Del Sábado, 22 de Noviembre de 2025 al Domingo, 23 de Noviembre de 2025
Torreblanca volvió a vivir una nueva representación de La Passió
Un numeroso público acudió a su cita como cada Jueves Santo
![[Img #94296]](http://el7set.es/upload/images/04_2023/2881_sam_0128.jpg)
La tradición volvió a cobrar vida, como desde hace más de 40 años, en la voz y la carne de los centenares de vecinos y visitantes que cada Jueves Santo se reúnen para representar La Passió de Torreblanca.
Como viene siendo habitual, siempre que las condiciones climáticas lo permiten, el público respondió de manera masiva para llenar primero la Plaza Mayor y después el recinto del Calvario, dispuestos a presenciar una historia que, no por más conocida, nunca deja de emocionar y cautivar a quienes tienen la fortuna de verla.
Un pueblo volcado en un sueño que un día hicieron realidad desde el germen inicial, el Grupo de Teatro Torreblanquins, que cada Semana Santa desde entonces ha querido honrar esa memoria colectiva recreando los escenarios de los últimos días de la vida de Jesucristo y después representando esas escenas, universalmente conocidas.
La voz de un pueblo que ha sabido darle la esencia particular a La Passió, representándola íntegramente en valenciano y convirtiendo en marca personal la elección de los rincones más emblemáticos de la localidad, en corazón mismo de su plaza y la atalaya de su Calvario, espacio este considerado Bien de Interés Cultural monumental.
Torreblanca recibió este Jueves Santo con alegría la entrada mesiánica, con la multitud rodeando a Jesús a lomos de un borriquillo, dando paso a las escenas que nos introducirán en los eventos dramáticos que conducirán a la detención, las idas y venidas de Pilatos a Herodes y de nuevo a las manos del prefecto romano de Judea, que las enjuagará para tratar de borrar la sangre inocente que está a punto de ser derramada.
En una plaza en completa oscuridad, las antorchas que abren paso a la procesión, de escenario en escenario, representan la luz que ese reo, ahora indefenso, prometió traer a la tierra. Solo se ilumina el mundo por donde han ollado sus pies, solo queda esperanza a la espera de sus palabras para iluminar el resto.
Tras escucharse la condena retumbar por toda la plaza, el público contiene la respiración para presenciar el camino hacia el Gólgota, abriéndose como un mar en espera de las tres caídas, de la Verónica, las negaciones de Pedro y el arrepentimiento de Judas, que acabará con su vida a las puertas del Calvario.
El escenario final, el más espectacular y sobrecogedor de cuantos acogen la representación de La Passió, el que le da singularidad y distinción entre otros, se cubre de un silencio sepulcral, intuyendo lo que ha de venir. Primero resuenan las últimas palabras, después los truenos y el temblor de la tierra, para dar paso a las más plásticas escenas de la representación, el descendimiento y la Piedad, cargadas de simbolismo e intimidad, que dan paso a la Resurrección.
La promesa de la vida es también la promesa de que La Passió, mientras viva en la memoria de un torreblanquí, volverá cada Jueves Santo.
![[Img #94296]](http://el7set.es/upload/images/04_2023/2881_sam_0128.jpg)
La tradición volvió a cobrar vida, como desde hace más de 40 años, en la voz y la carne de los centenares de vecinos y visitantes que cada Jueves Santo se reúnen para representar La Passió de Torreblanca.
Como viene siendo habitual, siempre que las condiciones climáticas lo permiten, el público respondió de manera masiva para llenar primero la Plaza Mayor y después el recinto del Calvario, dispuestos a presenciar una historia que, no por más conocida, nunca deja de emocionar y cautivar a quienes tienen la fortuna de verla.
Un pueblo volcado en un sueño que un día hicieron realidad desde el germen inicial, el Grupo de Teatro Torreblanquins, que cada Semana Santa desde entonces ha querido honrar esa memoria colectiva recreando los escenarios de los últimos días de la vida de Jesucristo y después representando esas escenas, universalmente conocidas.
La voz de un pueblo que ha sabido darle la esencia particular a La Passió, representándola íntegramente en valenciano y convirtiendo en marca personal la elección de los rincones más emblemáticos de la localidad, en corazón mismo de su plaza y la atalaya de su Calvario, espacio este considerado Bien de Interés Cultural monumental.
Torreblanca recibió este Jueves Santo con alegría la entrada mesiánica, con la multitud rodeando a Jesús a lomos de un borriquillo, dando paso a las escenas que nos introducirán en los eventos dramáticos que conducirán a la detención, las idas y venidas de Pilatos a Herodes y de nuevo a las manos del prefecto romano de Judea, que las enjuagará para tratar de borrar la sangre inocente que está a punto de ser derramada.
En una plaza en completa oscuridad, las antorchas que abren paso a la procesión, de escenario en escenario, representan la luz que ese reo, ahora indefenso, prometió traer a la tierra. Solo se ilumina el mundo por donde han ollado sus pies, solo queda esperanza a la espera de sus palabras para iluminar el resto.
Tras escucharse la condena retumbar por toda la plaza, el público contiene la respiración para presenciar el camino hacia el Gólgota, abriéndose como un mar en espera de las tres caídas, de la Verónica, las negaciones de Pedro y el arrepentimiento de Judas, que acabará con su vida a las puertas del Calvario.
El escenario final, el más espectacular y sobrecogedor de cuantos acogen la representación de La Passió, el que le da singularidad y distinción entre otros, se cubre de un silencio sepulcral, intuyendo lo que ha de venir. Primero resuenan las últimas palabras, después los truenos y el temblor de la tierra, para dar paso a las más plásticas escenas de la representación, el descendimiento y la Piedad, cargadas de simbolismo e intimidad, que dan paso a la Resurrección.
La promesa de la vida es también la promesa de que La Passió, mientras viva en la memoria de un torreblanquí, volverá cada Jueves Santo.


































