Del Sábado, 22 de Noviembre de 2025 al Domingo, 23 de Noviembre de 2025
La Passió de Torreblanca se ilumina con tecnología robótica y luces LED en su edición más innovadora
![[Img #100242]](http://el7set.es/upload/images/03_2024/6130_whatsapp-image-2024-03-29-at-0057.jpg)
En una noche que trasciende el tiempo y el espacio, los habitantes de Torreblanca se convierten en actores de una historia ancestral, llevada a la vida por el esfuerzo conjunto de todo un pueblo. La Passió de Torreblanca, y todo lo que la envuelve, no solo representa una representación teatral, sino que es el tejido mismo de la idiosincrasia de esta comunidad, uniendo a sus residentes en un tapiz de colaboración y herencia cultural.
Cada vecino, cada familia, ha sido tocado de alguna manera por La Passió. Ya sea participando directamente en la obra, apoyando desde los bastidores o simplemente siendo espectadores, todos han sentido su influencia. Es un evento que trasciende generaciones, donde los rostros se entrelazan en un flujo constante de interpretaciones, uniendo el pasado, el presente y el futuro en una sola noche de devoción.
Desde su debut en 1979, La Pasión de Torreblanca ha sido un símbolo de identidad para la localidad. Es la primera representación íntegramente en valenciano, lo que le confiere un carácter aún más arraigado en la cultura y la historia de la región, enriquecida este año con la música en vivo del El Senill, añadiendo un toque tradicional y auténtico a la experiencia.
Los escenarios naturales de Torreblanca cobran vida durante la representación, transportando al público a las calles de Jerusalén en tiempos de Poncio Pilatos. Desde la Entrada Mesiánica hasta el dramático momento de la crucifixión y resurrección, cada escena está impregnada de emoción y fervor, reflejando la pasión compartida de toda la comunidad.
La Plaza Mayor se convierte en el epicentro de la primera parte de la obra, mientras que el místico enclave del Calvario de Torreblanca sirve como telón de fondo para el desgarrador desenlace de la crucifixión y la resurrección.
Este año, La Passió presentó novedades que llevan la experiencia a un nivel superior. La incorporación de tecnología robótica y luces LED enmarcan cada escena con un brillo y una precisión incomparables. Los escenarios naturales se fusionan con la vanguardia tecnológica, transportando al público a una experiencia aún más inmersiva y emocionante.
Más allá de la imponente producción teatral y la innovación tecnológica, es esencial recordar cómo comenzó esta tradición. Hace 46 representaciones, todo empezó con un libreto de Francisco José Cortés. Manolo Segura, quien encarnó el papel de Jesús, también fue la amalgama que unió a todos los participantes. Doña Consuelo Betoret, como directora, guió con destreza el nacimiento de este evento. Más de un centenar de vecinos se unieron, todos ellos actores aficionados que no recibían compensación económica alguna. Cosieron sus propios trajes y organizaron eventos para recaudar fondos para el sonido y otros aspectos logísticos. Aunque Manolo falleció en 1991, sumiendo a la comunidad en un año de duelo, la Passió regresó porque ya se había arraigado profundamente en el corazón de todos los involucrados.
En cada mirada, en cada gesto, se encuentra la esencia misma de Torreblanca. La Passió es más que una obra teatral; es la expresión más pura del espíritu comunitario y la devoción compartida que une a todo un pueblo en una noche de recuerdos eternos.
![[Img #100242]](http://el7set.es/upload/images/03_2024/6130_whatsapp-image-2024-03-29-at-0057.jpg)
En una noche que trasciende el tiempo y el espacio, los habitantes de Torreblanca se convierten en actores de una historia ancestral, llevada a la vida por el esfuerzo conjunto de todo un pueblo. La Passió de Torreblanca, y todo lo que la envuelve, no solo representa una representación teatral, sino que es el tejido mismo de la idiosincrasia de esta comunidad, uniendo a sus residentes en un tapiz de colaboración y herencia cultural.
Cada vecino, cada familia, ha sido tocado de alguna manera por La Passió. Ya sea participando directamente en la obra, apoyando desde los bastidores o simplemente siendo espectadores, todos han sentido su influencia. Es un evento que trasciende generaciones, donde los rostros se entrelazan en un flujo constante de interpretaciones, uniendo el pasado, el presente y el futuro en una sola noche de devoción.
Desde su debut en 1979, La Pasión de Torreblanca ha sido un símbolo de identidad para la localidad. Es la primera representación íntegramente en valenciano, lo que le confiere un carácter aún más arraigado en la cultura y la historia de la región, enriquecida este año con la música en vivo del El Senill, añadiendo un toque tradicional y auténtico a la experiencia.
Los escenarios naturales de Torreblanca cobran vida durante la representación, transportando al público a las calles de Jerusalén en tiempos de Poncio Pilatos. Desde la Entrada Mesiánica hasta el dramático momento de la crucifixión y resurrección, cada escena está impregnada de emoción y fervor, reflejando la pasión compartida de toda la comunidad.
La Plaza Mayor se convierte en el epicentro de la primera parte de la obra, mientras que el místico enclave del Calvario de Torreblanca sirve como telón de fondo para el desgarrador desenlace de la crucifixión y la resurrección.
Este año, La Passió presentó novedades que llevan la experiencia a un nivel superior. La incorporación de tecnología robótica y luces LED enmarcan cada escena con un brillo y una precisión incomparables. Los escenarios naturales se fusionan con la vanguardia tecnológica, transportando al público a una experiencia aún más inmersiva y emocionante.
Más allá de la imponente producción teatral y la innovación tecnológica, es esencial recordar cómo comenzó esta tradición. Hace 46 representaciones, todo empezó con un libreto de Francisco José Cortés. Manolo Segura, quien encarnó el papel de Jesús, también fue la amalgama que unió a todos los participantes. Doña Consuelo Betoret, como directora, guió con destreza el nacimiento de este evento. Más de un centenar de vecinos se unieron, todos ellos actores aficionados que no recibían compensación económica alguna. Cosieron sus propios trajes y organizaron eventos para recaudar fondos para el sonido y otros aspectos logísticos. Aunque Manolo falleció en 1991, sumiendo a la comunidad en un año de duelo, la Passió regresó porque ya se había arraigado profundamente en el corazón de todos los involucrados.
En cada mirada, en cada gesto, se encuentra la esencia misma de Torreblanca. La Passió es más que una obra teatral; es la expresión más pura del espíritu comunitario y la devoción compartida que une a todo un pueblo en una noche de recuerdos eternos.


















