Ester, la de la Maya
Se nos ha ido Ester, tras su madre, su padre y su hermano. Era Ester parte de Alcossebre, del Alcossebre genuino y auténtico, del Alcossebre del Rench y del Camí de l´Altall.
No tenía yo mucho contacto con ella, por no vivir en el pueblo, pero algunas veces sí que coincidimos.
Cuando mi marido le decía que yo ya era demasiado vieja y que se buscaría una chica más joven, protestaba y me defendía.
Era fan incondicional del Real Madrid y estaba encantada cuando ese pegaba al Barcelona.
Era muy aficionada al baile, sobre todo a las sevillanas que bailaba con mucha gracia, siempre que los pensionistas nos íbamos de excursion, con comida y baile después.
También se la podía ver en los bailes de los domingos, organizados por los Jubilados y Pensionistas de Sant Benet, donde bailaba sevillanas o el vino griego, donde bailaba con sus amigos y donde cantaba, sola o con éstos, con ayuda del micrófono de los músicos.
!Que en paz descanses!
Se nos ha ido Ester, tras su madre, su padre y su hermano. Era Ester parte de Alcossebre, del Alcossebre genuino y auténtico, del Alcossebre del Rench y del Camí de l´Altall.
No tenía yo mucho contacto con ella, por no vivir en el pueblo, pero algunas veces sí que coincidimos.
Cuando mi marido le decía que yo ya era demasiado vieja y que se buscaría una chica más joven, protestaba y me defendía.
Era fan incondicional del Real Madrid y estaba encantada cuando ese pegaba al Barcelona.
Era muy aficionada al baile, sobre todo a las sevillanas que bailaba con mucha gracia, siempre que los pensionistas nos íbamos de excursion, con comida y baile después.
También se la podía ver en los bailes de los domingos, organizados por los Jubilados y Pensionistas de Sant Benet, donde bailaba sevillanas o el vino griego, donde bailaba con sus amigos y donde cantaba, sola o con éstos, con ayuda del micrófono de los músicos.
!Que en paz descanses!