El ICOPCV destaca la importancia de la salud de los pies en el bienestar y la felicidad
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El 20 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Felicidad y, con motivo de esta fecha, el Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) ha resaltado la estrecha relación entre el bienestar emocional y una buena salud podológica.
“Cuando tenemos dolencias en los pies es muy común que se vea afectada la movilidad del paciente, que tenga una mayor tendencia a una vida sedentaria e, incluso, en casos más extremos, que la persona necesite ayuda para desplazarse, lo que limita su autonomía y afecta a su estado de ánimo y bienestar”, ha explicado Antonio Viana, presidente del ICOPCV.
Callos dolorosos, uñas encarnadas, fascitis plantares y juanetes son algunas de las patologías más frecuentes que dificultan la movilidad y generan malestar. En este sentido, un estudio del profesor de Psicología Positiva Tal Ben Shahar, de la Universidad de Harvard, indica que realizar actividad física, concretamente 30 minutos de ejercicio diario, es uno de los mejores antídotos contra la tristeza y el estrés.
“Cuidar la salud de nuestros pies es más importante de lo que podemos llegar a pensar. Un diagnóstico precoz es esencial para sanar y reducir lo antes posible las consecuencias de cualquier dolencia, evitando que el paciente vea limitada su capacidad de movimiento por sufrir dolor en cada paso”, ha afirmado Viana.
Desde el ICOPCV se ha señalado que las personas mayores, debido a la degeneración provocada por la artrosis o artritis; las personas diabéticas, por las neuropatías y problemas de cicatrización derivados del pie diabético; y los deportistas, por el impacto continuo generado en la práctica de ejercicio, son los grupos de mayor riesgo de padecer dolencias en los pies.
Por ello, los podólogos de la Comunidad Valenciana recomiendan realizar, al menos una vez al año, una revisión con un profesional de la Podología para explorar el estado de los pies y realizar un estudio biomecánico de la pisada. Esto permite detectar alteraciones que podrían derivar en problemas mayores y aplicar un tratamiento preventivo que evite limitaciones en la marcha.
Algunas recomendaciones generales para cuidar la salud podológica incluyen el uso de un calzado cómodo que no oprima en exceso y proporcione confort en cada paso, ya que el calzado inadecuado puede generar un estado de ánimo negativo. Además, es fundamental hidratar diariamente los pies para evitar la formación de durezas y callos, acudir al podólogo ante cualquier dolor mecánico en pies, tobillos, rodillas o caderas, y realizar estudios biomecánicos de la marcha en caso necesario.
Asimismo, se aconseja andar descalzos sobre diferentes superficies y texturas para potenciar la propiocepción (como césped o arena), realizar baños de contraste con agua fría y tibia para estimular el retorno venoso, y cortar las uñas rectas para prevenir las uñas encarnadas.
Por último, el ICOPCV ha recordado la importancia de asegurarse de que el podólogo que atiende a los pacientes esté debidamente colegiado y la clínica cuente con número de registro sanitario. La Podología es una disciplina sanitaria que, hasta el momento, no forma parte de la cartera de servicios del Sistema Público de Salud de la Generalitat Valenciana, por lo que es crucial evitar ser atendidos por personas sin la formación universitaria exigida para el ejercicio de esta profesión.
El 20 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Felicidad y, con motivo de esta fecha, el Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) ha resaltado la estrecha relación entre el bienestar emocional y una buena salud podológica.
“Cuando tenemos dolencias en los pies es muy común que se vea afectada la movilidad del paciente, que tenga una mayor tendencia a una vida sedentaria e, incluso, en casos más extremos, que la persona necesite ayuda para desplazarse, lo que limita su autonomía y afecta a su estado de ánimo y bienestar”, ha explicado Antonio Viana, presidente del ICOPCV.
Callos dolorosos, uñas encarnadas, fascitis plantares y juanetes son algunas de las patologías más frecuentes que dificultan la movilidad y generan malestar. En este sentido, un estudio del profesor de Psicología Positiva Tal Ben Shahar, de la Universidad de Harvard, indica que realizar actividad física, concretamente 30 minutos de ejercicio diario, es uno de los mejores antídotos contra la tristeza y el estrés.
“Cuidar la salud de nuestros pies es más importante de lo que podemos llegar a pensar. Un diagnóstico precoz es esencial para sanar y reducir lo antes posible las consecuencias de cualquier dolencia, evitando que el paciente vea limitada su capacidad de movimiento por sufrir dolor en cada paso”, ha afirmado Viana.
Desde el ICOPCV se ha señalado que las personas mayores, debido a la degeneración provocada por la artrosis o artritis; las personas diabéticas, por las neuropatías y problemas de cicatrización derivados del pie diabético; y los deportistas, por el impacto continuo generado en la práctica de ejercicio, son los grupos de mayor riesgo de padecer dolencias en los pies.
Por ello, los podólogos de la Comunidad Valenciana recomiendan realizar, al menos una vez al año, una revisión con un profesional de la Podología para explorar el estado de los pies y realizar un estudio biomecánico de la pisada. Esto permite detectar alteraciones que podrían derivar en problemas mayores y aplicar un tratamiento preventivo que evite limitaciones en la marcha.
Algunas recomendaciones generales para cuidar la salud podológica incluyen el uso de un calzado cómodo que no oprima en exceso y proporcione confort en cada paso, ya que el calzado inadecuado puede generar un estado de ánimo negativo. Además, es fundamental hidratar diariamente los pies para evitar la formación de durezas y callos, acudir al podólogo ante cualquier dolor mecánico en pies, tobillos, rodillas o caderas, y realizar estudios biomecánicos de la marcha en caso necesario.
Asimismo, se aconseja andar descalzos sobre diferentes superficies y texturas para potenciar la propiocepción (como césped o arena), realizar baños de contraste con agua fría y tibia para estimular el retorno venoso, y cortar las uñas rectas para prevenir las uñas encarnadas.
Por último, el ICOPCV ha recordado la importancia de asegurarse de que el podólogo que atiende a los pacientes esté debidamente colegiado y la clínica cuente con número de registro sanitario. La Podología es una disciplina sanitaria que, hasta el momento, no forma parte de la cartera de servicios del Sistema Público de Salud de la Generalitat Valenciana, por lo que es crucial evitar ser atendidos por personas sin la formación universitaria exigida para el ejercicio de esta profesión.