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Martes, 09 de Diciembre de 2025

La historia detrás de los barrios porteños: Palermo, San Telmo y Recoleta

Buenos Aires esconde en sus barrios más emblemáticos historias fascinantes que van más allá de las postales turísticas. Así como algunos porteños buscan emociones en un casino en línea desde la comodidad de su casa, otros prefieren sumergirse en el pasado recorriendo las calles empedradas y las esquinas históricas de Palermo, San Telmo y Recoleta. Cada uno de estos barrios guarda secretos que ayudan a entender cómo se construyó la identidad de la ciudad. Conocer sus orígenes es adentrarse en la Argentina de los caudillos, la inmigración europea y la aristocracia porteña.

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Palermo: de la quinta de Rosas a los bosques que todos conocemos

El barrio debe su nombre a Juan Domínguez Palermo, un siciliano que llegó a Buenos Aires en 1587 y adquirió tierras en la zona. Pero fue Juan Manuel de Rosas quien transformó Palermo comprando 541 hectáreas entre 1838 y 1848 para construir su residencia, conocida como "Palermo de San Benito". Rosas rellenó los bañados con tierra traída de Belgrano y Recoleta, plantó naranjos y levantó una capilla dedicada a San Benito, el santo venerado por los esclavos negros que trabajaban en la zona.

Tras la derrota de Rosas en Caseros (1852), sus tierras fueron expropiadas. Durante la presidencia de Domingo F. Sarmiento se inauguró en 1875 el Parque 3 de Febrero (los actuales Bosques de Palermo), junto con el Jardín Botánico y el Zoológico. Así nació el pulmón verde más importante de la ciudad.

San Telmo: cuna del tango y la bohemia porteña

San Telmo es uno de los barrios más antiguos de Buenos Aires. Fundado en el siglo XVII, fue durante décadas el hogar de la aristocracia porteña hasta que la epidemia de fiebre amarilla de 1871 obligó a las familias más acomodadas a mudarse hacia el norte. Los caserones abandonados fueron ocupados por inmigrantes italianos y españoles que llegaban en busca de trabajo, transformando el barrio en un centro de conventillos y cultura popular.

Las calles empedradas, los faroles antiguos y los patios con aljibes conservan ese aire bohemio. La Plaza Dorrego, desde 1970, alberga la feria de antigüedades más famosa de la ciudad todos los domingos. El tango encontró aquí uno de sus escenarios más auténticos, en los cafés y milongas donde Carlos Gardel dejó su huella.

Recoleta: elegancia, cementerios y alta sociedad

Recoleta debe su nombre a la orden de los recoletos franciscanos que en 1716 se instalaron en la zona y construyeron la Basílica Nuestra Señora del Pilar. Cuando la fiebre amarilla expulsó a las élites de San Telmo, Recoleta se convirtió en el barrio preferido de la alta sociedad porteña.

El Cementerio de la Recoleta, inaugurado en 1822, es uno de los más famosos del mundo. Allí descansan presidentes, escritores, artistas y personalidades como Eva Perón. Sus mausoleos de arquitectura europea reflejan el poder económico de las familias que definieron la Argentina moderna. Las avenidas arboladas, los palacetes franceses y los museos convirtieron a Recoleta en símbolo de refinamiento y exclusividad.

Tres barrios, tres identidades

Barrio

Origen

Carácter actual

Palermo

Tierras de Rosas (1838)

Verde, gastronomía, diseño

San Telmo

Siglo XVII, aristocracia colonial

Bohemio, tanguero, antigüedades

Recoleta

Recoletos franciscanos (1716)

Elegante, cultural, exclusivo

 

Puntos clave para entender estos barrios

  • Palermo pasó de ser la quinta privada de Rosas a convertirse en el pulmón verde de Buenos Aires
  • San Telmo sufrió una transformación radical tras la epidemia de 1871, de barrio aristocrático a cuna del tango
  • Recoleta representa el poder de las élites porteñas y su fascinación por la cultura europea
  • Cada barrio refleja una etapa distinta de la historia argentina: caudillismo, inmigración y belle époque

Historias que construyen identidad

Recorrer Palermo, San Telmo y Recoleta es viajar por tres capas superpuestas de la historia porteña. Desde las quintas coloniales hasta los palacios franceses, pasando por los conventillos de inmigrantes, estos barrios son testimonio vivo de cómo Buenos Aires se reinventó constantemente. Conocer sus orígenes nos ayuda a entender mejor quiénes somos y de dónde venimos como argentinos.

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