¿Cuál es el futuro de los Autos Eléctricos?
Con la implantación del paquete legislativo de la Unión Europea conocido como Fit for 55, los países miembros buscan alcanzar el objetivo marcado de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030. Estas leyes forman parte del marco más amplio del Pacto Verde Europeo y es la principal herramienta para que la UE logre la neutralidad climática en 2050.
En ese contexto, el futuro del automóvil y de la movilidad pasa necesariamente por la implantación generalizada del vehículo eléctrico para alcanzar los objetivos marcados desde las administraciones públicas para la reducción de las emisiones de CO₂.
Las tecnologías empleadas para este tipo de vehículos permite no solo reducir las emisiones, sino también cuentan con avances que van más allá de la conducción, incluyendo el confort, la conectividad, la seguridad y el diagnóstico del propio vehículo, lo que hace posible que un esquema eléctrico automotriz también se puede integrar con estos dispositivos.
Innovaciones tecnológicas en los vehículos eléctricos
Lejos están los actuales coches eléctricos de sus antecesores en el siglo pasado. La mejora de las baterías de iones de litio, que han incrementado su capacidad energética, lo que permite una mayor autonomía con unas dimensiones y un peso razonables. Los avances no han quedado ahí, ya que también se está trabajando con baterías de estado sólido, más seguras, con mayor densidad energética que las de iones de litio y mucho más rápidas de cargar. Otra opción es la de las baterías de litio-hierro-fosfato, económicas, duraderas y estables.
Aspectos como la conectividad e inteligencia también tiene grandes aplicaciones en el coche eléctrico, con actualizaciones Over the Air del software, sistemas avanzados de asistencia al conductor, además del empleo de materiales ligeros y de contar con un diseño de alta calidad, comodidad, espacio y prestaciones.
La infraestructura de recarga en España: retos y oportunidades
Uno de los mayores retos que presenta la movilidad eléctrica en España es la red de recarga. Pese a los evidentes avances logrados en los últimos años, aún existen importantes retos y desafíos para alcanzar los objetivos europeos para que la red cuente con suficientes puntos de recarga para hacer que existan suficientes puntos de recarga para todos los usuarios. En la actualidad existen alrededor de 40.000 puntos de recarga públicos, aunque el 21% del despliegue no esté operativo por causas técnicas o burocráticas y tan solo el 35% cuenta con potencias superiores a los 22kW.
La infraestructura de carga ultrarrápida, potencias por encima de los 150 kW, solo cuenta con poco más de 2.000 puntos, lo que representa un exiguo 6,5% del total, siendo este tipo de cargadores los que reducen significativamente el tiempo de carga.
Economía y sostenibilidad: incentivos y reducción de emisiones
En España, los principales incentivos para la compra de coches eléctricos provienen del Plan MOVES III, que estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2024. Este plan ofrece ayudas económicas significativas para fomentar la transición hacia vehículos más sostenibles y la instalación de puntos de recarga. Las ayudas para la compra de vehículos incluyen coches eléctricos, de hidrógeno, híbridos enchufables, así como motos eléctricas y cuadriciclos.
El Plan MOVES III también incluye ayudas para instalar infraestructuras de recarga, cubriendo hasta el 70% del coste en zonas residenciales o públicas.
Menos emisiones
En Europa, los objetivos de reducción de emisiones están integrados en el marco del Pacto Verde Europeo y las normativas de acción climática. Se busca la reducción de emisiones de gases efecto invernadero al menos un 55% para el año 2030; la neutralidad climática para el año 2050; la transición a energías limpias; la absorción de carbono mediante la reforestación, plantando 3.000 millones de árboles en Europa, entre otras medidas. Para ello se han creado leyes específicas, como la Ley Europea del Clima, que incluye los puntos del Acuerdo de París sobre el clima.
Con la implantación del paquete legislativo de la Unión Europea conocido como Fit for 55, los países miembros buscan alcanzar el objetivo marcado de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030. Estas leyes forman parte del marco más amplio del Pacto Verde Europeo y es la principal herramienta para que la UE logre la neutralidad climática en 2050.
En ese contexto, el futuro del automóvil y de la movilidad pasa necesariamente por la implantación generalizada del vehículo eléctrico para alcanzar los objetivos marcados desde las administraciones públicas para la reducción de las emisiones de CO₂.
Las tecnologías empleadas para este tipo de vehículos permite no solo reducir las emisiones, sino también cuentan con avances que van más allá de la conducción, incluyendo el confort, la conectividad, la seguridad y el diagnóstico del propio vehículo, lo que hace posible que un esquema eléctrico automotriz también se puede integrar con estos dispositivos.
Innovaciones tecnológicas en los vehículos eléctricos
Lejos están los actuales coches eléctricos de sus antecesores en el siglo pasado. La mejora de las baterías de iones de litio, que han incrementado su capacidad energética, lo que permite una mayor autonomía con unas dimensiones y un peso razonables. Los avances no han quedado ahí, ya que también se está trabajando con baterías de estado sólido, más seguras, con mayor densidad energética que las de iones de litio y mucho más rápidas de cargar. Otra opción es la de las baterías de litio-hierro-fosfato, económicas, duraderas y estables.
Aspectos como la conectividad e inteligencia también tiene grandes aplicaciones en el coche eléctrico, con actualizaciones Over the Air del software, sistemas avanzados de asistencia al conductor, además del empleo de materiales ligeros y de contar con un diseño de alta calidad, comodidad, espacio y prestaciones.
La infraestructura de recarga en España: retos y oportunidades
Uno de los mayores retos que presenta la movilidad eléctrica en España es la red de recarga. Pese a los evidentes avances logrados en los últimos años, aún existen importantes retos y desafíos para alcanzar los objetivos europeos para que la red cuente con suficientes puntos de recarga para hacer que existan suficientes puntos de recarga para todos los usuarios. En la actualidad existen alrededor de 40.000 puntos de recarga públicos, aunque el 21% del despliegue no esté operativo por causas técnicas o burocráticas y tan solo el 35% cuenta con potencias superiores a los 22kW.
La infraestructura de carga ultrarrápida, potencias por encima de los 150 kW, solo cuenta con poco más de 2.000 puntos, lo que representa un exiguo 6,5% del total, siendo este tipo de cargadores los que reducen significativamente el tiempo de carga.
Economía y sostenibilidad: incentivos y reducción de emisiones
En España, los principales incentivos para la compra de coches eléctricos provienen del Plan MOVES III, que estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2024. Este plan ofrece ayudas económicas significativas para fomentar la transición hacia vehículos más sostenibles y la instalación de puntos de recarga. Las ayudas para la compra de vehículos incluyen coches eléctricos, de hidrógeno, híbridos enchufables, así como motos eléctricas y cuadriciclos.
El Plan MOVES III también incluye ayudas para instalar infraestructuras de recarga, cubriendo hasta el 70% del coste en zonas residenciales o públicas.
Menos emisiones
En Europa, los objetivos de reducción de emisiones están integrados en el marco del Pacto Verde Europeo y las normativas de acción climática. Se busca la reducción de emisiones de gases efecto invernadero al menos un 55% para el año 2030; la neutralidad climática para el año 2050; la transición a energías limpias; la absorción de carbono mediante la reforestación, plantando 3.000 millones de árboles en Europa, entre otras medidas. Para ello se han creado leyes específicas, como la Ley Europea del Clima, que incluye los puntos del Acuerdo de París sobre el clima.