Bandejas compostables: una solución sostenible para la alimentación moderna
La preocupación por el medio ambiente se está introduciendo en todos los sectores, como en el de la alimentación. Este es especialmente sensible, ya que hay que combinar la ecología con la seguridad alimentaria y el embalaje resistente.
Por eso, han surgido las bandejas compostables, una alternativa a los envases tradicionales, los cuales eran muy contaminantes.
¿Qué son las bandejas compostables?
Hablamos de envases que se han diseñado para descomponerse, eso sí, dentro de un entorno de compostaje industrial o doméstico. En ellos, se transforman en abono orgánico sin dejar ninguna clase de residuo tóxico.
A la hora de fabricarlas se emplean materiales vegetales, como la caña de azúcar, el bambú, la fécula de maíz o el almidón de patata, entre otros.
Pueden degradarse en un tiempo que va de unos meses a unas pocas semanas, dependiendo de las condiciones en las que se haga el compostaje. No tardan siglos en degradarse, como los plásticos, de forma que son una alternativa muy sostenible.
¿Qué diferencia hay con las bandejas biodegradables?
Aunque compostable y biodegradable se suelen emplear como sinónimos, lo cierto es que hay bastantes diferencias entre ambas palabras.
Ya sabemos lo que es una compostable, así que hablaremos de las biodegradables. En concreto, estas se descomponen de manera natural. Los microorganismos acaban con ellas y no hay que llevarlas a ninguna planta de compostaje.
Eso sí, pueden tardar años en desaparecer. Además, al hacerlo llegan a dejar residuos tóxicos o microplásticos. De este modo, las ventajas de las bandejas compostables son más que evidentes.
¿Qué usos tienen las bandejas compostables?
Se emplean mucho en el sector alimentario, en donde sustituyen a las de plástico. De ese modo, las podemos ver en los restaurantes, en los caterings, en los comedores escolares o incluso en los supermercados.
Ahora, son muy populares hasta en las empresas de envío de comida, ya que son aptas tanto para los alimentos fríos como para los calientes. Llegan a ser resistentes al microondas y se pueden emplear en los hornos, dependiendo del material con el que estén hechas.
Beneficios medioambientales de este tipo de bandejas
El uso de este tipo de bandejas aporta muchos beneficios al medioambiente.
- Reducción de los residuos de plástico. Se cambian los envases de usar y tirar por los compostables. De ese modo, la cantidad de desechos que acaban en los vertederos o en los mares, disminuye.
- Una menor huella de carbono. Por norma general, la fabricación de las bandejas que se pueden compostar genera menos emisiones de CO₂. Esto se debe a que se elaboran con materiales que son locales y renovables.
- Fomento de la economía circular. Las bandejas se reincorporan al ciclo natural a modo de abono. Eso impulsa un modelo de producción y de consumo más sostenible.
Deben enfrentar a algunos retos
Pese a que tienen muchas ventajas sobre otra clase de bandejas, lo cierto es que aún poseen algunos retos por delante. Entre ellos está su correcta gestión. Si terminan en vertederos tradicionales, el gran potencial que tienen se pierde. Además, en muchos países aún no hay demasiadas instalaciones de compostaje industrial.
La preocupación por el medio ambiente se está introduciendo en todos los sectores, como en el de la alimentación. Este es especialmente sensible, ya que hay que combinar la ecología con la seguridad alimentaria y el embalaje resistente.
Por eso, han surgido las bandejas compostables, una alternativa a los envases tradicionales, los cuales eran muy contaminantes.
¿Qué son las bandejas compostables?
Hablamos de envases que se han diseñado para descomponerse, eso sí, dentro de un entorno de compostaje industrial o doméstico. En ellos, se transforman en abono orgánico sin dejar ninguna clase de residuo tóxico.
A la hora de fabricarlas se emplean materiales vegetales, como la caña de azúcar, el bambú, la fécula de maíz o el almidón de patata, entre otros.
Pueden degradarse en un tiempo que va de unos meses a unas pocas semanas, dependiendo de las condiciones en las que se haga el compostaje. No tardan siglos en degradarse, como los plásticos, de forma que son una alternativa muy sostenible.
¿Qué diferencia hay con las bandejas biodegradables?
Aunque compostable y biodegradable se suelen emplear como sinónimos, lo cierto es que hay bastantes diferencias entre ambas palabras.
Ya sabemos lo que es una compostable, así que hablaremos de las biodegradables. En concreto, estas se descomponen de manera natural. Los microorganismos acaban con ellas y no hay que llevarlas a ninguna planta de compostaje.
Eso sí, pueden tardar años en desaparecer. Además, al hacerlo llegan a dejar residuos tóxicos o microplásticos. De este modo, las ventajas de las bandejas compostables son más que evidentes.
¿Qué usos tienen las bandejas compostables?
Se emplean mucho en el sector alimentario, en donde sustituyen a las de plástico. De ese modo, las podemos ver en los restaurantes, en los caterings, en los comedores escolares o incluso en los supermercados.
Ahora, son muy populares hasta en las empresas de envío de comida, ya que son aptas tanto para los alimentos fríos como para los calientes. Llegan a ser resistentes al microondas y se pueden emplear en los hornos, dependiendo del material con el que estén hechas.
Beneficios medioambientales de este tipo de bandejas
El uso de este tipo de bandejas aporta muchos beneficios al medioambiente.
- Reducción de los residuos de plástico. Se cambian los envases de usar y tirar por los compostables. De ese modo, la cantidad de desechos que acaban en los vertederos o en los mares, disminuye.
- Una menor huella de carbono. Por norma general, la fabricación de las bandejas que se pueden compostar genera menos emisiones de CO₂. Esto se debe a que se elaboran con materiales que son locales y renovables.
- Fomento de la economía circular. Las bandejas se reincorporan al ciclo natural a modo de abono. Eso impulsa un modelo de producción y de consumo más sostenible.
Deben enfrentar a algunos retos
Pese a que tienen muchas ventajas sobre otra clase de bandejas, lo cierto es que aún poseen algunos retos por delante. Entre ellos está su correcta gestión. Si terminan en vertederos tradicionales, el gran potencial que tienen se pierde. Además, en muchos países aún no hay demasiadas instalaciones de compostaje industrial.