Del Sábado, 22 de Noviembre de 2025 al Domingo, 23 de Noviembre de 2025
Cómo elegir el mejor césped artificial para tu piscina
El cesped artificial piscina es una opción muy popular para las zonas de baño. Tiene una apariencia natural, su mantenimiento es muy bajo y resiste a las inclemencias del tiempo. En estos momentos es una excelente alternativa al césped natural. Eso sí, hay que elegir bien, ya que no toda la hierba artificial es igual.
¿Por qué escoger césped artificial en lugar de natural?
Dejando a un lado los detalles técnicos, lo cierto es que el manto sintético presenta bastantes ventajas sobre el natural a la hora de colocarlo alrededor de las piscinas.
Entre ellas está que no se encharca. Esto es posible porque se instala con sistemas de drenaje, que llevan el agua al desagüe directamente. Además, ni se quema ni se seca por la acción del sol o del cloro.
Ofrece una superficie muy suave y antideslizante, evitando caídas, y todo ello sin requerir ni agua, ni fertilizantes ni riegos. A pesar de esto, estará verde y con una apariencia perfecta todo el año.
Debido a ello, cada vez es más común verlo tanto en piscinas privadas como en las comunitarias.
¿Qué altura de la fibra es mejor para las piscinas?
Cuando vamos a comprar esta clase de manto, vemos que se vende en varias alturas, de manera que es usual que dudemos a la hora de elegir una de ellas.
Para colocarlo en la piscina, se recomienda que la fibra tenga una altura entre 25 y 35 mm. Si compramos un césped de menos de 25 mm, será más resistente, pero estará muy duro y no será nada cómodo.
Aquellas fibras que sobrepasan los 35 mm son más suaves, aunque tienen un problema y es que se aplastan cuando pasan los bañistas por encima o se coloca una tumbona. De este modo, la longitud recomendada presenta el mejor equilibrio entre la durabilidad y la comodidad.
Suavidad y densidad
Tanto al entrar como al salir de la piscina caminamos descalzos. Por eso, se busca que el césped artificial sea suave y denso, lo que significa que necesitamos fibras con tacto sedoso fabricadas para zonas con mucho tránsito.
Hay que buscar un dato que es la densidad, ya que si es más alta, más mullido es el césped (tiene más puntadas por metro cuadrado).
Sobre el material, si queremos un manto suave, es mejor optar por el polietileno. También hay césped fabricado con polipropileno, pero es más áspero.
Resistencia al sol, al cloro y a la sal
Al ir instalado en el exterior y en la zona de la piscina, esta hierba artificial va a estar expuesta a una serie de elementos. Entre ellos están la radiación solar, el cloro de la piscina o hasta la sal al haber ya piscinas de agua salada.
Por eso, al adquirir los rollos de césped artificial, hay que verificar que tenga garantía contra la decoloración, es decir, que aguante el sol. Esta garantía debería ser, de al menos, unos 8 años. También será necesario comprobar que esté probado con productos químicos, como el cloro, la crema solar, etc.
El cesped artificial piscina es una opción muy popular para las zonas de baño. Tiene una apariencia natural, su mantenimiento es muy bajo y resiste a las inclemencias del tiempo. En estos momentos es una excelente alternativa al césped natural. Eso sí, hay que elegir bien, ya que no toda la hierba artificial es igual.
¿Por qué escoger césped artificial en lugar de natural?
Dejando a un lado los detalles técnicos, lo cierto es que el manto sintético presenta bastantes ventajas sobre el natural a la hora de colocarlo alrededor de las piscinas.
Entre ellas está que no se encharca. Esto es posible porque se instala con sistemas de drenaje, que llevan el agua al desagüe directamente. Además, ni se quema ni se seca por la acción del sol o del cloro.
Ofrece una superficie muy suave y antideslizante, evitando caídas, y todo ello sin requerir ni agua, ni fertilizantes ni riegos. A pesar de esto, estará verde y con una apariencia perfecta todo el año.
Debido a ello, cada vez es más común verlo tanto en piscinas privadas como en las comunitarias.
¿Qué altura de la fibra es mejor para las piscinas?
Cuando vamos a comprar esta clase de manto, vemos que se vende en varias alturas, de manera que es usual que dudemos a la hora de elegir una de ellas.
Para colocarlo en la piscina, se recomienda que la fibra tenga una altura entre 25 y 35 mm. Si compramos un césped de menos de 25 mm, será más resistente, pero estará muy duro y no será nada cómodo.
Aquellas fibras que sobrepasan los 35 mm son más suaves, aunque tienen un problema y es que se aplastan cuando pasan los bañistas por encima o se coloca una tumbona. De este modo, la longitud recomendada presenta el mejor equilibrio entre la durabilidad y la comodidad.
Suavidad y densidad
Tanto al entrar como al salir de la piscina caminamos descalzos. Por eso, se busca que el césped artificial sea suave y denso, lo que significa que necesitamos fibras con tacto sedoso fabricadas para zonas con mucho tránsito.
Hay que buscar un dato que es la densidad, ya que si es más alta, más mullido es el césped (tiene más puntadas por metro cuadrado).
Sobre el material, si queremos un manto suave, es mejor optar por el polietileno. También hay césped fabricado con polipropileno, pero es más áspero.
Resistencia al sol, al cloro y a la sal
Al ir instalado en el exterior y en la zona de la piscina, esta hierba artificial va a estar expuesta a una serie de elementos. Entre ellos están la radiación solar, el cloro de la piscina o hasta la sal al haber ya piscinas de agua salada.
Por eso, al adquirir los rollos de césped artificial, hay que verificar que tenga garantía contra la decoloración, es decir, que aguante el sol. Esta garantía debería ser, de al menos, unos 8 años. También será necesario comprobar que esté probado con productos químicos, como el cloro, la crema solar, etc.
















