En las inmediaciones de Monfragüe hacemos unos muestreos que consisten en poner trampas de caída para colecta ‘en vivo’ cebadas con excremento vacuno libre de ivermectina. En estas muestras, que posteriormente se liberan en su medio, esperamos encontrar al menos 20 especies de 'escarabajos peloteros' que nos permitirán evaluarlos, para tener una medida de biodiversidad que nos ayude a conocer el estado de salud del proceso ecológico de la descomposición de los excrementos y su incorporación al suelo”, explica el experto que avanza que habrá resultados el próximo otoño y que esperan trasladarlos a veterinarios, ganaderos y al resto del sector agrario para tratar de buscar soluciones conjuntas.
“También vamos a poner boñigas artificiales de las que conocemos el peso inicial y vamos a dejarlas 15 días; con una serie de controles, mediremos la tasa de degradación del excremento en nueve fincas ganaderas con distintos tipos de gestión del ganado, es decir, podremos determinar el proceso funcional qué desempeñan los escarabajos peloteros en cada finca y relacionarlo con la calidad de los pastos que presentan. Eso nos permitirá tener una visión bastante aproximada de la situación actual del estado de salud de la fauna coprófaga de esta zona” concluye.
El proyecto destaca alternativas sostenibles como el pastoreo rotacional, el uso de razas autóctonas, el control de la carga de parásitos del ganado mediante análisis coproparasitológicos y la fitoterapia con plantas medicinales con gran potencial antiparasitario. También se analizará, en casos justificados y previo diagnóstico, el uso de antiparasitarios alopáticos considerando periodos de aplicación que no afecten a la fauna coprófaga o el uso de moléculas con un nivel de toxicidad bajo.