AVA-ASAJA insta a reconocer la truficultura como cultivo agrícola en la Comunidad Valenciana
![[Img #98955]](http://el7set.es/upload/images/01_2024/5417_ava_trufa.jpg)
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha emitido un llamado a las Consellerias de Agricultura, Ganadería y Pesca, así como a la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, solicitando una colaboración conjunta para modificar la clasificación de las plantaciones truferas en terrenos agrícolas en la Comunidad Valenciana. AVA-ASAJA aboga por reconocerlas como cultivos agrícolas, en condiciones similares a las del olivar o el almendro, en lugar de mantener su categorización como forestales, lo cual impone obstáculos burocráticos.
La organización también ha pedido la revisión de la orden 4/2015 de la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, con el objetivo de eliminar las restricciones de tamaño de superficie para la truficultura, tanto en zonas protegidas como no protegidas.
En la actualidad, la truficultura en la Comunidad Valenciana se clasifica como un cultivo forestal sujeto a registro, lo que implica que cualquier reversión agrícola puede enfrentar trámites administrativos adicionales y, en caso de denegación por parte de la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, podría considerarse suelo forestal. Esta situación entra en contradicción con las ayudas agrícolas de la PAC, que reconoce la trufa como "cultivo de yema" con una unidad de cultivo de 18 hectáreas, mientras que la evaluación de impacto ambiental se aplica a terrenos de más de 25 hectáreas (o 10 hectáreas en zonas protegidas).
AVA-ASAJA considera que estas medidas son perjudiciales para la truficultura valenciana y solicita una acción conjunta del Consell para mantener la consideración de cultivo agrícola para las plantaciones truferas en suelo agrícola. El incumplimiento de esta petición podría resultar en trabas burocráticas, devaluación de la propiedad y limitación de derechos sin compensación, al reclasificar terrenos agrícolas como forestales.
Santiago Reyna, experto en truficultura, subraya la contradicción de clasificar la truficultura como forestal, dado su carácter ecológicamente amistoso y sostenible. Reyna destaca que la truficultura es un cultivo favorable con bajos requerimientos de agua y fertilizantes, cultivado sobre árboles autóctonos que contribuyen a la biodiversidad y ayudan a prevenir incendios forestales, así como al despoblamiento en zonas del interior.
La truficultura, al igual que otros cultivos, implica la domesticación de árboles, principalmente del género Quercus sp., mediante técnicas de biotecnología. Reyna enfatiza que son las técnicas y no las especies las que definen la gestión agrícola o forestal.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha emitido un llamado a las Consellerias de Agricultura, Ganadería y Pesca, así como a la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, solicitando una colaboración conjunta para modificar la clasificación de las plantaciones truferas en terrenos agrícolas en la Comunidad Valenciana. AVA-ASAJA aboga por reconocerlas como cultivos agrícolas, en condiciones similares a las del olivar o el almendro, en lugar de mantener su categorización como forestales, lo cual impone obstáculos burocráticos.
La organización también ha pedido la revisión de la orden 4/2015 de la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, con el objetivo de eliminar las restricciones de tamaño de superficie para la truficultura, tanto en zonas protegidas como no protegidas.
En la actualidad, la truficultura en la Comunidad Valenciana se clasifica como un cultivo forestal sujeto a registro, lo que implica que cualquier reversión agrícola puede enfrentar trámites administrativos adicionales y, en caso de denegación por parte de la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, podría considerarse suelo forestal. Esta situación entra en contradicción con las ayudas agrícolas de la PAC, que reconoce la trufa como "cultivo de yema" con una unidad de cultivo de 18 hectáreas, mientras que la evaluación de impacto ambiental se aplica a terrenos de más de 25 hectáreas (o 10 hectáreas en zonas protegidas).
AVA-ASAJA considera que estas medidas son perjudiciales para la truficultura valenciana y solicita una acción conjunta del Consell para mantener la consideración de cultivo agrícola para las plantaciones truferas en suelo agrícola. El incumplimiento de esta petición podría resultar en trabas burocráticas, devaluación de la propiedad y limitación de derechos sin compensación, al reclasificar terrenos agrícolas como forestales.
Santiago Reyna, experto en truficultura, subraya la contradicción de clasificar la truficultura como forestal, dado su carácter ecológicamente amistoso y sostenible. Reyna destaca que la truficultura es un cultivo favorable con bajos requerimientos de agua y fertilizantes, cultivado sobre árboles autóctonos que contribuyen a la biodiversidad y ayudan a prevenir incendios forestales, así como al despoblamiento en zonas del interior.
La truficultura, al igual que otros cultivos, implica la domesticación de árboles, principalmente del género Quercus sp., mediante técnicas de biotecnología. Reyna enfatiza que son las técnicas y no las especies las que definen la gestión agrícola o forestal.
