Entrevista a José Ángel Ríos
José Ángel Ríos nació en 1992 en Sevilla: una época especial, ya que ese año la capital andaluza fue la sede de la Exposición Universal. Por ese motivo, esa época y lugar se convirtieron en el escenario de su primera novela negra, ‘El pez globo’, que nos presenta a dos narcotraficantes que quieren monopolizar el mercado de la cocaína.
![[Img #85009]](http://el7set.es/upload/images/02_2022/89_jose-angel-rios-foto-baja.jpg)
Eres bastante joven y ya tienes tres libros publicados. ¿Desde cuándo escribes?
Siempre he escrito, si por escribir se entiende pergeñar ideas e historias en la mente. Lo que comúnmente llamamos escribir consiste en aporrear teclas y que estas vayan rellenando hojas en blanco. Nunca dejo de escribir, ya sea en artículos, ideas para futuros proyectos o en Twitter donde soy muy activo.
¿En qué consistían tus primeros escritos?
Cuando era pequeño, escribía cuentos y, de adolescente, empecé un blog futbolístico con reportajes, columnas y noticias. Luego recopilé sesenta artículos de ese blog y publiqué mi primer libro en 2015, después siguió una novela juvenil y luego mis ideas aterrizaron en Sevilla, donde igual se quedan durante una temporada.
¿Has tenido algún maestro o alguien fundamental en tu camino como escritor?
Bastantes, creo que el escritor debe fijarse en quienes lo precedieron y lo hicieron mejor que él, que en mi caso son muchos. Por citar alguno, mis referentes son Juan Gómez-Jurado, maestro del thriller, y de Arturo Pérez-Reverte, a su vez maestro del susodicho, cuya forma de ver el mundo así como su lúcida y sabia mirada, me parecen fascinantes. He tenido el privilegio de conocerlos personalmente y son unos extraordinarios compañeros de viaje.
¿Qué otros escritores admiras?
Por supuesto, los clásicos no pueden faltar: Conrad, Orwell, Quevedo, Cervantes, Dumas. Ellos mostraron el camino y dejaron un legado que siempre estará ahí.
¿Cuál crees que es tu punto débil como escritor?
Muchos compañeros hablan del mal de la página en blanco. A mí no me pasa tanto eso como arrancar: escribir es un oficio y exige una responsabilidad. Vas a vivir meses o incluso años con unos personajes, sufriendo con ellos o embarcados en todo tipo de aventuras y quiero sentarme a su lado y conocerlos a fondo antes de que empiecen a andar por cuenta propia. No existen las musas o, quizás, estas no acuden a mí a susurrarme al oído ese párrafo o palabra que tanto necesito. No puedes depender de ellas, todo es ponerse y, como dijo el sabio: que las musas te pillen trabajando.
¿Qué sueles escribir cuando haces una dedicatoria o firmas ejemplares?
Es una sensación muy especial que busco ejecutar siempre de forma única y no ceñirme a lo típico: "con mucho cariño para...". Siempre me tomo un tiempo para pensarlo y que cada dedicatoria sea única, sobre todo si conozco al lector y eso me posibilita escribir un comentario más personal. Si no, hablo un poco con él hasta dar con algo único. Esto evidentemente es más complicado cuando tienes delante una cola de doscientas personas, que no es mi caso, aunque no me importaría que un día lo fuera.
![[Img #85010]](http://el7set.es/upload/images/02_2022/8863_el-pez-globo-front.jpg)
Eres bastante joven y ya tienes tres libros publicados. ¿Desde cuándo escribes?
Siempre he escrito, si por escribir se entiende pergeñar ideas e historias en la mente. Lo que comúnmente llamamos escribir consiste en aporrear teclas y que estas vayan rellenando hojas en blanco. Nunca dejo de escribir, ya sea en artículos, ideas para futuros proyectos o en Twitter donde soy muy activo.
¿En qué consistían tus primeros escritos?
Cuando era pequeño, escribía cuentos y, de adolescente, empecé un blog futbolístico con reportajes, columnas y noticias. Luego recopilé sesenta artículos de ese blog y publiqué mi primer libro en 2015, después siguió una novela juvenil y luego mis ideas aterrizaron en Sevilla, donde igual se quedan durante una temporada.
¿Has tenido algún maestro o alguien fundamental en tu camino como escritor?
Bastantes, creo que el escritor debe fijarse en quienes lo precedieron y lo hicieron mejor que él, que en mi caso son muchos. Por citar alguno, mis referentes son Juan Gómez-Jurado, maestro del thriller, y de Arturo Pérez-Reverte, a su vez maestro del susodicho, cuya forma de ver el mundo así como su lúcida y sabia mirada, me parecen fascinantes. He tenido el privilegio de conocerlos personalmente y son unos extraordinarios compañeros de viaje.
¿Qué otros escritores admiras?
Por supuesto, los clásicos no pueden faltar: Conrad, Orwell, Quevedo, Cervantes, Dumas. Ellos mostraron el camino y dejaron un legado que siempre estará ahí.
¿Cuál crees que es tu punto débil como escritor?
Muchos compañeros hablan del mal de la página en blanco. A mí no me pasa tanto eso como arrancar: escribir es un oficio y exige una responsabilidad. Vas a vivir meses o incluso años con unos personajes, sufriendo con ellos o embarcados en todo tipo de aventuras y quiero sentarme a su lado y conocerlos a fondo antes de que empiecen a andar por cuenta propia. No existen las musas o, quizás, estas no acuden a mí a susurrarme al oído ese párrafo o palabra que tanto necesito. No puedes depender de ellas, todo es ponerse y, como dijo el sabio: que las musas te pillen trabajando.
¿Qué sueles escribir cuando haces una dedicatoria o firmas ejemplares?
Es una sensación muy especial que busco ejecutar siempre de forma única y no ceñirme a lo típico: "con mucho cariño para...". Siempre me tomo un tiempo para pensarlo y que cada dedicatoria sea única, sobre todo si conozco al lector y eso me posibilita escribir un comentario más personal. Si no, hablo un poco con él hasta dar con algo único. Esto evidentemente es más complicado cuando tienes delante una cola de doscientas personas, que no es mi caso, aunque no me importaría que un día lo fuera.