Llegó la época de las calderas de gas

Aunque el verano ha sido muy caluroso y no nos ha dejado pensar demasiado en el frío, lo cierto es que con la llegada del otoño ha llegado también el momento de empezar a pensar en la calefacción para mantener nuestro hogar cálido y cómodo. Esto debe hacer que nos planteemos la instalacion de calderas en nuestra casa para que los rigores del invierno no nos afecten.

En la mayoría de los barrios residenciales, los edificios de reciente construcción y los bloques de oficinas es habitual la instalacion calderas de gas para mantener la temperatura idónea, sin embargo, si estamos pensando ahora en poner un sistema de calefacción en casa, hay varias cuestiones que nos tenemos que plantear primero, antes de tomar tan importante decisión.

A pesar de ser un sistema de calefacción muy popular, principalmente en las grandes ciudades, es poco lo que conocemos de los diferentes tipos de caldera que existen, así que es importante que nos informemos primero a la hora de instalar una u otra. Es de vital importancia que nos decantemos por una caldera fiable y que tenga la mayor eficiencia energética, sobre todo teniendo en cuenta el coste de la energía en estos tiempos, por lo que debemos asegurarnos de recibir la mayor cantidad por el menor coste.

Con esa idea en mente, tenemos que plantearnos la instalación de una caldera de gas natural. Esto no es, ni más ni menos, que un equipo que usa gas natural para producir agua caliente para la casa y generar la temperatura requerida por nuestro sistema de calefacción. Se trata de aparatos de alta eficiencia energética, prácticamente del 90% de aprovechamiento de la energía que genera la combustión del gas natural. La caldera calienta el agua de las tuberías y esta recorre el circuito de manera constante para pasar por los radiadores instalados en las distintas habitaciones. Del mismo modo, al abrir el grifo del agua caliente en los baños o en la cocina, disponemos de agua lista para ser usada. La temperatura seleccionada se mantiene constante mediante un termostato.

Este tipo de calderas pueden ser una caldera convencional, que cuenta con un depósito lleno de agua fría y un cilindro que almacena la caliente, que después está disponible tanto para agua caliente como para la calefacción. Por otra parte, tenemos la caldera de sistema, que no requiere de un depósito para el agua fría y va calentando la que necesita en cada momento tomándola de la red de agua potable de la casa, para almacenarla una vez caliente en el acumulador. Finalmente, tenemos las calderas mixtas, que por su comodidad son generalmente consideradas por una amplia mayoría de usuarios como el mejor tipo de caldera. Para funcionar no necesita depósito ni cilindro, de modo que va calentando el agua según se va necesitando, tanto para recorrer el sistema de la calefacción central como para ofrecer agua caliente por medio de los grifos de cocina y baños. Su principal atractivo es que no requiere de un gran espacio para su instalación y siempre están disponibles para generar más agua caliente.