Día Sábado, 20 de Septiembre de 2025
Aspectos en los que fijarnos a la hora de pedir una hipoteca
La tramitación y firma de la hipoteca es el último obstáculo a superar a la hora de comprar una vivienda. Después del proceso de selección del inmueble a adquirir, búsqueda de una casa con el espacio que requerimos, número de habitaciones, ubicación, apartamento, unifamiliar adosado o casa unifamiliar aislada, servicios y precio, llegan otro tipo de preguntas que nos planteamos y no pocas dudas, por ejemplo cuanto tarda el banco en conceder una hipoteca, que interés nos cobrará o que documentación deberé aportar.
Los bancos tienen una serie de requisitos de obligado cumplimiento a la hora de que nos concedan un crédito hipotecario, que inicialmente son muy parecidos en todos los casos (ingresos, situación laboral, situación personal, ahorros, activos, propiedades, inversiones, deudas pendientes y el historial crediticio).
El principal aspecto para que nos den un préstamo hipotecario para comprar nuestra casa es que tengamos la suficiente solvencia económica. ¿Qué significa esto? Pues muy fácil, el banco quiere saber con total seguridad que tenemos la capacidad de devolver, dentro de los plazos acordados, el dinero que nos preste y los intereses correspondientes.
Para conocer nuestra solvencia, o lo que es lo mismo, nuestra capacidad de pagar, la entidad crediticia comprobará nuestra situación laboral, principalmente para saber cuanto cobras y las condiciones en las que percibes tus ingresos (si trabajas para terceros, si eres un profesional independiente o autónomo, si eres empresario). También querrán saber el número de hijos y personas que estén a tu cargo económicamente y un aspecto importante, si tus ingresos son suficientes para hacer frente a tus pagos fijos y además a la hipoteca. Los expertos no recomiendan que gastemos más del 35% de nuestros ingresos al pago de la hipoteca que solicitamos y del resto de deudas por préstamos que pudiéramos tener (tarjetas, créditos personales).
Es importante contar con un colchón de dinero para hacer frente a la parte del precio de la casa que no estará cubierta por la hipoteca. Actualmente lo más común es que solo se otorgue el 80% del valor de tasación del inmueble o del precio por el que compremos realmente la casa, que puede ser por debajo del valor de tasación, por lo que nos concederían ese porcentaje del precio más bajo. También hay que tener muy en cuenta que la operación generará unos gastos, tanto por la compraventa como por los impuestos que deberemos pagar al realizar la compra. Por ese motivo, contar con ahorros suficientes para cubrir todos esos gastos también nos dará más opciones para que nos apruebe la hipoteca.
No es imprescindible que estemos completamente libres de deudas, de modo que podemos aspirar a que nos concedan una hipoteca aunque tengamos préstamos activos, siempre que los pagos se realicen a tiempo y podamos seguir afrontando su pago en el futuro, mientras pagamos también la hipoteca. Lo que es más importante es que no nos hayan incluido en una lista de morosos por no haber pagado anteriormente algún préstamo. Eso puede representar un enorme obstáculo a la hora de que nos aprueben la operación.
Aunque no siempre es obligatorio, siempre nos dará ventajas tener una cuenta abierta en el banco al que solicitamos la hipoteca. Que no seamos unos completos desconocidos para la entidad, que conozcan nuestro historial y que tengan constancia de los ingresos medios que percibimos mensualmente siempre puede sumar a la hora de tramitar nuestro expediente.
Finalmente, en el caso de que el banco tenga algunas reservas sobre tus ingresos, por tu situación económica o porque incumplas alguno de los requisitos que solicitan, la operación podría salir adelante, pero el banco nos exigiría entonces que presentemos un aval. De ese modo, en caso de impago de las cuotas de la hipoteca, la entidad podría reclamar que el avalista las pague en nuestro lugar, garantizando que se cubrirá la deuda al responder con sus bienes.
La tramitación y firma de la hipoteca es el último obstáculo a superar a la hora de comprar una vivienda. Después del proceso de selección del inmueble a adquirir, búsqueda de una casa con el espacio que requerimos, número de habitaciones, ubicación, apartamento, unifamiliar adosado o casa unifamiliar aislada, servicios y precio, llegan otro tipo de preguntas que nos planteamos y no pocas dudas, por ejemplo cuanto tarda el banco en conceder una hipoteca, que interés nos cobrará o que documentación deberé aportar.
Los bancos tienen una serie de requisitos de obligado cumplimiento a la hora de que nos concedan un crédito hipotecario, que inicialmente son muy parecidos en todos los casos (ingresos, situación laboral, situación personal, ahorros, activos, propiedades, inversiones, deudas pendientes y el historial crediticio).
El principal aspecto para que nos den un préstamo hipotecario para comprar nuestra casa es que tengamos la suficiente solvencia económica. ¿Qué significa esto? Pues muy fácil, el banco quiere saber con total seguridad que tenemos la capacidad de devolver, dentro de los plazos acordados, el dinero que nos preste y los intereses correspondientes.
Para conocer nuestra solvencia, o lo que es lo mismo, nuestra capacidad de pagar, la entidad crediticia comprobará nuestra situación laboral, principalmente para saber cuanto cobras y las condiciones en las que percibes tus ingresos (si trabajas para terceros, si eres un profesional independiente o autónomo, si eres empresario). También querrán saber el número de hijos y personas que estén a tu cargo económicamente y un aspecto importante, si tus ingresos son suficientes para hacer frente a tus pagos fijos y además a la hipoteca. Los expertos no recomiendan que gastemos más del 35% de nuestros ingresos al pago de la hipoteca que solicitamos y del resto de deudas por préstamos que pudiéramos tener (tarjetas, créditos personales).
Es importante contar con un colchón de dinero para hacer frente a la parte del precio de la casa que no estará cubierta por la hipoteca. Actualmente lo más común es que solo se otorgue el 80% del valor de tasación del inmueble o del precio por el que compremos realmente la casa, que puede ser por debajo del valor de tasación, por lo que nos concederían ese porcentaje del precio más bajo. También hay que tener muy en cuenta que la operación generará unos gastos, tanto por la compraventa como por los impuestos que deberemos pagar al realizar la compra. Por ese motivo, contar con ahorros suficientes para cubrir todos esos gastos también nos dará más opciones para que nos apruebe la hipoteca.
No es imprescindible que estemos completamente libres de deudas, de modo que podemos aspirar a que nos concedan una hipoteca aunque tengamos préstamos activos, siempre que los pagos se realicen a tiempo y podamos seguir afrontando su pago en el futuro, mientras pagamos también la hipoteca. Lo que es más importante es que no nos hayan incluido en una lista de morosos por no haber pagado anteriormente algún préstamo. Eso puede representar un enorme obstáculo a la hora de que nos aprueben la operación.
Aunque no siempre es obligatorio, siempre nos dará ventajas tener una cuenta abierta en el banco al que solicitamos la hipoteca. Que no seamos unos completos desconocidos para la entidad, que conozcan nuestro historial y que tengan constancia de los ingresos medios que percibimos mensualmente siempre puede sumar a la hora de tramitar nuestro expediente.
Finalmente, en el caso de que el banco tenga algunas reservas sobre tus ingresos, por tu situación económica o porque incumplas alguno de los requisitos que solicitan, la operación podría salir adelante, pero el banco nos exigiría entonces que presentemos un aval. De ese modo, en caso de impago de las cuotas de la hipoteca, la entidad podría reclamar que el avalista las pague en nuestro lugar, garantizando que se cubrirá la deuda al responder con sus bienes.