El Colegio de Podólogos de la Comunidad Valenciana destaca la importancia del cuidado podológico en personas con Parkinson
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Con motivo del Día Mundial del Parkinson, que se conmemora este viernes 11 de abril, el Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) ha querido poner de relieve el papel fundamental del podólogo en el abordaje integral de esta enfermedad neurodegenerativa, con el objetivo de mejorar la salud de los pies de los pacientes y, en la medida de lo posible, su estabilidad.
“La enfermedad de Parkinson causa trastornos del movimiento que afectan a la actividad motora del paciente. Es común que aparezcan síntomas como torpeza generalizada, lentitud en los movimientos, escasa motilidad espontánea, temblor en reposo y rigidez”, ha explicado Jorge Escoto, podólogo y miembro de la junta directiva del ICOPCV.
Escoto ha recalcado que el tratamiento de esta patología debe ser multidisciplinar, contando con la colaboración de neurólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y podólogos. “La atención conjunta permite abordar todos los aspectos de la enfermedad de forma integral y proporcionar una mejor calidad de vida a los pacientes”, ha afirmado.
Desde el ICOPCV se ha detallado que la intervención podológica en personas con Parkinson se centra en seis aspectos clave:
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Cambios en la marcha y el equilibrio: El podólogo evalúa la forma de caminar del paciente, recomienda tratamientos específicos, ejercicios y calzado adaptado para reducir el riesgo de caídas.
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Problemas de postura: A través de estudios biomecánicos, se analiza la alineación de pies y extremidades inferiores para corregir posturas incorrectas y prevenir complicaciones.
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Alteraciones en la piel y las uñas: El podólogo se encarga de prevenir infecciones derivadas de la dificultad para el cuidado autónomo de los pies, tratando callosidades y problemas ungueales.
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Elección del calzado adecuado: Se asesora al paciente sobre el tipo de calzado que mejor se adapta a su morfología y situación clínica.
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Ortesis y dispositivos de apoyo: En algunos casos se prescribe el uso de plantillas personalizadas u otros elementos que mejoren la estabilidad al caminar.
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Educación y ejercicios específicos: Se enseñan ejercicios de fortalecimiento y estiramiento para mejorar la función de pies y piernas.
“Desde el ICOPCV recomendamos que las personas con Parkinson sean valoradas por un equipo médico completo que incluya al podólogo, para abordar sus necesidades específicas, prevenir lesiones y mejorar su movilidad”, ha concluido Escoto.
Además, desde el Colegio se recuerda que la Podología todavía no forma parte de la cartera de servicios del Sistema Público de Salud de la Generalitat Valenciana, por lo que es fundamental asegurarse de que los tratamientos se realicen en clínicas con número de registro sanitario y que los profesionales estén debidamente colegiados, a fin de evitar el intrusismo profesional.
Con motivo del Día Mundial del Parkinson, que se conmemora este viernes 11 de abril, el Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) ha querido poner de relieve el papel fundamental del podólogo en el abordaje integral de esta enfermedad neurodegenerativa, con el objetivo de mejorar la salud de los pies de los pacientes y, en la medida de lo posible, su estabilidad.
“La enfermedad de Parkinson causa trastornos del movimiento que afectan a la actividad motora del paciente. Es común que aparezcan síntomas como torpeza generalizada, lentitud en los movimientos, escasa motilidad espontánea, temblor en reposo y rigidez”, ha explicado Jorge Escoto, podólogo y miembro de la junta directiva del ICOPCV.
Escoto ha recalcado que el tratamiento de esta patología debe ser multidisciplinar, contando con la colaboración de neurólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y podólogos. “La atención conjunta permite abordar todos los aspectos de la enfermedad de forma integral y proporcionar una mejor calidad de vida a los pacientes”, ha afirmado.
Desde el ICOPCV se ha detallado que la intervención podológica en personas con Parkinson se centra en seis aspectos clave:
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Cambios en la marcha y el equilibrio: El podólogo evalúa la forma de caminar del paciente, recomienda tratamientos específicos, ejercicios y calzado adaptado para reducir el riesgo de caídas.
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Problemas de postura: A través de estudios biomecánicos, se analiza la alineación de pies y extremidades inferiores para corregir posturas incorrectas y prevenir complicaciones.
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Alteraciones en la piel y las uñas: El podólogo se encarga de prevenir infecciones derivadas de la dificultad para el cuidado autónomo de los pies, tratando callosidades y problemas ungueales.
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Elección del calzado adecuado: Se asesora al paciente sobre el tipo de calzado que mejor se adapta a su morfología y situación clínica.
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Ortesis y dispositivos de apoyo: En algunos casos se prescribe el uso de plantillas personalizadas u otros elementos que mejoren la estabilidad al caminar.
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Educación y ejercicios específicos: Se enseñan ejercicios de fortalecimiento y estiramiento para mejorar la función de pies y piernas.
“Desde el ICOPCV recomendamos que las personas con Parkinson sean valoradas por un equipo médico completo que incluya al podólogo, para abordar sus necesidades específicas, prevenir lesiones y mejorar su movilidad”, ha concluido Escoto.
Además, desde el Colegio se recuerda que la Podología todavía no forma parte de la cartera de servicios del Sistema Público de Salud de la Generalitat Valenciana, por lo que es fundamental asegurarse de que los tratamientos se realicen en clínicas con número de registro sanitario y que los profesionales estén debidamente colegiados, a fin de evitar el intrusismo profesional.
