Consejos del ICOPCV para combatir el frío en los pies de las personas mayores durante el invierno
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Durante el invierno, uno de los problemas más comunes en las personas mayores es la sensación constante de frío, especialmente en los pies. Desde el Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) se ha explicado que la causa principal es la vasoconstricción producida por problemas circulatorios y para paliarlo es fundamental tener en cuenta dos claves: lograr que el calor aportado por los vasos sanguíneos a través del torrente llegue a los pies y se retenga y evitar las fugas de calor.
“Muchas personas que cuidan a las personas mayores creen que para que dejen de tener los pies fríos lo mejor es ponerlos cerca de fuentes directas de calor, sin embargo, sucede todo lo contrario. Para promover el calor en el cuerpo es imprescindible estimular su sistema circulatorio”, ha afirmado Jorge Escoto, podólogo y miembro de la junta directiva del ICOPCV.
Para favorecer la circulación sanguínea en los llamados pacientes con ‘pie geriátrico’ es fundamental:
1. Evitar el sedentarismo y estimularles a que se muevan, que den paseos cortos aunque sea por casa. Esto es especialmente importante en pacientes diabéticos con falta de sensibilidad en los miembros inferiores.
2. Evitar las fuentes directas de calor directa, como son los braseros.- Si vienen de la calle o de otra estancia más fría y directamente se arriman a una estufa esto provoca una vasoconstricción brusca que dificulta más la circulación.
3. Lavar los pies con agua tibia y terminar con una combinación de agua caliente a fría, esto también favorece que los vasos sanguíneos se estimulen, secarlos bien y aplicar crema hidratante con urea desde la punta de los dedos hasta mitad de la pierna, realizando un suave masaje.
4. Mantener una dieta equilibrada, evitando el tabaco y el alcohol.
“Además, de seguir recomendaciones para favorecer el aporte calórico a través de los vasos sanguíneos, otra parte esencial es tener en cuenta que hay que evitar las fugas de calor que pueden producirse por utilizar un calzado inadecuado, por ejemplo”, ha resaltado Jorge Escoto.
En este sentido, desde el ICOPCV se ha resaltado que hay que aislar los pies del frío. Para ello, lo más eficaz es utilizar calcetines sin costuras y que no compriman los tobillos, que tengan una combinación de capas de fibras técnicas y naturales, como la lana de merino, porque proporcionarán calor, mantendrán el pie seco y evitar mal olor.
En cuanto al calzado, lo más recomendable en esta época del año es que la suela sea de caucho porque aísla muy bien del frío, que proporcionen buena sujeción al pie, que no tengan costuras interiores y que estén confeccionados en materiales transpirables. Por supuesto, hay que evitar que las personas mayores utilicen zapatillas de estar por casa que no tengan sujeción en el tobillo porque confieren inestabilidad e impiden mantener el calor en el cuerpo.
“Es muy importante también que estemos pendientes de los pies de los más mayores y, para ello, aconsejamos realizar una revisión en el podólogo al menos una vez durante el invierno y, además de atender cualquier posible patología, que pueda cortar y fresar las uñas de forma correcta para que se evite una longitud o grosor inapropiado de alguna uña que podría lesionar los dedos adyacentes y dificultar la marcha”, ha destacado el podólogo Jorge Escoto.
Por otro lado, desde el ICOPCV se ha resaltado que es habitual que estos pacientes caminen con asistentes a la deambulación. En estos casos, han advertido que es aconsejable que en casa lo tengan al lado de donde se sientan y que los utilicen al levantarse, porque si han pasado mucho tiempo sentados los pies y las piernas podrían entumecerse y corren riesgo de caídas.
Desde el ICOPCV se ha recordado que, para garantizar que estamos en manos de un profesional de la Podología, disciplina sanitaria que todavía NO forma parte de la cartera de servicios del Sistema Público de Salud de Generalitat Valenciana, y evitar ser víctimas del intrusismo, es decir, ser tratados por supuestos profesionales que carecen de la formación universitaria que se exige para el desarrollo de esta rama sanitaria, hay que asegurarse que la clínica donde vamos a ser tratados dispone de número de registro sanitario y el podólogo está colegiado.
Durante el invierno, uno de los problemas más comunes en las personas mayores es la sensación constante de frío, especialmente en los pies. Desde el Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) se ha explicado que la causa principal es la vasoconstricción producida por problemas circulatorios y para paliarlo es fundamental tener en cuenta dos claves: lograr que el calor aportado por los vasos sanguíneos a través del torrente llegue a los pies y se retenga y evitar las fugas de calor.
“Muchas personas que cuidan a las personas mayores creen que para que dejen de tener los pies fríos lo mejor es ponerlos cerca de fuentes directas de calor, sin embargo, sucede todo lo contrario. Para promover el calor en el cuerpo es imprescindible estimular su sistema circulatorio”, ha afirmado Jorge Escoto, podólogo y miembro de la junta directiva del ICOPCV.
Para favorecer la circulación sanguínea en los llamados pacientes con ‘pie geriátrico’ es fundamental:
1. Evitar el sedentarismo y estimularles a que se muevan, que den paseos cortos aunque sea por casa. Esto es especialmente importante en pacientes diabéticos con falta de sensibilidad en los miembros inferiores.
2. Evitar las fuentes directas de calor directa, como son los braseros.- Si vienen de la calle o de otra estancia más fría y directamente se arriman a una estufa esto provoca una vasoconstricción brusca que dificulta más la circulación.
3. Lavar los pies con agua tibia y terminar con una combinación de agua caliente a fría, esto también favorece que los vasos sanguíneos se estimulen, secarlos bien y aplicar crema hidratante con urea desde la punta de los dedos hasta mitad de la pierna, realizando un suave masaje.
4. Mantener una dieta equilibrada, evitando el tabaco y el alcohol.
“Además, de seguir recomendaciones para favorecer el aporte calórico a través de los vasos sanguíneos, otra parte esencial es tener en cuenta que hay que evitar las fugas de calor que pueden producirse por utilizar un calzado inadecuado, por ejemplo”, ha resaltado Jorge Escoto.
En este sentido, desde el ICOPCV se ha resaltado que hay que aislar los pies del frío. Para ello, lo más eficaz es utilizar calcetines sin costuras y que no compriman los tobillos, que tengan una combinación de capas de fibras técnicas y naturales, como la lana de merino, porque proporcionarán calor, mantendrán el pie seco y evitar mal olor.
En cuanto al calzado, lo más recomendable en esta época del año es que la suela sea de caucho porque aísla muy bien del frío, que proporcionen buena sujeción al pie, que no tengan costuras interiores y que estén confeccionados en materiales transpirables. Por supuesto, hay que evitar que las personas mayores utilicen zapatillas de estar por casa que no tengan sujeción en el tobillo porque confieren inestabilidad e impiden mantener el calor en el cuerpo.
“Es muy importante también que estemos pendientes de los pies de los más mayores y, para ello, aconsejamos realizar una revisión en el podólogo al menos una vez durante el invierno y, además de atender cualquier posible patología, que pueda cortar y fresar las uñas de forma correcta para que se evite una longitud o grosor inapropiado de alguna uña que podría lesionar los dedos adyacentes y dificultar la marcha”, ha destacado el podólogo Jorge Escoto.
Por otro lado, desde el ICOPCV se ha resaltado que es habitual que estos pacientes caminen con asistentes a la deambulación. En estos casos, han advertido que es aconsejable que en casa lo tengan al lado de donde se sientan y que los utilicen al levantarse, porque si han pasado mucho tiempo sentados los pies y las piernas podrían entumecerse y corren riesgo de caídas.
Desde el ICOPCV se ha recordado que, para garantizar que estamos en manos de un profesional de la Podología, disciplina sanitaria que todavía NO forma parte de la cartera de servicios del Sistema Público de Salud de Generalitat Valenciana, y evitar ser víctimas del intrusismo, es decir, ser tratados por supuestos profesionales que carecen de la formación universitaria que se exige para el desarrollo de esta rama sanitaria, hay que asegurarse que la clínica donde vamos a ser tratados dispone de número de registro sanitario y el podólogo está colegiado.