Diferenciar entre lo político y lo personal

Siempre se asocia lo político a algo negativo y viendo algunas personas y sus comportamientos a nivel nacional, autonómico y local es totalmente entendible.

Al final, un político actúa utilizando su forma de ser, si la persona en cuestión en su vida real es una persona amable, también lo será cuando desempeñe puestos de responsabilidad, en cambio si la persona es altiva o habla con desprecio en su día a día, muy probablemente será esa su forma de actuar cuando se ponga “el traje” de político.

Vivimos en un pueblo diferente, creo que todos somos conscientes de ello, para lo bueno y para lo malo Torreblanca es distinta. Y si hablamos de política, los comportamientos que desde hace años se llevan viendo en los plenos municipales dejan mucho que desear. No es extraño escuchar gritos, descalificaciones y faltas de respeto desde hace más de una década, cosa que no ocurre en pueblos vecinos, donde en los plenos municipales se debate y se discute pero siempre con un principio: la educación.

Que yo no esté de acuerdo con una iniciativa política o que yo cuestione la capacidad de gobernar de algunas personas, no es entrar en el terreno personal, hay que diferenciar entre lo político y lo personal, y esto en 2023 en nuestro pueblo aún no se ha conseguido.

Cuando decidimos dar un paso y adentrarnos en la política sabemos que no vamos a gustar a todo el mundo, que nos van a criticar, a veces con razón y otras veces sin ella, pero aceptar la crítica es algo positivo, nadie es perfecto, y la acción de tomar decisiones acarrea el riesgo de acertar y equivocarte.

Por eso, me gustaría agradecer a todas las personas que tienen la valentía de formar parte de una lista política sea cual sea, porque esas personas han tomado una decisión, y esa decisión no les hace mejores ni peores. Calificar a una persona por el partido al que representa o por su ideología sirve de bastante poco, y no aporta nada a la realidad de Torreblanca.

En todas las listas habrá gente de la que tendremos nuestra opinión formada, pero más allá de eso, deberíamos dejar los prejuicios a un lado y preguntarnos: ¿quién creo que puede sacar a Torreblanca de esta situación?

Mientras los vecinos y las vecinas debaten y ven como cada partido mueve sus fichas, me gustaría aprovechar la ocasión para desear suerte a mis compañeros y compañeras del resto de partidos, porque esta es mi forma de hacer política, desde el respeto.