Opinión
Cuando la verdad no importa
Josep Mª Pañella. Ex alcalde de Torreblanca. Ex diputado de Compromís.
Hoy me ha sorprendido un escrito hecho en la página de Torreblanca Decide ( vaya nombre que se han puesto los que en cuatro año no han dejado decidir a Torreblanca, que no es que no la han dejado decidir sino que ni tan solo la han informado de nada, “pase por la cuarta planta” dicen) criticando mi postura respecto al proyecto del golf, responsabilizándome de que se haya aprobado y dirigiéndose a mí con frases como “el que con su voto cambió la costa de Torrenostra sin tener en cuenta nada ni a nadie”.
Creo que quién lo ha escrito ignora totalmente la historia del golf o, peor todavía, esconde voluntariamente la realidad de lo que ha pasado. Cualquiera de las dos posturas dice claramente que la verdad no importa.
Es verdad que en los veinte años que hace que está en trámite el campo de golf, todos quien hemos estado en el ayuntamiento hemos tomado decisiones, pero no en la misma dirección.
Recordamos que este proyecto nace en la legislatura 1999-2003 cuando era alcalde José Luis Fabregat con el respaldo nuestro y del PSOE que, por cierto era la segunda parte del mismo pacto que tuvimos entre 1995-1999 en el que PP y PSOE me apoyaron a mí en la alcaldía. Precisamente Rosana Villanueva, era concejala del PP y ya resaltó por su dedicación, sí, acordó con Carlos Fabra (todo un modelo de político para ella) en contra de la opinión, al menos del resto de regidores del PP, romper el pacto firmado y juntarse con la candidatura de Peraire (entonces en el CiP), y así fue.
En el último plenario de esa legislatura, llevaron a adjudicación el golf a la empresa Torremar; adjudicación a la que los miembros del Bloc (ahora Compromís) votamos en contra por razones diversas, entre otras porque considerábamos que el Ayuntamiento tenía que conservar los terrenos que se le concedían por el 10% de aprovechamiento. Por lo tanto, entre otros, fue el voto de Rosana Villanueva el que aprobó la adjudicación, regalando los terrenos municipales a 60 euros metro cuadrado; pero ahí no se puede encontrar mi voto ni el de nadie del Bloc.
En la siguiente legislatura y con un gobierno Bloc-PSOE, lo que hicimos fue tratar de cambiar un acuerdo que era lesivo para el ayuntamiento y negociamos con Torremar un PAI que ya tenían adjudicado. La suerte era que faltaba la adjudicación definitiva, y ante la posibilidad de tener que ir a los tribunales, las dos partes aceptamos duplicar el valor de los terrenos a 120 euros metro cuadrado, de forma que si el ayuntamiento tenía que recibir unos 3.000 millones de pesetas, acabó recibiendo 6.000 millones. Y ahí sí que encontraréis mi voto favorable, a doblar el dinero que entrarían al ayuntamiento y, por lo tanto, el dinero que serían para las torreblanquinas y torreblanquinos.
Siguen diciendo que no me importan las “millonarias indemnizaciones que Torreblanca tendría que pagar de por vida” pero no explican porque, ni a quién. El golf hoy no tiene ningún adjudicatario, nadie tiene derechos sobre él. Torremar incumplió el periodo máximo que tenía para hacerlo, sin ni siquiera empezarlo y no tiene ningún derecho, lo cual confirma el hecho de que hoy estén intentando hacer una nueva adjudicación. Una mentira más, esta al estilo de Vox, intentando dar miedo de aquello que no existe.
Aparte de las mentiras encuentro una pequeña omisión que parece que para ellos no tiene demasiada importancia y es que han pasado 20 años, que nadie ha sido capaz de realizar el proyecto y que, en medio, ha habido una crisis causada por un modelo económico totalmente especulativo en el que la construcción desmesurada ha tenido un papel predominante. ¿Esto no lo tienen en cuenta? O ¿es que hay otros intereses personales inconfesables que hacen que no importen las consecuencias que podría tener para el pueblo? “Ande yo caliente ...”
Mentira tras mentira, “el que convirtió con sus decisiones una zona agrícola en producción y motor económico de muchas familias, siendo hoy un terreno fantasma, desolado, abandonado y sin vida” dicen, olvidándose de que el movimiento de tierras que se autorizó y que deshizo las comunicaciones de agua de riego se hicieron cuando yo ya no estaba en el ayuntamiento (hace 12 años que yo ya no estoy) y quien las mandó hacer, con toda seguridad está más cerca políticamente de Rosana y su candidatura que de mí.
¿Por qué tanta mentira? Dos razones: la primera está en la noticia que ayer mismo destapaba el periódico El 7 set : “La Sareb deja en el aire su interés por desarrollar Doña Blanca Golf” (http://el7set.es/art/31924/la-sareb-deja-en-el-aire-su-interes-por-desarrollar-dona-blanca-golf) en la que se dice bien claramente “la entidad paraliza cualquier tramitación con el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Torreblanca”. Está claro que ni el equipo de gobierno, ni la regidora de urbanismo, Rosana Villanueva, despiertan ninguna confianza en las empresas que tendrían que hacer el golf. La segunda, que no pueden asumir la responsabilidad de haber seguido adelante con unas bases de adjudicación mal hechas, que el mismo secretario califica de ilegales, y a las que no se ha presentado nadie. No pueden aceptar la responsabilidad de haber estado cuatro años sin hacer nada en urbanismo; no pueden aceptar la responsabilidad de no haber sabido negociar con las posibles empresas interesadas. En fin, no pueden aceptar la responsabilidad de sus propios actos.
De todas maneras les doy las gracias; sí las gracias por intentar cargar en mi persona la responsabilidad; porque os olvidáis (o no) de que a quienes tendréis delante no es a Josep María Pañella, sino a la nueva candidatura de Compromís; una candidatura muy preparada, una candidatura joven y una candidatura consciente de todo aquello que le hace falta a Torreblanca, a la que no la mueve nada más que el deseo de mejorar la situación de nuestro pueblo.
Josep Mª Pañella. Ex alcalde de Torreblanca. Ex diputado de Compromís.
Hoy me ha sorprendido un escrito hecho en la página de Torreblanca Decide ( vaya nombre que se han puesto los que en cuatro año no han dejado decidir a Torreblanca, que no es que no la han dejado decidir sino que ni tan solo la han informado de nada, “pase por la cuarta planta” dicen) criticando mi postura respecto al proyecto del golf, responsabilizándome de que se haya aprobado y dirigiéndose a mí con frases como “el que con su voto cambió la costa de Torrenostra sin tener en cuenta nada ni a nadie”.
Creo que quién lo ha escrito ignora totalmente la historia del golf o, peor todavía, esconde voluntariamente la realidad de lo que ha pasado. Cualquiera de las dos posturas dice claramente que la verdad no importa.
Es verdad que en los veinte años que hace que está en trámite el campo de golf, todos quien hemos estado en el ayuntamiento hemos tomado decisiones, pero no en la misma dirección.
Recordamos que este proyecto nace en la legislatura 1999-2003 cuando era alcalde José Luis Fabregat con el respaldo nuestro y del PSOE que, por cierto era la segunda parte del mismo pacto que tuvimos entre 1995-1999 en el que PP y PSOE me apoyaron a mí en la alcaldía. Precisamente Rosana Villanueva, era concejala del PP y ya resaltó por su dedicación, sí, acordó con Carlos Fabra (todo un modelo de político para ella) en contra de la opinión, al menos del resto de regidores del PP, romper el pacto firmado y juntarse con la candidatura de Peraire (entonces en el CiP), y así fue.
En el último plenario de esa legislatura, llevaron a adjudicación el golf a la empresa Torremar; adjudicación a la que los miembros del Bloc (ahora Compromís) votamos en contra por razones diversas, entre otras porque considerábamos que el Ayuntamiento tenía que conservar los terrenos que se le concedían por el 10% de aprovechamiento. Por lo tanto, entre otros, fue el voto de Rosana Villanueva el que aprobó la adjudicación, regalando los terrenos municipales a 60 euros metro cuadrado; pero ahí no se puede encontrar mi voto ni el de nadie del Bloc.
En la siguiente legislatura y con un gobierno Bloc-PSOE, lo que hicimos fue tratar de cambiar un acuerdo que era lesivo para el ayuntamiento y negociamos con Torremar un PAI que ya tenían adjudicado. La suerte era que faltaba la adjudicación definitiva, y ante la posibilidad de tener que ir a los tribunales, las dos partes aceptamos duplicar el valor de los terrenos a 120 euros metro cuadrado, de forma que si el ayuntamiento tenía que recibir unos 3.000 millones de pesetas, acabó recibiendo 6.000 millones. Y ahí sí que encontraréis mi voto favorable, a doblar el dinero que entrarían al ayuntamiento y, por lo tanto, el dinero que serían para las torreblanquinas y torreblanquinos.
Siguen diciendo que no me importan las “millonarias indemnizaciones que Torreblanca tendría que pagar de por vida” pero no explican porque, ni a quién. El golf hoy no tiene ningún adjudicatario, nadie tiene derechos sobre él. Torremar incumplió el periodo máximo que tenía para hacerlo, sin ni siquiera empezarlo y no tiene ningún derecho, lo cual confirma el hecho de que hoy estén intentando hacer una nueva adjudicación. Una mentira más, esta al estilo de Vox, intentando dar miedo de aquello que no existe.
Aparte de las mentiras encuentro una pequeña omisión que parece que para ellos no tiene demasiada importancia y es que han pasado 20 años, que nadie ha sido capaz de realizar el proyecto y que, en medio, ha habido una crisis causada por un modelo económico totalmente especulativo en el que la construcción desmesurada ha tenido un papel predominante. ¿Esto no lo tienen en cuenta? O ¿es que hay otros intereses personales inconfesables que hacen que no importen las consecuencias que podría tener para el pueblo? “Ande yo caliente ...”
Mentira tras mentira, “el que convirtió con sus decisiones una zona agrícola en producción y motor económico de muchas familias, siendo hoy un terreno fantasma, desolado, abandonado y sin vida” dicen, olvidándose de que el movimiento de tierras que se autorizó y que deshizo las comunicaciones de agua de riego se hicieron cuando yo ya no estaba en el ayuntamiento (hace 12 años que yo ya no estoy) y quien las mandó hacer, con toda seguridad está más cerca políticamente de Rosana y su candidatura que de mí.
¿Por qué tanta mentira? Dos razones: la primera está en la noticia que ayer mismo destapaba el periódico El 7 set : “La Sareb deja en el aire su interés por desarrollar Doña Blanca Golf” (http://el7set.es/art/31924/la-sareb-deja-en-el-aire-su-interes-por-desarrollar-dona-blanca-golf) en la que se dice bien claramente “la entidad paraliza cualquier tramitación con el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Torreblanca”. Está claro que ni el equipo de gobierno, ni la regidora de urbanismo, Rosana Villanueva, despiertan ninguna confianza en las empresas que tendrían que hacer el golf. La segunda, que no pueden asumir la responsabilidad de haber seguido adelante con unas bases de adjudicación mal hechas, que el mismo secretario califica de ilegales, y a las que no se ha presentado nadie. No pueden aceptar la responsabilidad de haber estado cuatro años sin hacer nada en urbanismo; no pueden aceptar la responsabilidad de no haber sabido negociar con las posibles empresas interesadas. En fin, no pueden aceptar la responsabilidad de sus propios actos.
De todas maneras les doy las gracias; sí las gracias por intentar cargar en mi persona la responsabilidad; porque os olvidáis (o no) de que a quienes tendréis delante no es a Josep María Pañella, sino a la nueva candidatura de Compromís; una candidatura muy preparada, una candidatura joven y una candidatura consciente de todo aquello que le hace falta a Torreblanca, a la que no la mueve nada más que el deseo de mejorar la situación de nuestro pueblo.
