Lentes de contacto vs. gafas: ¿cuál es la mejor opción?

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), casi el 60% de la población española de más de 16 años de edad tiene que usar algún método para la corrección de defectos de la vista, ya sean gafas o lentes de contacto. En cada caso, el usuario decide si utilizar gafas exclusivamente, lentillas, alternarlas dependiendo de la situación o el tipo de lente de contacto que prefiere, como pueden ser las lentillas diarias.

La preferencia personal es el principal argumento de los pacientes para tomar esta decisión y depende de aspectos como la comodidad, la estética, el tipo de trabajo que realiza, el presupuesto del que dispone, si practica algún deporte o la facilidad de uso de cada una.

Ventajas e inconvenientes

Las gafas se limpian fácilmente, es muy sencillo realizar el mantenimiento y se pueden guardar sin más manipulación por parte del usuario, mientras que las lentes de contacto se tienen que poner sobre la superficie del ojo, por lo que hay que tener mucho cuidado para manipularlas y se tiene que poner mucha atención en la higiene a la hora de tocarlas y tocar el ojo, por el riesgo de sufrir infecciones oculares.

Las gafas ofrecen la versatilidad de los materiales que se emplean en su elaboración, que permiten por ejemplo, bloquear la luz ultravioleta que entra en el ojo, o incluso los cristales fotocromáticos, que cambian de claras a oscuras dependiendo de la luz ambiental, por lo que pueden ser usadas en interiores y exteriores sin necesidad de cambiar de gafas. Al mismo tiempo, los cristales que bloquean la luz ultravioleta para proteger el interior del ojo, esta se hace extensible al exterior y al párpado.

Las lentes de contacto se aplican directamente sobre el ojo y se adaptan a la perfección a su curvatura, por lo que la visión periférica no está bloqueada por soportes ni monturas. No estorban, ni se empañan o se caen a la hora de practicar actividades físicas. Incluso, en el caso de que durante la manipulación se pudieran caer, no es probable que se rompan.

Las gafas son más baratas y están indicadas para personas que tienen ojos secos, que trabajan durante muchas horas frente a la pantalla de un ordenador o que no soportan la idea de tocarse el ojo directamente para manipular sus lentillas.

Las lentes de contacto pasan desapercibidas y no cambian el aspecto físico del usuario. No se empañan con la humedad o el frio ni se mojan con la lluvia.

Las gafas se han puesto de moda y los colores, diseños y materiales de las monturas se han convertido en un elemento imprescindible de nuestro outfit.

Las lentes de contacto pueden comprarse de colores, de manera que el cliente puede llegar a cambiar el color de sus ojos a voluntad.

Es muy probable que se opte por usar alternativamente lentillas y gafas, dependiendo de la comodidad o de lo que queramos hacer. Podemos descansar los ojos mientras vemos una serie en la televisión o actualizamos nuestras redes sociales usando unas gafas y cambiar a las lentillas si queremos salir a cenar, a un concierto o a practicar deporte. Incluso, en el caso de que optemos definitivamente por las lentillas, es muy recomendable contar con un par de gafas para dejar descansar el ojo o en el caso de que por molestias o infecciones, no podamos usar las lentes de contacto.