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Lunes, 14 de Noviembre de 2022

La Unión Europea quiere que los consumidores puedan reparar los problemas de su frigorífico en lugar de cambiarlo

[Img #91478]El Parlamento Europeo aprobó el pasado mes de abril una propuesta de la Comisión Europea para garantizar a los consumidores su derecho a reparar sus electrodomésticos. El planteamiento, que recoge las demandas de los consumidores europeos, pretende instaurar el diseño de productos duraderos por parte de las empresas para que puedan ser reparados, además de incluir más información técnica en su etiquetado y también ampliar las garantías de dichos productos.

En la actualidad, el 77% de los ciudadanos de la Unión Europea han manifestado su preferencia por reparar los electrodomésticos que se averíen antes que comprar un nuevo aparato. Esto ha llevado a que cada vez sean más los usuarios que eligen productos más duraderos y que tienen la posibilidad de ser reparados con facilidad con recambios electrodomésticos, frente a la práctica implementada en los últimos años por un gran número de empresas de la obsolescencia programada. Los consumidores quieren que los legisladores europeos definan esta obsolescencia programada como una práctica comercial desleal y que sea erradicada en el marco de la UE. Nace la propuesta para garantizar el derecho a reparar que favorezca la posibilidad de cambiar los burletes para frigorífico en lugar de comprar uno nuevo.

Los eurodiputados acordaron que el derecho a la reparación efectivo debe abarcar todo el ciclo de vida de un producto, de modo que promueva un uso mucho más eficiente de los recursos que se emplean en la fabricación de estos aparatos, mientras se reducen los residuos que se producen anualmente por la eliminación de electrodomésticos fuera de uso, fomentando con ello un uso más prolongado de los aparatos que utilizamos en nuestros hogares.

En ese sentido, los representantes en la cámara europea han llegado a la conclusión de que los productos, además de ser diseñados para que duren más tiempo, deben ser fácilmente reparables y desmontables. Además, las empresas de reparación y los consumidores deberán contar con el debido acceso a la información sobre la reparación y mantenimiento de cada producto de una manera sencilla y totalmente gratuita.

Por lo tanto, la legislación europea camina hacia la prohibición de las prácticas de obsolescencia programada o limitación del derecho del consumidor a reparar sus electrodomésticos, que podrían considerarse por la autoridad europea como prácticas comerciales desleales y, por lo tanto, que estas quedaran totalmente prohibidas por la legislación de la UE.

La futura ley podría incluir incentivos para que los consumidores opten por reparar sus aparatos en lugar de sustituirlos, tales como la ampliación de las garantías o la entrega de un aparato de sustitución –como ya sucede con los vehículos- mientras dure el proceso de reparación. También se plantea establecer normas armonizadas de información a los consumidores en el punto de venta sobre la posibilidad de reparación, la vida útil del aparato, la disposición de piezas de repuesto, servicios de reparación y actualizaciones informáticas. Además se plantearía un etiquetado inteligente, introducción de un mecanismo de responsabilidad conjunta del fabricante y el vendedor, así como la inclusión de requisitos de durabilidad y reparación en una futura Directiva de diseño ecológico.

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