Día Sábado, 06 de Septiembre de 2025
AVA-ASAJA impulsa la innovación agraria con un reactor de microalgas en la Finca Sinyent
El proyecto Frutalga transforma frutas descartadas en productos sostenibles para cosmética, agricultura y alimentación animal
![[Img #105868]](http://el7set.es/upload/images/06_2025/2577_frutalga.jpg)
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha dado un paso pionero hacia la sostenibilidad alimentaria y la innovación agraria con la instalación de un reactor piloto para el cultivo de microalgas en la Finca Sinyent, ubicada en Polinyà de Xúquer. El equipo ha sido cedido por la empresa SITRA (Soluciones Industriales y Tratamientos Ambientales, S.L.) en el marco del proyecto Frutalga, financiado por la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI).
El objetivo principal del proyecto es revalorizar frutas descartadas, aquellas que no pueden comercializarse por su aspecto o grado de maduración, pero que mantienen un alto valor funcional. Estas frutas se transforman en zumo, que se utiliza como sustrato para alimentar el crecimiento de cepas de microalgas en condiciones controladas.
Los ensayos realizados han demostrado que los cítricos, especialmente el zumo de naranja, ofrecen los mejores resultados, superando a otras frutas como el melón, la granada, el caqui o el kiwi. Esta línea de trabajo representa una novedad a nivel internacional, ya que el uso de frutas exprimidas como medio de cultivo en biotecnología es todavía muy poco común.
Una vez cultivadas, las microalgas pueden destinarse a sectores tan diversos como la cosmética natural, la fabricación de biofertilizantes o la producción de piensos sostenibles para alimentación animal. De este modo, el sistema permite no solo reducir el desperdicio alimentario, sino también convertir excedentes agrarios en recursos útiles y comercializables.
“Con Frutalga queremos demostrar que la innovación puede transformar la agricultura, convirtiendo lo que antes era un desecho en una oportunidad real de futuro para nuestros agricultores”, afirma Rebeca Brocal, responsable de laboratorio del equipo técnico de AVA-ASAJA.
“La agricultura que queremos es aquella donde nada se tira y todo se transforma, donde cada fruta descartada puede tener un nuevo destino que genere valor, rentabilidad y sostenibilidad”.
Además de su valor agronómico y económico, el proyecto tiene un fuerte impacto medioambiental. Al aprovechar residuos agroindustriales, se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de su tratamiento o eliminación, y se promueve una agricultura más circular, resiliente y responsable.
Finca Sinyent, referente de experimentación
La Finca Sinyent se consolida así como un centro de referencia en experimentación agraria aplicada, donde agricultores, investigadores y técnicos colaboran en la búsqueda de soluciones prácticas a los desafíos del sector. Con la incorporación del reactor de microalgas, refuerza su papel como laboratorio vivo de una agricultura del siglo XXI: más eficiente, más innovadora y alineada con los retos ambientales y productivos actuales.
El proyecto Frutalga está liderado por AINIA y cuenta con la participación de SITRA, AVA-ASAJA, el Instituto de Investigación, Desarrollo e Innovación en Biotecnología Sanitaria de Elche (IDiBE) y la empresa de estética Prospera Biotech S.L.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha dado un paso pionero hacia la sostenibilidad alimentaria y la innovación agraria con la instalación de un reactor piloto para el cultivo de microalgas en la Finca Sinyent, ubicada en Polinyà de Xúquer. El equipo ha sido cedido por la empresa SITRA (Soluciones Industriales y Tratamientos Ambientales, S.L.) en el marco del proyecto Frutalga, financiado por la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI).
El objetivo principal del proyecto es revalorizar frutas descartadas, aquellas que no pueden comercializarse por su aspecto o grado de maduración, pero que mantienen un alto valor funcional. Estas frutas se transforman en zumo, que se utiliza como sustrato para alimentar el crecimiento de cepas de microalgas en condiciones controladas.
Los ensayos realizados han demostrado que los cítricos, especialmente el zumo de naranja, ofrecen los mejores resultados, superando a otras frutas como el melón, la granada, el caqui o el kiwi. Esta línea de trabajo representa una novedad a nivel internacional, ya que el uso de frutas exprimidas como medio de cultivo en biotecnología es todavía muy poco común.
Una vez cultivadas, las microalgas pueden destinarse a sectores tan diversos como la cosmética natural, la fabricación de biofertilizantes o la producción de piensos sostenibles para alimentación animal. De este modo, el sistema permite no solo reducir el desperdicio alimentario, sino también convertir excedentes agrarios en recursos útiles y comercializables.
“Con Frutalga queremos demostrar que la innovación puede transformar la agricultura, convirtiendo lo que antes era un desecho en una oportunidad real de futuro para nuestros agricultores”, afirma Rebeca Brocal, responsable de laboratorio del equipo técnico de AVA-ASAJA.
“La agricultura que queremos es aquella donde nada se tira y todo se transforma, donde cada fruta descartada puede tener un nuevo destino que genere valor, rentabilidad y sostenibilidad”.
Además de su valor agronómico y económico, el proyecto tiene un fuerte impacto medioambiental. Al aprovechar residuos agroindustriales, se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de su tratamiento o eliminación, y se promueve una agricultura más circular, resiliente y responsable.
Finca Sinyent, referente de experimentación
La Finca Sinyent se consolida así como un centro de referencia en experimentación agraria aplicada, donde agricultores, investigadores y técnicos colaboran en la búsqueda de soluciones prácticas a los desafíos del sector. Con la incorporación del reactor de microalgas, refuerza su papel como laboratorio vivo de una agricultura del siglo XXI: más eficiente, más innovadora y alineada con los retos ambientales y productivos actuales.
El proyecto Frutalga está liderado por AINIA y cuenta con la participación de SITRA, AVA-ASAJA, el Instituto de Investigación, Desarrollo e Innovación en Biotecnología Sanitaria de Elche (IDiBE) y la empresa de estética Prospera Biotech S.L.