Del Sábado, 22 de Noviembre de 2025 al Domingo, 23 de Noviembre de 2025
Productos necesarios para tu coche este invierno
Estamos acostumbrados a realizar las comprobaciones en nuestro coche coincidiendo con las vacaciones de verano. En esas épocas del año asumimos que vamos a realizar viajes largos por carretera, que vamos a someter al vehículo y todos sus componentes a una exigencia mayor y que es importante que revisemos todos los sistemas a fondo para no tener sorpresas. Sin embargo, durante el invierno, las condiciones climatológicas y de conducción son tan exigentes o más que durante el verano, por lo que es importante que preparemos a conciencia nuestro coche para pasar el invierno.
El sistema de aire acondicionado refresca el interior del vehículo durante las altas temperaturas del verano, sin embargo es importante ponerlo en marcha con frecuencia para limpiar los conductos y para ello hay que mantener la carga aire acondicionado coche para que el circuito no se quede vacío y nos pueda dar problemas en el futuro. Una recarga de gas nos puede durar unos dos años, pero se tiene que cambiar si antes de transcurrido ese tiempo ya hemos recorrido más de 60.000 kilómetros. Un nivel de gas refrigerante bajo puede comprometer la eficiencia del sistema y dejará de salir aire frío o saldrá poco fresco. La climatización, cuando bajan las temperaturas, aportará confort a los pasajeros y hará más cómodos los viajes en condiciones de frío extremo como las que se suelen dar en el invierno. La correcta circulación del aire también evitará que se empañen los cristales del vehículo.
Existen varios puntos esenciales para ser revisados de cara al invierno. Ruedas, líquido de frenos, anticongelante, limpiaparabrisas y luces. Todos son importantes, sobre todo porque algunos como las ruedas, luces y frenos están directamente relacionados con la seguridad del vehículo y su respuesta a las maniobras.
Revisemos las ruedas, que tengan suficiente dibujo, que no aparezcan agrietamientos o cortes en la zona con la que está en contacto con la superficie de rodadura del pavimento. Ante cualquier deficiencia o falta de dibujo en los neumáticos, es recomendable cambiar los cuatro a la vez, para que el equilibrio entre los dos ejes esté garantizado, pero si queremos hacer el cambio de atrás adelante lo deberemos hacer convenientemente y reponiendo al menos dos de las ruedas. Controlar la presión de nuestros neumáticos también es vital, para que funcionen de manera correcta se tiene que mantener los niveles de presión señalados por el fabricante. Es más que recomendable que dispongamos en nuestro maletero de un compresor neumaticos para poder controlar la presión de las ruedas en cualquier momento, sobre todo si estamos en carretera y no tenemos un taller o gasolinera cerca.
En los frenos comprobaremos el nivel de líquido de frenos, el estado de las pastillas y de los discos. Se trata de un elemento vital para la seguridad y no debemos confiarnos si vemos que se encuentran en mal estado.
Repondremos el nivel de anticongelante en el radiador, sobre todo si viajamos por zonas en las que sean frecuentes las heladas y las bajas temperaturas.
Estamos acostumbrados a realizar las comprobaciones en nuestro coche coincidiendo con las vacaciones de verano. En esas épocas del año asumimos que vamos a realizar viajes largos por carretera, que vamos a someter al vehículo y todos sus componentes a una exigencia mayor y que es importante que revisemos todos los sistemas a fondo para no tener sorpresas. Sin embargo, durante el invierno, las condiciones climatológicas y de conducción son tan exigentes o más que durante el verano, por lo que es importante que preparemos a conciencia nuestro coche para pasar el invierno.
El sistema de aire acondicionado refresca el interior del vehículo durante las altas temperaturas del verano, sin embargo es importante ponerlo en marcha con frecuencia para limpiar los conductos y para ello hay que mantener la carga aire acondicionado coche para que el circuito no se quede vacío y nos pueda dar problemas en el futuro. Una recarga de gas nos puede durar unos dos años, pero se tiene que cambiar si antes de transcurrido ese tiempo ya hemos recorrido más de 60.000 kilómetros. Un nivel de gas refrigerante bajo puede comprometer la eficiencia del sistema y dejará de salir aire frío o saldrá poco fresco. La climatización, cuando bajan las temperaturas, aportará confort a los pasajeros y hará más cómodos los viajes en condiciones de frío extremo como las que se suelen dar en el invierno. La correcta circulación del aire también evitará que se empañen los cristales del vehículo.
Existen varios puntos esenciales para ser revisados de cara al invierno. Ruedas, líquido de frenos, anticongelante, limpiaparabrisas y luces. Todos son importantes, sobre todo porque algunos como las ruedas, luces y frenos están directamente relacionados con la seguridad del vehículo y su respuesta a las maniobras.
Revisemos las ruedas, que tengan suficiente dibujo, que no aparezcan agrietamientos o cortes en la zona con la que está en contacto con la superficie de rodadura del pavimento. Ante cualquier deficiencia o falta de dibujo en los neumáticos, es recomendable cambiar los cuatro a la vez, para que el equilibrio entre los dos ejes esté garantizado, pero si queremos hacer el cambio de atrás adelante lo deberemos hacer convenientemente y reponiendo al menos dos de las ruedas. Controlar la presión de nuestros neumáticos también es vital, para que funcionen de manera correcta se tiene que mantener los niveles de presión señalados por el fabricante. Es más que recomendable que dispongamos en nuestro maletero de un compresor neumaticos para poder controlar la presión de las ruedas en cualquier momento, sobre todo si estamos en carretera y no tenemos un taller o gasolinera cerca.
En los frenos comprobaremos el nivel de líquido de frenos, el estado de las pastillas y de los discos. Se trata de un elemento vital para la seguridad y no debemos confiarnos si vemos que se encuentran en mal estado.
Repondremos el nivel de anticongelante en el radiador, sobre todo si viajamos por zonas en las que sean frecuentes las heladas y las bajas temperaturas.



























