SESIÓN II: LUDUS FESTIVUS. La importancia de las fiestas desde nuestras raíces
El fuego
El fuego es algo que nos da miedo pero a la vez nos atrae. En nuestras fiestas es un elemento con un fuerte simbolismo y a su vez una gran belleza. Esencial en numerosos actos y celebraciones de nuestros pueblos y ciudades.
Una prueba de ello son Las Fallas, las hogueras de San Antón, las hogueras de San Juan, els correfocs…
Además de estas fiestas con diferentes tipos de hogueras, principalmente en la zona del Mediterráneo español, la fiesta también va unida al fuego de modo distinto, con petardos y espectáculos pirotécnicos, fuego en definitiva.
En toda celebración solemos decir que la base principal es la comida y la bebida, pero creo que además en la zona en la que vivimos nosotros, no hay fiesta que se precie sin el sonido de los petardos y el olor a pólvora. Podríamos decir que las grandes fiestas empiezan y acaban con fuego.
Pero para encontrar un nexo de unión entre estas distintas celebraciones con un elemento común tan potente, nos tenemos que remontar a sus orígenes.
Ese fuego que ahora vemos al quemarse una Falla, es un elemento purificador y festivo a la vez. Las Fallas son un ritual de antiguas ceremonias donde antes se quemaban todos los trastos viejos para dar paso a cosas nuevas. Simbolizaba una renovación, un renacer. Esos trastos viejos de antaño han dado paso ahora a obras de arte que componen las Fallas pero que al final quedan reducidas igualmente a cenizas.
Esto también ocurre con la celebración pagana de las Hogueras de San Juan cuyo origen era la celebración de la llegada del solsticio de verano. Nuevamente el fuego representa la purificación, la quema de lo viejo y lo malo para dar paso a lo nuevo, a nuevos deseos que se piden en esa noche, para algunos mágica.
Y lo mismo encontramos en la quema de las hogueras por San Antón, con un componente religioso pero con origen igualmente pagano. Antiguamente celebraban el solsticio de invierno y las hogueras simbolizaban nuevamente la purificación y la renovación.
Podemos ver que el fuego es una atracción ancestral con múltiples significados y un elemento lleno de simbolismo. Pilar fundamental en muchas de nuestras fiestas, ya sea como elemento natural o ya sea a través de la pirotecnia, palabra de origen griego cuya raíz es, como no, el fuego.
El fuego es algo que nos da miedo pero a la vez nos atrae. En nuestras fiestas es un elemento con un fuerte simbolismo y a su vez una gran belleza. Esencial en numerosos actos y celebraciones de nuestros pueblos y ciudades.
Una prueba de ello son Las Fallas, las hogueras de San Antón, las hogueras de San Juan, els correfocs…
Además de estas fiestas con diferentes tipos de hogueras, principalmente en la zona del Mediterráneo español, la fiesta también va unida al fuego de modo distinto, con petardos y espectáculos pirotécnicos, fuego en definitiva.
En toda celebración solemos decir que la base principal es la comida y la bebida, pero creo que además en la zona en la que vivimos nosotros, no hay fiesta que se precie sin el sonido de los petardos y el olor a pólvora. Podríamos decir que las grandes fiestas empiezan y acaban con fuego.
Pero para encontrar un nexo de unión entre estas distintas celebraciones con un elemento común tan potente, nos tenemos que remontar a sus orígenes.
Ese fuego que ahora vemos al quemarse una Falla, es un elemento purificador y festivo a la vez. Las Fallas son un ritual de antiguas ceremonias donde antes se quemaban todos los trastos viejos para dar paso a cosas nuevas. Simbolizaba una renovación, un renacer. Esos trastos viejos de antaño han dado paso ahora a obras de arte que componen las Fallas pero que al final quedan reducidas igualmente a cenizas.
Esto también ocurre con la celebración pagana de las Hogueras de San Juan cuyo origen era la celebración de la llegada del solsticio de verano. Nuevamente el fuego representa la purificación, la quema de lo viejo y lo malo para dar paso a lo nuevo, a nuevos deseos que se piden en esa noche, para algunos mágica.
Y lo mismo encontramos en la quema de las hogueras por San Antón, con un componente religioso pero con origen igualmente pagano. Antiguamente celebraban el solsticio de invierno y las hogueras simbolizaban nuevamente la purificación y la renovación.
Podemos ver que el fuego es una atracción ancestral con múltiples significados y un elemento lleno de simbolismo. Pilar fundamental en muchas de nuestras fiestas, ya sea como elemento natural o ya sea a través de la pirotecnia, palabra de origen griego cuya raíz es, como no, el fuego.
