rosinyol” y se fueron a vivir juntos, tal como evoca Carmen, “a una caseta que tenía Amparo la del Terrible en la partida de Els Perchets y mientras pudimos hacer obra en la masía de la partida del Polido, más conocido como el Barrio del Pincho”. Finalmente, el 20 de julio de 1946 a las 12:00 horas contrajo matrimonio con José en la parroquia de Cabanes, siendo testigos del enlace D. José Carceller Cuevas y D.Francisco Herrasti Bellés.
El matrimonio tuvo tres hijos, aunque el primogénito falleció recién bautizado, con tan solo diecisiete días de vida. Después vino el segundo, Jesús José María y el tercero fue Antonio.
Carmen se describe como una mujer trabajadora, luchadora y fuerte, que sabía lo que era hacer frente a la adversidad y vivir de su esfuerzo diario. De esa vida de sacrificios y trabajo también recuerda muchas anécdotas, como la del día en que iba cargada con un haz de hierba, con su hijo pequeño Antonio en brazos y Jesús José de la mano. Al llegar a casa “estaba tan cansada que solté la hierba y a mi hijo que llevaba en brazos. Menos mal que la altura no era mucha, así que no se hizo nada, pero tuve un gran susto”.
Su hijo Jesús José se casó con Domi en el año 1972 y en 1974 tuvo su primer hijo, Miguel Ángel, en 1975 nació el segundo, Francisco José, y en 1982 nació María Jesús.
En 1986 su hijo Antonio se casó con Lidia y en 1989 nació su hijo David y en 1997 su hija Abril.Sus tres nietos mayores le han dado dos biznietos y dos biznietas. De su nieto mayor, Miguel Ángel y su esposa Elena nacieron Natalia y Laura, mientras que de Fran y su esposa Elena nacieron Natxo y Nico. Carmen apunta que su nieta Mª Jesús y su marido Iván, que la cuidan desde hace siete años, le darán en breve un nuevo biznieto, que se llamará Miguel.
Haber disfrutado de una vida tan larga le ha permitido tener muchas vivencias, aunque ha tenido que superar fatalidades como la muerte de su primer hijo o la de su nieto preferido, Miguel Ángel, que falleció con tan solo 39 años de edad. Después enviudaría en el año 1990 y también lloraría la muerte de su hijo Antonio.
A lo largo de su vida siempre ha sido muy activa y cuando ya estaba jubilada y ya tan solo tenía que atender las labores del hogar “y recoger las hojitas de los cuatro olivos y a tener todas las piedrecitas bien puestas en la calle”, no dejó de ir en bicicleta a comprar a la tienda y todos los domingos a misa. Sin embargo, cuando Carmen tenía 85 años de edad, enfermó y le diagnosticaron piedras en el riñón. En ese momento su familia temió por su seguridad y decidió que ya no volviera a ir en bicicleta, por miedo a que cayera por la carretera.
Su hijo Toni y su nuera Lidia la cuidaban desde que enfermó al fallecer su nieto Migue y alternaban una quincena cada uno con su nieta Mª Jesús y su marido Iván. Cuando Antonio murió tras una enfermedad su nuera Lidia debía cuidar a sus padres, por lo que Carmen se quedó de manera permanente con su nieta y el marido de esta. “Ellos me ha cuidado muy bien, a pesar de que mi nieta y yo siempre hemos chocado muchísimo. Me ha cogido mucho cariño, igual que yo a ella. Su marido Iván, que no tendría que hacer todo lo que hace por mí porque, al fin y al cabo, no es familia de sangre, me lleva de un lado a otro. Gracias a la ayuda que le da a mi nieta y lo que me cuida a mí, he recorrido muchos lugares de España que no había visto nunca. He visitado Valencia, Zaragoza, Madrid, Matarraña, Segorbe, Navajas, el Salto de la Novia, Penyagolosa”.
Carmen quiere agradecer, en su 100 cumpleaños, el cariño y los cuidados que recibe a diario “a mi nieta Mª Jesús, su marido Iván y a mi nuera Lidia, por cuidarme estos años, y también dar las gracias al resto de la familia que han estado a mi lado, por echarles una mano a ellos cuando estuvo ingresada en el hospital a los 97 años por una rotura de cadera y en algunos otros momentos.